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Una de cada cinco empresas alavesas (el 22%) augura recortes en su plantilla durante este año. El futuro no se presenta nada optimista según se desprende de la última encuesta realizada por la patronal Sea entre 234 compañías segmentadas en seis sectores. El inicio del 2021 no ha cumplido, hasta la fecha, las expectativas generadas y la losa del Covid continúa más patente que nunca en la actividad diaria del territorio. Como ejemplo de esta visión, la práctica totalidad de las empresas alavesas, nueve de cada diez, consideran que recuperar la actividad previa a la llegada de este virus supondrá esperar al menos hasta 2022. Para el 21% de las empresas la facturación ha caído por encima del 50%, mientras que la reducción media ha sido del 25%; es decir, una cuarta parte de las cifras registradas en 2019. Ver informe Sea-Empresas alavesas

Euskadi liderará el crecimiento económico en la península en 2022, con un repunte interanual de su Producto Interior Bruto (PIB) del 7,5%, gracias al impulso que los fondos europeos ‘Next Generation’ supondrán para su tejido industrial. Unas empresas que se beneficiarían de manera especial del millonario caudal de subvenciones y créditos blandos que las instituciones comunitarias han decidido inyectar para reactivar y modernizar la economía ante el mazazo de la pandemia de Covid. Así lo explicó ayer a DV el economista principal para España y responsable del análisis regional de BBVA Research, Pep Ruiz. El experto, subrayó que la peculiar idiosincrasia industrial de Euskadi convertirá a la comunidad autónoma en una de las regiones «ganadoras» en Europa; tanto por los proyectos propios que puedan obtener fondos europeos como por aquellos que surjan en otros lugares de España o Europa y que, finalmente, requieran manufacturas vascas. «Al final, las empresas están donde están y los centros de Investigación y desarrollo están también donde están; y en el País Vasco, que es la región que más invierte en este capítulo, hay muchos y muy competitivos». 

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que a mediados del pasado diciembre abrió su buzón para que las empresas de toda España le presentaran sus propuestas de proyectos en busca de los fondos que manejará el plan estatal de recuperación, Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, explicó que ha recibido más de 750 solicitudes. Esas peticiones –llegadas de toda España a través de proyectos de colaboración de grupos de empresas (con, al menos, un 40% de pymes) y que se beneficiarían a al menos dos comunidades autónomas – podrían movilizar una inversión público-privada de unos 30.000 millones de euros. Cabe recordar que la semana pasada el secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, invitó a las empresas de Euskadi a acudir a la «ventanilla» del Ministerio para plantear sus proyectos con aspiraciones a captar fondos del programa europeo ‘Next Generation’.

El servicio de estudios del BBVA subraya que el PIB vasco cayó el año pasado más de lo estimado por el Ejecutivo de Urkullu y que la verdadera recuperación queda para 2022. Uno de los datos más significativos del informe elaborado por BBVA Research y que se dio a conocer ayer es la discrepancia que existe en torno a las estimaciones que tiene el Gobierno vasco. Las diferencias son llamativas, abultadas y no una mera cuestión de décimas. Así, el banco cree que la economía vasca cayó un 10,5% el pasado año, como consecuencia de todos los impactos generados por la pandemia, tanto en el consumo nacional como en las exportaciones. La tasa se sitúa a 3,2 puntos de distancia de las últimas previsiones del Gobierno vasco, que apuntan a un descenso más moderado, del 7,3%. Y son también algo más de tres puntos, exactamente 3,3, lo que separa la previsión de cara a este año, ya que frente a un crecimiento del 5,3% dibujado por el banco, el gabinete de Iñigo Urkullu apuesta por un despegue mucho más intenso, que nos llevaría hasta el 8,6%. 

El sector de la automoción parece que no gana para disgustos en los últimos tiempos. Antes de la pandemia, fue la crisis del diésel y los ataques desde diferentes ámbitos, el político incluido, a los vehículos con este combustible –se han mitigado pero no han desaparecido ni mucho menos–, que tuvieron consecuencia directa en la caída de las ventas. Y ahora, en plena crisis sanitaria mundial, llega un nuevo problema con la falta de suministro de semiconductores –proceden en su mayoría del mercado chino o japonés–, un componente clave de los chips integrados en los circuitos electrónicos de determinados modelos. Ya hay plantas en España seriamente afectadas y de hecho Ford en Valencia ha planteado un ERTE de 14 días entre febrero y marzo –la ausencia de este tipo de piezas se ha sumado a la caída de la demanda–; y Seat en Martorell también ha propuesto un ajuste temporal. La factoría de Mercedes en Vitoria, la principal industria de Euskadi, está sorteando por el momento este problema generalizado y según ha trasladado la dirección a los representantes sindicales, la producción está garantizada hasta mediados de febrero.

