20210905

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Domingo, 5 de septiembre de 2021
Núm 887/2021
Año XXXIV

La economía vasca se acerca al nivel precovid acechada por el alza de los precios (El Correo)

La vuelta de las vacaciones llega en un clima de moderado optimismo, la reactivación económica que se hizo esperar hasta el segundo trimestre una vez que ha llegado parece que lo está haciendo con más ímpetu del previsto. Desde esta perspectiva el Ejecutivo vasco está analizando si revisa al alza sus previsiones económicas, que hasta el momento colocan el crecimiento de este año en un 6,7% y el del próximo en un 5,7%. En materia de empleo, a pesar de que agosto ha supuesto un traspiés en Euskadi –hay 3.058 parados más que en julio y 11.810 cotizantes menos, frente al récord de reducción de paro en España– esos datos deben contextualizarse en una comunidad que no responde al modelo turístico y en la que a nivel global se ha recuperado ya el 83% del empleo perdido por la pandemia. Ahora tenemos 122.260 parados registrados, ‘sólo’ 5.000 más que antes de la crisis. Una visión más global la proporciona la evolución de la tasa de paro vasca, que en 2019 bajó hasta el 9,8%, en 2020 el Covid la elevó hasta el 11% y ahora está en el 10,3%. La previsión del Ejecutivo es que mengüe hasta el 9,6% en 2022, fecha para que la también está previsto un PIB prepandemia. Tras los brillos, no se puede obviar que hay una serie de nubarrones que acechan sobre el ritmo de la recuperación. Genera gran preocupación el alza exponencial de los precios de la energía –electricidad, gas y carburantes–, unido al de las materias primas y el transporte internacional. Están tirando al alza de la inflación, que en julio ascendió al 2,9% y que en el avance de agosto se sitúa en el 3,3%. A esto se suma la incertidumbre por la paralización industrial que está empezando a provocar la falta global de chips.

«Los chips y las materias primas no van a parar la recuperación» (Diario Vasco)

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia Otaegi (Astigarraga 1963), tiene claro que la recuperación económica tras lo peor de la pandemia por Covid es una realidad y que la industria navega a toda máquina como protagonista de esa remontada. Y aunque reconoce que la tormenta perfecta que supone el alza de las materias primas, el encarecimiento de los fletes o la falta de chips suponen un problema para las empresas, descarta que pueda frenar la remontada. Con la lucha contra el cambio climático como reto más inmediato para su departamento, reclama al Gobierno central una rebaja de la fiscalidad de la electricidad mucho más allá del IVA. " Hemos pasado de resistir a una clara recuperación. Las exportaciones mejoran un 24%, la industria ha crecido un 15% en la primera mitad del año y vuelve a ser el motor del crecimiento. El conjunto del PIB crece muy bien; casi a niveles prepandemia. Esto se traduce un un 10,3% de paro, con gente en los ERTE, de los que han vuelto ya casi un 90%. Más allá de la macroeconomía, hay muchísima demanda en todos nuestros programas de ayuda a la inversión. El cuádruple de lo que preveíamos. Las empresas quieren invertir y transformar, y nos toca acompañar. Queda por recuperar la internacionalización y el poder viajar en condiciones"

El empleo vuelve a crecer en los centros comerciales vascos (Deia)

La recuperación también se está notando en ese ámbito y los datos de julio revelan el cambio de ciclo. Según el Índice de Comercio en Grandes Superficies que elabora Eustat, el empleo creció un 7,9% en los centros comerciales vascos ese mes en términos interanuales y un 1,3% respecto a junio. Se encadenaron de ese modo cinco meses consecutivos de aumento en el número de trabajadores en el sector. Y se trata del mayor repunte de toda la serie histórica, que se remonta a 2016. De hecho, los datos de mayo y de junio también superaron el anterior registro. Es el aspecto más positivo de la encuesta que ayer hizo público el Instituto Vasco de Estadística. En el caso de las ventas, las grandes superficies comerciales y cadenas de alimentación vascas se estancaron en su actividad y registraron en julio un descenso interanual del 0,1%. En cualquier caso, el comportamiento es mejor que el de junio, cuando se registró una caída del 5,6% y se rompió la buena tendencia con la que había arrancado el año. Además, las ventas crecieron en julio un 0,9% si se comparan con las del mes anterior. La normalidad vuelve paulatinamente al sector, teniendo eso sí los bienes esenciales como su principal motor en estos momentos. 

