20191012

Euskadi registrará este año un nuevo récord de ingresos fiscales, como así constató ayer el Consejo Vasco de Finanzas (CVF), que calcula un alza recaudatoria del 2,7%, hasta llegar a los 15.386 millones de euros. Semejante porcentaje de incremento no dice mucho en frío, pero muestra un escenario fiscal y presupuestario notable. Las haciendas vascas van a ingresar 120,7 millones más de lo que habían previsto, lo que permitirá que el cierre de 2019 supere en 404,5 millones al registrado un año antes, en 2018, pero la norma de techo de gasto limitará su uso presupuestario. 

La planta de Mercedes Benz en la capital alavesa se aproxima a un final de año tranquilo y sin mayores sobresaltos que los propios del escenario de incertidumbre que rodea desde hace meses al sector de la automoción. La compañía ha confirmado ya finalmente un pedido de 1.350 vehículos –una flota para una compañía de transporte y reparto de Alemania–, según ha podido saber EL CORREO, lo que le permite elevar la producción de cara al cierre de 2019 hasta las 145.050 furgonetas. Una cifra de nuevo relevante, sobre todo teniendo en cuenta las previsiones pesimistas de la primera parte del año, con reiteradas caídas de pedidos.

Aitor Arzuaga, director general de Ibil –la firma propiedad al 50% de Repsol y el Ente Vasco de la Energía, líder en el segmento de las ‘electrolineras’ de ámbito público en España, con más de 220 puntos de recarga– augura un aluvión de ofertas en el mercado del coche eléctrico en 2020. ¿La razón?, una nueva normativa sobre emisiones de CO2 en la Unión Europea. La empresa acaba de firmar un acuerdo con la Diputación Foral para instalar siete nuevas ‘electrolineras’ en en Gipuzkoa; cargadores que, lejos de ser ‘normales’, son la punta de lanza de una tecnología que podría ser rompedora.

«Yo no dije quién tenía razón en el conflicto del metal». El lehendakari se mostró ayer así de rotundo en su primera intervención en el pleno de control parlamentario. EH Bildu y Elkarrekin Podemos habían solicitado la comparecencia de Iñigo Urkullu para recriminarle en presencia de los delegados sindicales –desalojados de la Cámara por proferir cánticos y esgrimir carteles– su presunta defensa de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal mientras se desarrollaban cinco días de huelga en el sector, que con 50.000 trabajadores es el principal de Euskadi. El portavoz de Podemos, Jon Hernández, la tildó de «impresentable, al más puro estilo Margaret Thatcher». El lehendakari reprochó a ambas formaciones que trasladen a la opinión pública «algo que no dije» y remarcó su neutralidad. 

ELA, LAB y UGT han convocado cinco nuevas jornadas de huelga en el sector de Artes Gráficas de Gipuzkoa para los días 4, 5, 6, 7 y 8 de noviembre ante la «negativa de la patronal Adegi a negociar el convenio». ELA y LAB han recordado en sendos comunicados que estos nuevos paros se suman a los ocho ya celebrados a lo largo del año en el sector que, según indican, registraron un «seguimiento del 70%».

Los sindicatos en lucha en la enseñanza concertada ELA, LAB, Steilas y CC OO van a retomar las huelgas en noviembre para reivindicar mejoras en las condiciones laborales. La próxima semana anunciarán el calendario concreto de paros, que se prolongarán de forma intermitente a lo largo de todo el mes –inicialmente se contempla entre el 7 de noviembre y el 5 de diciembre– y que pueden desembocar en una huelga indefinida si no se llega a un acuerdo con la patronal. La posibilidad de alcanzar un consenso antes de que empiecen las movilizaciones y frenar esta nueva tanda de paros, que se suman a las 27 jornadas sin clase de los dos últimos cursos, es remota: la negociación está parada desde el pasado julio y la brecha que separa a los representantes de los trabajadores y a los dueños de los colegios es muy grande.

Los precios han iniciado en los últimos meses una senda de moderación que se ha acentuado en septiembre con una inflación que ha sido del 0,5% en Euskadi, una décima menor a la de agosto, pero que es más llamativa en el conjunto del Estado, donde la evolución anual de la cesta de la compra se ha quedado en un pírrico 0,1%. El abaratamiento de la luz, que se incluye en el grupo de la vivienda, es el culpable de que los precios crezcan a menor ritmo. Ese 0,5% que se han encarecido los precios en septiembre en Euskadi respecto al mismo mes del año anterior supone un alivio para el bolsillo de los trabajadores y pensionistas y en general para los consumidores, que ven que con su sueldo y su prestación pueden adquirir más productos.

