20190916

El ataque con drones a instalaciones petroleras saudíes registrado el sábado sumió ayer el mercado del petróleo en la incertidumbre. Arabia Saudí se vio obligada a reducir a la mitad su producción, pero la inquietud no procede tanto de ese recorte como del riesgo de que se produzca una escalada en la zona. Irán y EE UU se cruzaron ayer duras acusaciones a cuenta del incidente. El riesgo de que se agrave el pulso entre Washington y Teherán supone una nueva amenaza al abastecimiento mundial de energía, ya afectado por el significativo recorte en la producción saudí de crudo que ha provocado la agresión y que puede durar días. Riad afirmó que tiene margen para cubrir las exportaciones con sus reservas.

El balance oficial provisional de 2018 de la Seguridad Social –sin contabilizar la liquidación de las mutuas colaboradoras– muestra que en Euskadi se ingresaron 5.229 millones de euros por cotizaciones sociales, mientras que los gastos totales por prestaciones contributivas ascendieron hasta los 9.236 millones, lo que arroja un déficit contributivo de casi 4.000 millones (más exactamente 3.997 millones). Esto supone duplicar los números rojos contabilizados en 2013. Y en lo que vamos de 2019 la balanza tampoco deja lugar para las alegrías, todo lo contrario. Este déficit estructural radica principalmente en la baja tasa de dependencia que presenta el País Vasco –que no es otra cosa que cuántos trabajadores hay cotizando a la Seguridad Social por cada pensionista que cobra alguna prestación–. Se limita a 1,88, cuando tradicionalmente se estima que son necesarios más de 2,5 cotizantes por pasivo si se quiere un sistema viable. En la actualidad en Euskadi hay 508.039 personas que perciben una pensión contributiva, casi 7.000 más que hace un año.

Las grandes empresas aceleran el retiro de los trabajadores más caros, que sufrirán un recorte de su pensión de entre el 6,5% y el 8% por año. Casi puede hablarse de una oleada de empresas que en los últimos meses han anunciado recortes en sus plantillas, en su gran mayoría del sector de la banca, las telecomunicaciones, la energía o la automoción. Banco Santander ha puesto en marcha un ERE que afectará a 3.000 personas, Caixabank cesará a cerca de 2.100 empleados, Naturgy ajustará su plantilla en 2.500 personas, Dia despedirá a 1.600 trabajadores, Vodafone a 1.000 más, Ford, Nissan, Alcoa... La lista es larga y más elevado aún el número de afectados, muchos de ellos, con edades avanzadas, que, probablemente, no volverán a reengancharse ya. Comenzarán un periodo transitorio hasta que puedan acceder a la jubilación a los 63 años, algunos, los menos, como ‘prejubilados de oro’, puesto que las grandes empresas ofrecen condiciones muy favorables para el retiro. Otros, la inmensa mayoría, se va con despidos objetivos y van enlazando el paro con el subsidio para mayores hasta llegar al retiro.

El sector de la construcción en Euskadi ha sido una de las ac­tividades más castigadas por la reciente crisis, aunque algu­nos datos indican que se va re­cuperando tímidamente. La transformación digital, la falta de personal o la viabilidad eco­nómica de los proyectos son algunos de los desafíos que se les plantean a las empresas, se­gún el portavoz de los cons­tructores guipuzcoanos, Paul Liceaga. Además, es necesario analizar algunas peculiarida­des del sector como su excesi­va dependencia de los ciclos económicos, su atomización o la pérdida de reputación, fruto de las malas prácticas que afloró la recesión. 

El litro de vino tinto de Rioja Alavesa ha superado ya el listón de los 6 euros en el comercio exterior. Esta cifra (6,09 euros) y el crecimiento del vino blanco suponen el gran paracaídas en las exportaciones que ha registrado la comarca, donde las ventas han vuelto a sufrir un descenso significativo durante el primer semestre, en parte debido al efecto del Brexit. En concreto, han caído un 5,4%.Los vinos de Rioja Alavesa han generado durante el primer semestre 61,9 millones de euros, lejos de los 65,4 que alcanzaron en el mismo periodo de 2018, cuando ya se intuía un retroceso en las ventas en el extranjero. La revalorización en el mercado de los caldos de la comarca, que han aumentado los precios en un 3,5%, no alcanza para equilibrar la pérdida de un millón de litros exportados frente al pasado año (10,6 frente a 11,6). El sector, por lo tanto, se encuentra ahora entre el celebrado impulso que recibe cada año en cuanto a la apreciación de su producto y un descenso en las ventas que, en caso de prolongarse, puede generar cierta inquietud.