El colapso amenaza con impedir el ensamblaje de un millón de coches. No ha pasado ni un año desde la paralización de las factorías de automóviles de todo el mundo y las marcas vuelven a sentirse amenazadas por el mismo suplicio de reducir producción. La falta de suministro de los diminutos y cada vez más empleados chips se está convirtiendo ahora en su mayor dolor de cabeza. Los fabricantes de semiconductores no dan abasto con la demanda y la todopoderosa industria automotriz debe coger número y esperar en la cola tras las marcas de computadoras, teléfonos inteligentes y de consolas de videojuegos que, lejos de reducir ventas, han registrado un boom con las restricciones pandémicas y las Navidades. En diciembre advirtieron las marcas presentes en China e India del problema, convertido en un contratiempo global en apenas semanas.

El sector naval presentó ayer un ambicioso proyecto con el que pretende aumentar su volumen de negocio en un 6%. Sostenido en seis pilares principales, entre los que destacan la automatización y la digitalización, el plan diseñado por PYMAR, Navantia y Siemens para los próximos seis años se propone crear 1.700 puestos de trabajo a la vez que incrementa la productividad del sector entre el 15% y el 20%. Si se alcanzan esos objetivos, el impacto económico podría alcanzar los 3.000 millones de euros. «El uso de nuevas tecnologías digitales permitirá a los astilleros privados amplificar sus servicios y aumentar la diferenciación en el mercado internacional a través de procesos y productos más eficientes y sostenibles medioambientalmente», valoran desde PYMAR, que engloba a los pequeños y medianos astilleros y que ayer confirmó a este diario la participación en el proyecto de las tres principales compañías vascas del sector.

Los estragos de la pandemia en el mercado laboral dispararon la tasa de paro en Euskadi hasta el 11,2% en el cuarto trimestre. Supone un incremento muy alarmante desde el 9,5% con que cerró el ejercicio anterior, además del nivel más alto desde 2017. El zarpazo, que trunca siete años de recuperación, se cebó especialmente con los hombres, que vieron crecer su porcentaje de desempleados hasta el 11,5%, muy por encima del 10,4% de las mujeres. Son datos del Eustat extraídos de la PRA, la encuesta de población en relación con la actividad difundida ayer. En una economía asfixiada por las restricciones, el número de parados se incrementó en 17.400 hasta sumar un total de 116.900, siempre comparando el último trimestre de 2020 con el mismo periodo del año anterior. El grueso de este aumento lo sufrieron los hombres, que vieron subir su lista de desempleo en 14.800 personas. En el caso de las mujeres el alza se limitó a 2.600.

Los representantes de los autónomos y los asesores laborales que atienden a estos ven con buenos ojos e incluso aplauden el anuncio del Gobierno de que los trabajadores por cuenta propia, a partir del próximo año, empezarán a cotizar a la Seguridad Social en función de sus ingresos reales de forma progresiva. Una medida que figura en las líneas maestras de la reformas que el Ejecutivo ha enviado a Bruselas esta semana. Según avanzó el martes el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, con esta medida se busca reforzar la contributividad del sistema de la Seguridad Social. A falta de más concreción, Silvia Martínez, responsable de UPTA-Euskadi, comenta que esta medida «es una reivindicación histórica de su organización». Recuerda que en el País Vasco el 70,45% de los autónomos cotizan por la base mínima y tan solo el 5,71% por la máxima. El resto (casi un 25%) lo hace por los tramos intermedios. Euskadi contaba a cierre del año pasado con 169.464 autónomos, tras perder 1.349 en relación a 2019 por el Covid. Una merma que fue mayor en el comercio que en la hostelería , según UPTA.

El Ministerio de Hacienda dictamina que al ser una «circunstancia ocasional» no es de aplicación el 30% de desgravación y la normativa vasca es similar. Para el presidente de la federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, la decisión de Hacienda es «incomprensible» y advierte de que se trata de «una nueva discriminación», porque para los trabajadores asalariados las empresas sí pueden deducirse los gastos, y pidió una «rectificación urgente» por parte de Hacienda. La decisión de Hacienda en este caso difiere de la normativa general actual, que sí permite a los autónomos que trabajen en sus casas deducirse un 30% de los gastos del hogar destinados a la labor profesional. Es decir, si los gastos totales de suministro de la vivienda ascienden a 4.000 euros, y utiliza como oficina el 10% de la superficie de la vivienda, se podrá deducir en su declaración a Hacienda el importe resultante de aplicar el 30% a la superficie afecta, lo que supondría 120 euros.

Con la llegada del coronavirus las oficinas y salas de reuniones han dejado de medirse en metros para hacerlo en pulgadas, las que caben en la pantalla del ordenador. El teletrabajo ha obligado a multitud de profesionales a adaptarse a esta tecnología en meses, pero la digitalización era ya un proceso imparable llamado a sacudir también el mercado laboral. Inteligencia artificial, procesamiento de datos o robotización, conceptos que llevan asociados el surgimiento de nuevas profesiones cualificadas. Pero ya no basta con ser especialista, se buscan trabajadores multidisciplinares; tecnológicos y sociales, capaces de liderar su propia vida profesional. Es el caso de Sergio Farré, experto en empleabilidad, que hace ocho años decidió fundar su propia empresa, como asesor de carrera, para ayudar a profesionales y directivos a crecer profesionalmente y encontrar un trabajo a su medida.

