20200320

El grupo siderúrgico vasco Sidenor hizo público ayer un comunicado en el que anuncia su decisión de arrancar de nuevo la producción de acero especial, después de que «la autoridad laboral competente», que en el caso de Euskadi es el Departamento de Trabajo del Gobierno vasco, haya avalado esta decisión. Según indicó la compañía, la «autoridad laboral ha notificado a Sidenor y a los representantes de los trabajadores que no se cumplen los requisitos legales que fueron planteados por una mayoría del comité de empresa para la paralización de la actividad industrial». Así que la compañía retomó la producción después de que se incorporase buena parte de la plantilla que entraba en el turno de la tarde. La ACB mantendrá la actividad durante los próximos quince días, pero cerrará después por falta de pedidos. 

Tras varios días de intensa negociación con el comité de empresa, Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), que cesó su actividad el pasado lunes ante la crisis desatada por el coronavirus, cerró ayer un acuerdo para regresar a la actividad el próximo día 20 de abril, lunes. El pacto, que afecta al personal de taller (el de oficina está teletrabajando) y que evita cualquier expediente temporal de regulación de empleo (ERTE) permite que los trabajadores mantengan su actual salario, que saldrá, íntegro, del ‘bolsillo’ de su propia empresa. Se contratará a cien eventuales y tanto el consejo de administración como el equipo directivo cobrarán un 5% menos. Los talleres de Beasain e Irun recuperarán las horas perdidas a lo largo de este ejercicio con turnos algo más largos. 

La evolución de los precios internacionales del petróleo es un elemento clave para la economía española que importa la práctica totalidad del crudo que consume lo que supone una factura, según años, del orden de los 40.000 millones de euros anuales; por ello, un recorte de los precios del denominado oro negro suele ser una buena noticia para el Estado. Pero un descenso tan brusco como el actual de más de 60 dólares a menos 30 dólares el barril en dos meses no es nada positivo para algunas significativas compañías siderúrgicas vascas fabricantes de tubos de acero para el sector de oil&gas como Tubos Reunidos (TR) y Tubacex.

Las empresas vascas que han presentado suspensiones temporales de empleo, los ya famosos ERTEs, se han más que doblado en solo un día. Ya suman 1.365 expedientes que afectan a 15.080 trabajadores. Son los datos del parte diario que ha empezado a ofrecer el Departamento de Trabajo del Gobierno vasco, que es la autoridad competente para tramitar los expedientes de las empresas que operan exclusivamente en la comunidad o que tienen al menos un 85% de la plantilla en el territorio. Los grandes grupos con presencia en varias regiones deben acudir al Ministerio de Trabajo, con lo que la cifra de afectados será mayor.

Nissan e Iberia anunciaron ayer ex­pedientes de regulación de empleo temporal (ERTE) en sus plantillas como consecuencia del cese de actividad (o la caída de la misma) derivada de la crisis del coronavirus. El de Iberia afecta a 13.900 trabajadores, el de Nissan, a 3.500 empleados. Inditex, por su parte, «sufragará el coste de la plantilla sin recurrir al ERTE hasta el próximo 15 de abril. Si se prolonga el estado de alarma más allá de esa fecha, ac­tivarán un ERTE para el personal de tienda (25.000 trabajadores).

Lanbide instará hoy al Gobierno vasco a dedicar a los autónomos una parte del presupuesto habilitado para combatir el impacto económico del coronavirus. Así lo ha explicado a EL CORREO su director general, Borja Belandia, que considera a este colectivo uno de los «más vulnerables» ante la pandemia. «Muchos se han quedado sin clientes que atender y tienen que hacer frente a los alquileres y a las cuotas de la Seguridad Social. Si no se les ayuda en este momento, cerrarán para siempre», explica. Recuerda que si tienen algo de patrimonio no pueden acceder a instrumentos como la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).

El decreto del Gobierno de cese de actividad afecta directamente al 78% del colectivo en Euskadi, unos 134.000 profesionales. Discriminación respecto a otros colectivos, como pueden ser los empresarios, o incluso otros sectores, como la banca o la industria. Esa es la idea que más se repite entre los autónomos vascos, que ven no solo «insuficientes» las medidas aprobadas el martes por el Gobierno central para tratar de paliar el impacto económico del coronavirus, sino que incluso reclaman medidas a todas las instituciones acordes con su peso. E incluso algunos como el comercio solicitan abiertamente «un rescate tal y como se hizo con otros sectores», en alusión a la banca.

Los estudiantes precisan 400 horas de formación en empresas para titularse. Los docentes improvisan tareas que realizar en casa. “Es un lío burocrático y en medio estamos nosotros”. Ana Belén Medina, de 20 años, resume así la situación en la que ha dejado la crisis del coronavirus a los alumnos de Formación Profesional que este curso deben realizar prácticas en empresas para poder titularse (unas 380 horas de marzo a junio en los grados medios y unas 400 en los superiores). En su caso, sus profesores les han llamado a “boicotear” una de las propuestas de la Comunidad de Madrid para poner remedio al cierre de puertas de los laboratorios a estudiantes en prácticas. “Hemos firmado un papel para negarnos a que los profesores simulen en los institutos el trabajo que deberíamos hacer en las empresas, es una tomadura de pelo”, cuenta la estudiante por teléfono, sentada en el escritorio de su cuarto.

El Ejecutivo sigue dando pasos para reducir el riesgo de que el coronavirus se expanda todavía más. Ayer, como esperaba el sector hotelero desde hacía días, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó una orden por la que se da siete días de plazo a todo tipo de alojamientos para echar el cierre durante el confinamiento decretado por el Gobierno. Para ello establece “la suspensión de apertura al público de todos los hoteles y alojamientos similares, alojamientos turísticos y otros alojamientos de corta estancia, campings, aparcamientos de caravanas y otros establecimientos similares, ubicados en cualquier parte del territorio nacional”, señala el texto.

