20200202

El número de ocupados vascos con formación primaria y media no ha crecido tras la crisis y su peso baja al 58% del total. Todo el empleo ganado en Euskadi en los últimos cinco años, coincidiendo con la fase de despegue económico, se apoya en trabajadores con estudios superiores (Formación Profesional de grado superior o titulación universitaria). Eso no significa que no se contrate a personal sin ese nivel formativo, lo que ocurre es que, en el otro lado de la cadena, la puerta de salida de las empresas se abre con más frecuencia en estos casos.

Entrevista a Pablo Fano, director de la Oficina de la SPRI del Gobierno vasco en Londres. “Entre las grandes empresas, sí hemos visto inversiones y apuestas fuertes por este mercado, como es el caso de las nuevas plantas que empresas como CAF y Gestamp han inaugurado después del referéndum, o la reciente adquisición de GE Aviation por parte de Aernnova. En cualquier caso, entre las empresas implantadas sí se observa una labor activa de apoyo y asesoramiento a sus trabajadores europeos, a fin de que obtengan el settled status que les permitirá seguir viviendo y trabajando en el Reino Unido, una vez termine el período de transición”.

Entrevista a José María Iruarrizaga, diputado de Hacienda de Bizkaia. Critica que comunidades que rebajan impuestos como Patrimonio y Sucesiones «luego pidan más dinero al Estado». Siempre ha sido bastante reservado, en extremo temeroso de la reacción que pueden generar sus palabras y consciente de cuál es su papel. Es el gestor de la maquinaria de Hacienda en Bizkaia, pero da a entender que las grandes decisiones en política fiscal le vienen dadas. «Son decisiones de los partidos políticos y de las Juntas Generales», insiste. A tan solo unos meses de que PNV y PSE abran el melón de una hipotética reforma fiscal, José María Iruarrizaga, el diputado foral vizcaíno, se mueve con maneras de defensa central. Una máquina despejando balones.

"Ninguno de los requisitos que justifican y hacen exitosa la convocatoria de una huelga general se cumplió el pasado jueves. Nada nuevo. Se trata sólo de un paso más en el camino que han emprendido las principales centrales convocantes y, muy en especial, la antes moderada y filojeltzale Solidaridad de Trabajadores Vascos. Lo proclamó hace ya algunos años un secretario general del sindicato: «Hemos elevado la confrontación a la categoría de estrategia política». Basta con analizar sus actos para confirmarlo. Quizá con el aditamento que han aportado las nuevas circunstancias políticas de los últimos tiempos, añadiendo a la confrontación, también a modo de categoría estratégica, la búsqueda del monopolio en el sindicalismo vasco y la aspiración de ejercer desde él la máxima influencia posible sobre la política".

Tanto el virus, que ha provocado el cierre generalizado de fábricas, como la situación del principal mercado del sector presentan una seria amenaza para empresas vascas de la talla de CIE Automotive, Batz o Gestamp. Fuentes de las dos últimas, afectadas por la extensión de las vacaciones de Año Nuevo Lunar decretada por Shanghái y Suzhou hasta el próximo día 9, reconocen que la situación es complicada, y que la carga de trabajo es muy inferior a la habitual. Además, resulta difícil hacerse con nuevos proyectos y planificar a medio plazo con la plantilla y las cadenas de suministros sumidas en la incertidumbre. CIE Automotive, a la que pertenece el vasco repatriado el viernes, tiene presencia en Wuhan a través de su filial ACS, que fabrica techos para vehículos. Allí, el impacto de la cuarentena decretada en la provincia de Hubei, epicentro de la epidemia, será mucho mayor que en el resto del país, porque las autoridades han informado de que la actividad empresarial y fabril estará detenida al menos hasta el próximo día 13.

El número de contagiados por el coronavirus de Wuhan sigue creciendo. La rápida transmisión de la epidemia también está afectando a las empresas españolas que operan en China. Entre las más expuestas a los efectos colaterales del patógeno están los fabricantes de componentes de automóviles, un sector especialmente importante en la provincia de Hubei, epicentro del brote. Aunque también sufren sus efectos firmas de textil, energéticas, aerolíneas y hoteleras, entre otras.

El PNV ha arrebatado al PP el control de Rioja Alavesa y gobierna en 10 de sus 15 municipios. Ahora ha dado un paso más. Su apoyo «administrativo» a una denominación que quiere romper con Rioja ha conmocionado al sector. La apuesta del PNV alavés por restar protagonismo al PP y confiar en que sus votantes busquen refugio en el nacionalismo moderado frente a EH Bildu ha recogido una de sus mejores cosechas en Rioja Alavesa. Desde mayo controla allí ya diez de los quince ayuntamientos, mientras los populares, que dominaban la comarca, sólo gobiernan en los testimoniales Baños de Ebro y Navaridas.Ahora, la decisión del Gobierno vasco y de la Diputación capitaneada por el jeltzale Ramiro González de dar vía libre «administrativamente porque están en su derecho» a la petición de un pequeño grupo de bodegueros asociados en ABRA de romper con Rioja y crear la denominación propia Viñedos de Alava –incluso ha mejorado el texto para que pueda prosperar en Madrid y Bruselas– ha sorprendido al sector.