Desde 2012 hasta 2018 las bajas laborales por enfermedades profesionales se han disparado un 35% -de 7.466 a 11.382-, cifras que van en consonancia con la evolución de las solicitudes. Si hace siete años se procesaron 15.644 partes, en 2018 la cifra se situó en 24.082. En lo que va de 2019, de enero a agosto, ya se han notificado 18.585 partes para empezar el trámite de incapacidad temporal, por lo que se prevé que este año se superen incluso las cifras de 2018. Pedro Pablo Sanz Casado, director gerente de la Asociación de Mutuas de Accidente de Trabajo (AMAT), hace hincapié en que, si bien este incremento corresponde a la recuperación del mercado laboral que se ha producido en los últimos años, «también hay que tener en cuenta que debido a la entrada en vigencia -el 1 de enero de 2019- del Real Decreto 28/2018, hay cambios en la cobertura social de los trabajadores autónomos, extendiéndose de forma obligatoria la cobertura por enfermedades profesionales».

Solo el 23% de los estudiantes elige en España una ingeniería, cinco puntos menos que en Europa. Las universidades buscan cómo atraer el talento. “Pocos tienen claro qué trabajo quieren”, dice el rector de Valencia. Un informe afirma que el 85% de los trabajos de 2030 no se han inventado. Estudiar una ingeniería casi garanti un buen sueldo, un trabajo estable y una gran proyección laboral y creativa. Y, sin embargo, los estudios técnicos han encallado en España y medio planeta cuando más se necesita a estos profesionales. En 2018 estudiaban en España un grado 2.600 potenciales ingenieros y 7.600 arquitectos menos que en 2015, en el último caso por la crisis del ladrillo. Por el contrario, Informática vive un repunte —5.500 inscritos más—, pero insuficiente para cubrir una demanda que crece de forma exponencial en un mundo cambiante que desconoce a qué se va a enfrentar.

El bloqueo que paraliza la vida po­lítica desde el pasado mes de abril y que amenaza con extenderse hasta enero del año que viene ha llevado a empresarios y sindicatos a activar un plan para sacudirse la parálisis en el Congreso. Si la ronda de consultas que comienza hoy no da lugar a una investidura, CEOE, Cepyme, CCOO y UGT ne­gociarán por su cuenta en todas las materias que puedan tratar sin es­perar a quien pueda ser su interlo­cutor en el Gobierno dentro de unos meses. Con el paro estancado en más de tres millones, buscarán pactos en empleo, educación, industria y digitalización. 

Las autoridades monetarias de Rusia, China y varios países emergentes como Turquía, Polonia, Macedonia o Kazajistán se han lanzado en los últimos meses a la compra masiva de oro como valor refugio ante las tensiones económicas mundiales, las guerras comerciales y los bajos tipos de interés. En el primer semestre del año, los bancos centrales de todo el mundo han comprado 374,1 toneladas del metal, un 93% más que en el mismo periodo del año pasado y el mayor incremento registrado en la serie histórica, según las cifras del Consejo Mundial del Oro (WGC por sus siglas en inglés).

En su penúltima comparecencia como presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi ha presentado una nueva batería de medidas monetarias no convencionales, con las que cierra su mandato antes de ceder las llaves de la institución a la francesa Christine Lagarde el 1 de noviembre de este año. Culmina así el banquero italiano un ciclo de ocho años marcado por una popularidad variable, y en todo caso, por un antes y un después. Sucede que no siempre segundas partes fueron buenas. La decisión de perpetuar los tipos negativos ha arrojado sombras sobre su mandato. 

Tenía el aspecto de un hombre duro, quizá incluso distante. Pero era sólo el aspecto y fruto de su voz grave. Lo cierto es que José Miguel de la Rica, durante muchos años la cara y los ojos del empresariado vasco, era todo lo contrario. Era un tipo cercano, con mucho sentido del humor, apasionado en muchas cosas e inconformista en casi todo. Falleció el pasado jueves en Madrid, ciudad en la que residía, a los 89 años, pero hasta sus últimos momentos siguió íntimamente ligado al País Vasco y pendiente de la actualidad. Nacido en Getxo en 1930, fue uno de esos productos de la ‘factoría’ del padre Bernaola que estudiaron en la incipiente Comercial de Deusto los rudimentos de una empresa, para luego lanzarse al mundo de la gestión de grandes compañías... El mundo empresarial vasco le despedirá hoy, en un funeral que se celebrará la parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes de Getxo, a las siete de la tarde.