El SMI no llega ni a la mitad de lo que gana de media un trabajador en Euskadi (Deia)

El salario mínimo interprofesional (SMI) representa aproximadamente dos tercios del sueldo medio de un trabajador extremeño y, en cambio, no llega ni siquiera a la mitad de lo que gana un asalariado vasco. Estas diferencias son más notables aún si se tiene en cuenta además el factor género, ya que la cuantía del SMI supone casi tres cuartas partes del sueldo medio de una mujer extremeña y apenas supera el 40% de lo que percibe un trabajador hombre en Euskadi. Igualmente se ensanchan las diferencias si se consideran junto al componente territorial las retribuciones por sectores, puesto que entonces el salario mínimo equivale a casi el 70% del sueldo medio de la construcción en Extremadura y no llega ni al 39% de lo que se cobra de media en la industria en la Comunidad de Madrid. Utilizando para el cálculo los datos del SMI actual –13.300 euros anuales para trabajadores con jornada legal completa, igual en todo el Estado– y la última Encuesta de Estructura Salarial publicada por el Instituto Nacional de Estadística –el 22 de junio pasado, aunque correspondiente a 2019– el salario mínimo representa el 54,52% del salario medio y el 71,93% del salario más frecuente.

“Me comprometo: cuando acabe 2021 se habrá pagado de luz lo mismo que en 2018” (El País)

Entrevista con Pedro Sánchez. La mayor preocupación del presidente del Gobierno estos días es la factura de la luz. “Mi compromiso es que todos los ciudadanos con un consumo medio a final de 2021 paguen una cuantía similar a la que pagaron en 2018”, asegura .Para ello, explica, el Ejecutivo ha puesto en marcha reformas estructurales, suspendido impuestos, ampliado la protección de los más vulnerables y estudia la creación de “un consumo mínimo vital”. Sánchez confía en agotar la legislatura junto a Unidas Podemos y critica duramente al PP por el bloqueo en la renovación del CGPJ: “El PP tiene secuestrada la Constitución y el Poder Judicial. Es antidemocrático”. "Hacer una empresa pública de energía no forma parte del acuerdo de coalición. Lo discutimos y quedó fuera”. “Unidas Podemos está asimilando el tránsito entre el activismo social y ser Gobierno. En las votaciones hay lealtad”. "Hay que hacer una recuperación lo más justa posible, que los grandes números se trasladen al día a día de las personas, incluso las más humildes, en forma de más empleo, de mejores salarios. Por eso el debate ahora sobre el salario mínimo. Y también con pensiones más dignas. El acuerdo que acabamos de alcanzar con los sindicatos y empresarios es el primero sobre pensiones desde 2011". 

"Con la luz no hay que tomar atajos que nos lleven a males mayores" (El Mundo)

Entrevista con Nadia Calviño. Para seguir fomentando la recuperación económica y la creación de empleo en España, considera que el Gobierno tiene que seguir en «la misma línea». En una entrevista en el Fórum TEH Ambrosetti, en Italia, la vicepresidenta primera y Ministra de Asuntos Económicos rehúsa aclarar si el Ejecutivo tomará o no alguna medida a favor de la patronal, para que la subida del SMI y otras reformas anunciadas por La Moncloa precisamente no conlleven despidos de trabajadores, ni quiebras de empresas. Sin embargo, Calviño alaba a los agentes sociales por su «actitud muy constructiva», y asegura que el Gobierno va a «hacer todo lo posible, para que todas las reformas se hagan con el máximo consenso», y a través del «diálogo social». Asimismo, la Vicepresidenta Primera espera que el «intenso crecimiento económico» actualmente en marcha en España permita reducir los porcentajes de su déficit público y su deuda pública ya a partir de este año.