Empezó con una fábrica en Llodio que contaba con un horno y dos máquinas, unos pocos empleados y una capacidad de 25.000 toneladas. Vidrala fue y es todavía una empresa familiar, de las de toda la vida. Capitaneada por los Declaux, uno de los apellidos más adinerados de España que, divididos en cinco ramas, se sientan en el accionariado de esta empresa, con Carlos Declaux Zulueta a la cabeza, como presidente desde 2002 y máximo accionista con un 7% de forma indirecta. En los últimos cinco años la acción de Vidrala se ha revalorizado un 122% y el grupo ya vale 2.654 millones de euros en Bolsa.

El cofundador de SolidBI asegura que «las empresas deben poner más el foco en los procesos de diseño de los productos que fabrican y venden». «Nuestra labor es la implantación de soluciones integradas para acelerar los procesos de desarrollo de productos». Álvaro Oslé, director y cofundador de SolidBI, explica que «nuestra área de trabajo se centra en las oficinas técnicas» de las compañías, con el objetivo de ayudarles «en un mercado marcado por la reducción de plazos, de precios y la personalización de los productos cada vez más complejos». "Nuestro principal capital son las personas. SolidBI tiene una organización muy horizontal, cada uno sabe lo que debe de hacer y cuenta con la autonomía suficiente para desarrollar su trabajo. Desde la dirección compartimos con todo el equipo los planes de la empresa para darles la oportunidad de que aporten ideas y las hagan suyas". 

Exigen más vinculación a cambio de no aplicar unas tasas que se han duplicado en una década mientras extienden el cobro por los depósitos. No se trata de ningún engaño, pero sí revela la necesidad que tiene todo el sector para encontrar una fuente de ingresos que, por ahora, no le llega con los intereses de los préstamos; el BCE mantiene en mínimos el precio oficial del dinero en el 0%, y así seguirá a medio plazo. Las comisiones se han convertido en una de las palancas con las que cuentan las entidades para cuadrar sus cuentas, aunque sea a costa del cliente.

El próximo 10 de febrero se cumplirá el octavo aniversario de la reforma laboral, una normativa que en su día levantó una enorme polvareda por hacer más fácil y barato el despido y que, a día de hoy, sigue siendo objeto de polémica. Será el último ejercicio que esta legislación al completo cumpla años, puesto que el próximo se habrán modificado al menos varios de los aspectos más controvertidos. No será finalmente derogada, tal y como habían prometido el PSOE y Unidas Podemos en su acuerdo de Gobierno, ya que –admiten ahora– «técnicamente no es posible», pero sí irán eliminando los puntos «más lesivos» para los trabajadores. Y se producirá «en dos fases», según matizó la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Aunque todo hace prever que, como mínimo, serán tres. O más. Y que hay debate para largo.

Cuando Deloitte realizó el trabajo de campo para elaborar la nueva oleada del Barómetro de Empresas (entre diciembre de 2019 y principios del mes pasado), la formación del actual Gobierno todavía no se había cerrado, pero los empresarios bramaban contra la gestión de Pedro Sánchez en el Ejecutivo en funciones tras la segunda llamada a las urnas. La conclusión, guste o no, es demoledora. Un 66% considera que el resultado de las últimas elecciones generales es malo para la economía española y un 48% piensa que impactará negativamente en su empresa. Las que peor lo califican son las firmas de hostelería y turismo (el 75% lo valora negativamente), inmobiliarias y las de la construcción. 

Los directivos españoles auguran un menor crecimiento económico y reducirán sus planes de inversión y contrataciones, según el Barómetro de Deloitte. Las empresas huelen el fin de la expansión y se preparan para el aterrizaje de la actividad. El año 2019 terminó con un crecimiento en España del 2% —casi el doble que la media europea—, 402.000 empleos más y la inflación contenida. Cualquiera firmaría un 2020 similar. Pero asoma una borrasca y muchos empresarios anticipan que algo comienza a romperse ahí fuera. Las conclusiones del Barómetro de Empresas realizado por Deloitte para EL PAÍS entre 291 sociedades que facturan conjuntamente más de un billón de euros son la fotografía de un cambio de ciclo: un 47% de los consultados cree que la economía empeorará este semestre, otro 41% que se mantendrá como hasta ahora y solo un 12% es optimista.

3,2 millones de asalariados públicos, casi 10 millones de pensiones abonadas cada mes y 2 millones más de beneficiarios de algún tipo de prestación por desempleo. En total, cerca de 15 millones de abonos mensuales, cifra que supera los 13,5 millones de asalariados que presenta el sector privado, y que convierten al Estado en el gran pagador de España. Tanto, que la factura anual asciende ya a 300.000 millones de euros y, además, amenaza con seguir creciendo en los próximos años.