Estados Unidos y China empiezan a cerrar pactos para tratar de frenar una guerra arancelaria que dura 15 meses y que amenaza con hacer descarrilar la economía global. El anuncio, ayer, de un primer acuerdo preliminar y la suspensión de la aplicación de una nueva tanda de aranceles que deberían entrar en vigor el próximo martes queda aún lejos del gran tratado comercial que buscaba Donald Trump, pero supone un avance. El presidente estadounidense escenificó este acercamiento ante el viceprimer ministro chino, Liu He.Se trata de un primer paso, que evita una escalada del litigio como sucedió tras la reunión de alto nivel celebrada hace más de dos meses. Trump lo definió como “un acuerdo sustancial en la primera fase”. 

Bruselas ha decidido dar un paso adelante y trasladar por carta a Estados Unidos su malestar por la decisión de imponer aranceles por valor de 7.500 millones de dólares (6.900 millones de euros) a productos de la UE por las ayudas a Airbus. En la misiva, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, advierte de los “daños” que supondría para las empresas y el comercio mundial una nueva escalada, que solo serviría para “poner en riesgo puestos de trabajo a ambos lados del Atlántico” en “un momento delicado”. Por ello, la comisaria llama a EE UU a hallar una “solución justa”.

De la tensión a la distensión en tres días. De un martes de alto voltaje, en el que la negociación amenazaba con colapsar por el cruce de duras acusaciones entre Bruselas y Londres, a un viernes de reencuentro con un margen mínimo para el acuerdo. La montaña rusa a la que nos ha acostumbrado el Brexit volvió a trazar ayer una línea pausada, templada, en la que los dos negociadores principales, Michel Barnier (UE) y Stephen Barclay (Reino Unido), insinuaron avances para resolver este embrollo, que inmediatamente se leyeron en Bruselas (aunque con mayor cautela) y en Londres como un punto y seguido que promete.

El optimismo de los empresarios se desploma ante la desaceleración económica y las malas perspectivas económicas en el escenario internacional. El Índice de Confianza Empresarial cayó un 2,9% en el cuarto trimestre del año, con respecto al periodo entre julio y septiembre, de acuerdo con las cifras que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es decir, el mayor desplome desde que se creó este indicador, en 2012. Y esto puede apuntar a mayores retrocesos de la inversión, ante la perspectiva de una todavía más difícil coyuntura, lo que a su vez retroalimentaría el freno a la economía. Y, aunque ha habido algún repunte a lo largo de este año por mejoras puntuales de la economía, lo cierto es que se trata de un fenómeno sostenido en el tiempo, ya que desde el tercer trimestre del año pasado el indicador acumula un retroceso de 5,1 puntos. Además, el 15,5% de los empresarios espera recortes de plantilla, frente al 9,1% que apunta a más contratación.

La confianza de los hogares vascos ha roto en el tercer trimestre la tendencia de recuperación de los últimos meses y ha vuelto a valores negativos, debido al empeoramiento de sus expectativas sobre la economía general y empleo, según el informe difundido ayer por Laboral Kutxa. El estudio destaca sin embargo que ese recelo «afecta menos» a las expectativas sobre la economía del hogar y del ahorro, así como a la realización de grandes compras e inversiones –vivienda o vehículo por ejemplo–, que se mantienen en niveles similares a la primera parte del año. La vuelta a la pérdida de confianza de los hogares se ha situado en niveles parecidos a los del año 2016. 

La propuesta impulsada por la junta directiva de la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) para crear una denominación de origen propia fuera del ámbito de Rioja y que se llamaría ‘Viñedos de Álava-Arabako Mahastiak’ «puede tener su recorrido». Así lo ha expresado en declaraciones a EL CORREO la consejera Arantxa Tapia, cuyo departamento de Desarrollo Económico junto a otras áreas del Gobierno vasco estudian técnica y jurídicamente esta petición del colectivo vitivinícola, «y se sigue con su tramitación de la mejor manera posible».El Gobierno «sigue tramitando» la solicitud de las bodegas de ABRA, aunque la consejera ve «dificultades en crear desde cero» la marca ‘Viñedos de Álava’.