El Gobierno está preocupado por la gestión que puedan hacer las comunidades de los fondos europeos. De los 70.000 millones que tocan a España en ayudas, este año el Ejecutivo espera comprometer unos 34.600 millones, de los cuales el 54% lo tendrán que gastar las autonomías. Y si una región no consigue ejecutar los recursos que tenga asignados, entonces pondría en riesgo los objetivos nacionales y Bruselas podría llegar hasta el extremo de retener desembolsos para el conjunto del país. Por ese motivo, el Gobierno ha pedido a las comunidades que adopten una nueva normativa para agilizar sus procedimientos de gasto.

Amazon ya ha decidido que trasladará a sus clientes la ‘tasa Google’ que entró en vigor el pasado 16 de enero. Y así se lo ha comunicado con una carta. La multinacional estadounidense elevará las tarifas a todas las empresas españolas, tanto grandes como pequeñas, que utilicen su plataforma para comercializar sus productos. El aumento será de un 3% –el mismo montante con que grava el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales–, según confirmó Amazon a este periódico. El encarecimiento se comenzará a aplicar en abril. Este incremento de precios implica que si por realizar una venta de 100 euros la tecnológica aplica una comisión de venta del 15%, la subida del 3% se aplicará sobre la tarifa, que pasará a ser de un 15,45%. Por la operación en concreto que se propone como ejemplo, el cliente de Amazon, la empresa que vende sus productos usando su infraestructura, de pagar 15 euros pasará a abonar 15,45. Serán las empresas clientes de Amazon.es las que decidirán en qué medida repercuten a su vez a los compradores finales el aumento de las comisiones.

«Estamos mejor que en marzo y noviembre del pasado año, pero peor que en julio. Es imprescindible no bajar la guardia». Ese es el escenario actual de la pandemia que dibujó ayer la consejera de Salud del Gobierno Vasco tras la reunión del comité asesor del LABI, en el que se adoptaron nuevas medidas restrictivas que entrarán en vigor el lunes. Pero aunque la situación comienza a parecerse más a la del pasado noviembre que lo que a priori manifestó Gotzone Sagardui –Euskadi suma tres días consecutivos con más de un millar diario de contagios–, el Ejecutivo vasco se dejó en el cajón algunas de las limitaciones que había valorado adoptar a comienzos de esta semana. El cierre perimetral de municipios y la reducción de agrupaciones a cuatro personas sigue adelante; el adelanto del toque de queda y el cierre de comercio y hostelería a las 19.00 horas, no.

La comunidad ha echado por tierra en tres semanas sus buenos datos. Se sitúa de nuevo en zona roja tras registrar 1.139 nuevos contagios el jueves, que se suman a los 2.161 positivos validados el martes y el miércoles. El virus ha duplicado su impacto en menos de un mes. El 29 de diciembre, la incidencia acumulada llegó a los 235 casos por cada 100.000 habitantes los últimos 14 días. El jueves, una vez confirmados los nuevos positivos, alcanzó los 507,48 casos. Un crecimiento vertiginoso que ha catapultado al País Vasco al peor escenario posible, con una altísima transmisión comunitaria. «Nuestra situación sigue siendo grave. El virus muestra una evolución preocupante y hay que cortar la transmisión comunitaria y actuar con máxima responsabilidad», reiteró ayer la consejera de Salud, quien volvió a pedir que se respeten las medidas de prevención: distancia, mascarilla, higiene de manos, ventilación en espacios cerrados y limitar la movilidad y los contactos y encuentros sociales porque «la transmisibilidad del virus es alta».

Nuevo contratiempo en el plan de vacunación contra la Covid-19 en Euskadi. Profesionales sanitarios de la primera línea en la lucha contra el virus se quedarán sin recibir la primera de las dos inyecciones esta semana por la falta de dosis. Los hospitales de Basurto y Cruces, en Bizkaia, los de Donostia, Eibar y el Alto Deba, en Gipuzkoa, y la OSI Araba han paralizado la inoculación de los viales a médicos y enfermeras, que tendrán que esperar a la remesa del próximo lunes. Así lo confirmaron ayer fuentes del sindicato de enfermería SATSE en Bizkaia, que revelan que «había citas programadas pero, por la falta de envíos, la campaña quedó paralizada ayer (por el jueves)». «Personal del servicio de Urgencias pediátricas de Basurto había pedido vacunarse. Hemos llamado a Salud Laboral y nos han dicho que tenían previsto citarles el lunes, pero se han suspendido hasta no saber cuántas dosis llegarán», explicó Amaia Mayor, portavoz de la central.