El estado de alarma decretado por el Gobierno el pasado fin de semana terminará, como muy pronto, el próximo 30 de marzo. No obstante, los mensajes que ya dejan caer desde el Ejecutivo apuntan a que esta fecha se prolongará en el tiempo. Ayer, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, recomendó a los españoles ir cancelando todos los viajes previstos para Semana Santa, reafirmando la hipótesis de que La Moncloa ampliará el plazo de esta situación, inédita hasta ahora en España. Con estas palabras, González Laya sigue el rastro del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, que ya anticipó esta semana que el Gobierno da por hecho que esta medida se extenderá durante más tiempo.

La política monetaria es tan abstrusa que no se entiende sin metáforas y alegorías. El Banco Central Europeo (BCE) disparó el miércoles una bazuca de 750.000 millones de euros. Sacó la artillería pesada. Va a regar de liquidez a todos los países de la eurozona. El programa trata de evitar que se disparen los gastos financieros También pone el foco en garantizar la liquidez de las compañías. La enseñanza de 2008 es que hay que actuar pronto para no estrangular la economía. El organismo presidido por Christine Lagarde no solo va ayudar a los Estados. También hay medidas para aliviar la deuda de grandes compañías, y para la banca. Los ciudadanos se beneficiarán de forma indirecta.

Alemania entrará en recesión este año. La pandemia del coronavirus ha eliminado cualquier atisbo de optimismo de cara a la evolución de la locomotora europea en 2020. El debate esta ahora en calcular cuál será la magnitud del desastre. El instituto Ifo de Múnich prevé que la economía germana caiga entre un 1,5% y un 6% y el Instituto de la Economía Mundial (IfW) de Kiel estima que la contracción podría ser de entre el 4,5% y el 9%. La previsión es que el PIB se derrumbe en los dos primeros trimestres de este año. Se trataría de la primera caída interanual de la economía alemana desde 2009, cuando el PIB cedió un 5 % a causa de la crisis financiera global. El peor ejercicio desde entonces había sido 2019, cuando el PIB avanzó sólo un 0,6 %.

 Italia ya es el país del mundo con más muertos por coronavirus. En las últimas 24 horas han fallecido 427 personas más y ha superado a China, donde surgió la enfermedad. Cuenta con 3.405 decesos por culpa del Covid-19 frente a los 3.245 del gigante asiático. Según los últimos datos oficiales, publicados en la tarde de ayer por Protección Civil, en un día ha registrado 5.322 nuevos contagiados, otro récord diario, por lo que la cifra total supera los 41.000. En China son casi 81.000 los infectados, pero la enfermedad ya está controlada entre los locales y sólo suma nuevos casos procedentes de personas que llegan del extranjero.

China se despertó ayer con la noticia que esperaba desde el principio de la pandemia de Covid-19. Por primera vez desde que se reconoció la transmisión de persona a persona, en enero, la Comisión Nacional de Sanidad no detectó ningún caso de contagio comunitario en Wuhan, el foco original de la enfermedad, ni en el resto del país. La contrapartida es que se constató el aumento de nuevas infecciones importadas, 34, de las que 21 se detectaron en Pekín. Siempre según estos datos oficiales —que en el pasado han causado confusión por el cambio de criterios para contabilizar casos—, el miércoles fallecieron ocho personas en el país por el virus, lo que eleva las muertes en China desde el comienzo de la epidemia en diciembre a 3.242. Desde entonces se han contagiado 81.174 personas, según la OMS, de las que 70.420 se han recuperado.

Una enfermera de Osakidetza, de 52 años y que trabajaba en la OSI Barrualde-Galdakao, falleció el miércoles por la noche por el Covid-19 en el Hospital de Basurto. Es la primera sanitaria española que muere por el brote SARS-coV-2. Tras estar ingresada durante seis días en ese centro sanitario público de Bilbao, y a pesar de que su situación clínica parecía haber mejorado, no pudo finalmente superar la enfermedad derivada del contagio del brote epidémico y murió el miércoles al anochecer. Fueron el lehendakari Iñigo Urkullu y la consejera de Salud, Nekane Murga, quienes anunciaron el deceso ayer a mediodía. El virus ha causado en Euskadi 53 muertos, entre ellos, un veinteañero. 

Son los días difíciles, cada día veremos un poco más de casos. Nos acercamos al pico». El mensaje del ministro de Sanidad, Salvador Illa, y del jefe de Emergencias, Fernando Simón, fue ayer idéntico. La expansión del coronavirus no da ni un día de respiro a España. Y la situación no va a mejorar en breve. Las cifras, como se esperaba, están en pleno auge porque la pandemia, según todos los analistas, comienza, ahora sí, a entrar en el momento álgido de propagación. El coronavirus se dispara hasta 17.147 contagios tras un nuevo récord con 3.431 casos en las últimas 24 horas. 

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) considera que los contratos temporales de los empleados públicos no pueden perpetuarse porque no exista un proceso selectivo claro y abre la puerta a que puedan ser indemnizados como cualquier otro trabajador si se abusa de la temporalidad. En la sentencia que dio a conocer ayer, el TJUE sostiene que los Estados miembros o los interlocutores sociales no pueden excluir del concepto de «sucesivos contratos o relaciones laborales de duración determinada», la firma de relaciones con carácter de interinidad para una plaza pública hasta que esta sea provista con carácter definitivo. En Euskadi, entre ambas modalidades suman unos 55.000 empleados en el conjunto de las administraciones, entes, organismos y empresas públicas.