«En la tarifa eléctrica, lo que es bueno para el bazo es malo para el hígado» (El Correo)

Entrevista con Luis Atienza, expresidente de Red Eléctrica. Admite que buena parte del aumento de la tarifa está ligado a la transición energética, pero aboga por no aflojar y adoptar medidas paliativas coyunturales. Luis Atienza –también exconsejero de Economía del Gobierno vasco– cree que es un asunto que hay que mirar con luces largas y con mucho cuidado porque cuando solucionas una parte, rompes otra. "La denominada tarifa horaria, por ejemplo, ha supuesto un encarecimiento en las horas de más consumo. Y parece algo malo, pero sin embargo es la fórmula de que cambien determinados hábitos de consumo o de que, por ejemplo, la industria del electrodoméstico incorpore programadores horarios. Si se elimina, dejará de haber un incentivo para avanzar en ese camino. Hay muchos más. Los derechos de emisión de carbono, por ejemplo, se impusieron para forzar la transición energética. Es uno de los factores que está provocando ahora el encarecimiento de la tarifa. ¿Los eliminamos? Entonces se pierde ese incentivo. Bueno para el bazo, malo para el hígado...Creo que los objetivos de descarbonización nos han cogido de pie, en una buena posición. A poco que lo hagamos bien estoy convencido de que España llegará a tener una posición más ventajosa que la de algunos países del entorno. No debemos obnubilarnos por situaciones puntuales. Hoy la tarifa está muy alta, pero el año pasado estaba hundida". 

Un mal verano (por Marco-Gardoqui, El Correo)

"La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha pasado un mal verano, en el que se ha visto incapaz de frenar el alza de la tarifa eléctrica y de empujar al alza la tasa de reproducción de los españoles (en esto hace lo mismo que sus antecesores, es decir nada). Los sindicatos se han portado de manera ejemplar, como sucede cuando gobierna la izquierda y sus protestas no las ha oído ni el cuello de su camisa. Los medios han convertido la cuestión en el ‘leit motiv’ de las vacaciones en compañía del drama afgano. Los ciudadanos estamos expectantes a la espera de que nos lleguen las facturas y la oposición no ha conseguido ni dañar al Gobierno, ni aportar alguna solución. Pero la vicepresidenta ha estado muy nerviosa, además de preocupada, lo que le ha llevado a realizar unas declaraciones que me parecen altamente preocupantes. Enfrentada a un problema muy difícil se ha empeñado en agacharse y redirigir las críticas hacia las empresas proveedoras de electricidad, señalándolas como las responsables de las subidas y culpables del desaguisado de las tarifas..."

La crisis de la tarifa de la luz pasa de puntillas en el resto de Europa (El País)

Europa está sufriendo este verano una escalada de las tarifas de la luz. Sin embargo, el resto de las grandes economías de la Unión Europea no están viviendo el intenso y enconado debate de España, donde empresas y ciudadanos están pendientes a diario del precio del megavatio hora para el mercado mayorista. Los expertos consultados coinciden en que esto se debe a que en el resto de la UE la subida todavía no se han trasladado a la factura de los usuarios. Alemania. El precio de la electricidad apenas tiene hueco en los medios de comunicación, pese a que también ha estado subiendo. Alemania, además, tiene tradicionalmente la tarifa media de electricidad más cara de la UE: según datos de Eurostat del segundo semestre de 2020, casi un tercio más que la media de los Veintisiete. Como en el resto del continente, su mercado es marginalista, es decir, toda la electricidad se retribuye al precio de la tecnología más cara que entra en la subasta. El mix energético alemán todavía depende mucho del carbón y del gas natural, que se han encarecido en los últimos meses, explica Thorsten Lenck, del equipo de expertos Agora Energiewende. Los hogares todavía no están notando el encarecimiento porque allí el suministro se contrata por periodos de uno o dos años y a un precio cerrado. Las empresas sí lo padecen ya.

La Alemania que deja Merkel (El País)

Angela Merkel, la líder europea más relevante del siglo XXI, deja el poder después de 16 años. Su trayectoria política es excepcional: ha gobernado Alemania durante cuatro legislaturas, ha ganado todas las elecciones a las que se ha presentado y su índice de popularidad nunca ha bajado del 50%. Es la líder más valorada por los ciudadanos, muy por encima de los tres candidatos que aspiran a sucederla en las elecciones del próximo 26 de septiembre, las más emocionantes que se recuerdan en mucho tiempo. Durante más de tres lustros al frente de la primera economía europea y la cuarta del mundo, Merkel se ha enfrentado a graves crisis y ha tomado decisiones con consecuencias para toda la Unión Europea. Su Gobierno será recordado por las estrictas políticas de austeridad impuestas a los países del sur —España, Portugal, Italia, Grecia— tras la crisis de 2008, pero también por dar vía libre al mayor plan de estímulos de la historia para que la Unión plantase cara a la crisis de la covid-19. Estos 16 años han dejado un legado económico en general positivo, coinciden los economistas consultados para elaborar este reportaje. En 2005 Merkel encontró una economía con cinco millones de parados y un crecimiento débil, y la deja con el desempleo reducido a la mitad y creciendo a mejor ritmo. Pero el relato económico de su mandato también tiene claroscuros. En el haber figuran la estabilidad, la reducción de la deuda pública y las mayores inversiones en políticas sociales; en el debe, un mercado laboral más precario donde florecen los minijobs y persiste la desigualdad de rentas entre el este y el oeste.

El repliegue de la quinta ola en Euskadi continúa con 309 contagios (El Correo)

Los datos sobre la pandemia en Euskadi invitan a ser optimistas, pero la experiencia del último año y medio exige prudencia. La quinta ola de contagios continúa con su repliegue. El Departamento de Salud notificó ayer 309 nuevos casos de covid. 161 corresponden a Bizkaia, 41 a Álava, 97 a Gipuzkoa y los diez restantes tienen su residencia fuera de la comunidad autónoma. Esto supone que el 5,8% de las 5.369 pruebas diagnósticas que se realizaron el viernes arrojaron un resultado positivo. Un número de test muy inferior a otros momentos de la crisis sanitaria y una tasa de positividad que aún sigue lejos de los parámetros del 4% que marcan los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para considerar que el virus está controlado. La gran preocupación de las autoridades sanitarias sigue siendo la situación de los hospitales. Un total de 69 personas permanecen en las unidades de cuidados intensivos (UCI), dos menos que la víspera. 

¿Sufre Euskadi una crisis de valores? (El Correo)

Perplejidad. Las actitudes incívicas en la recta final de la lucha contra la pandemia ponen en cuestión el compromiso individual con el bien común. Se está hablando mucho de valores estos días. Pasa con ellos lo mismo que con tantas otras cosas: cobran más protagonismo cuanto más se les echa en falta. En este caso ocurre por los desmanes estivales, las ‘no fiestas’ y los botellones, principalmente. ¿Cómo es posible que una parte de la sociedad no sea capaz de interiorizar que sólo desde la responsabilidad individual se puede dar solución a una catástrofe colectiva como es la pandemia? ¿Cómo es posible que ciertos grupos terminen la fiesta inconsciente ejerciendo violencia contra los policías, ignorando así el más básico respeto a la autoridad? Seis personalidades de distintos ámbitos reflexionan en estas páginas sobre cómo está respondiendo la sociedad vasca a un momento crucial. La primera conclusión es que no somos muy diferentes al entorno que nos rodea, al resto de España y de Europa. La segunda, que ha habido dos momentos bien diferenciados: al principio, durante el gran confinamiento y mientras el control recaía casi de manera exclusiva en los poderes públicos, las cosas fueron rodadas. Pero luego, cuando se requería de un mayor compromiso individual, ya empezó a percibirse que había grupos, o individuos, que no están a la altura. No se trata de comportamientos generalizados, claro. Pero son igualmente peligrosos. De fondo, para explicarlo, están los argumentos conocidos: «Una minoría ruidosa suplanta a la mayoría silenciosa», «Lo más destacable en el estilo de vida actual es el egoísmo», «Sufrimos un individualismo radical», «Hemos colocado nuestros derechos por encima de todo», «Hay una especie de ‘carpe diem’, sin pensar en el futuro», «Falta disciplina en la escuela, y eso es un problema serio».