La economía española ha mantenido un crecimiento superior al de las principales economías europeas, pero inferior al de 2017
Se estima que la economía española ha crecido en 2018 un 2,6%, 0,4 puntos menos que en 2017, y en línea con lo previsto hace un año.
La fortaleza del consumo privado, y especialmente de la inversión, beneficiados por la política monetaria expansiva y la mayor confianza, han impulsado el crecimiento. Sin embargo, la peor evolución de la economía europea, el menor crecimiento del turismo y el aumento del precio del petróleo han deteriorado la posición del sector exterior, impidiendo igualar el crecimiento del pasado año.
La demanda interna ha crecido un 3%, pero el sector exterior deja de contribuir positivamente al crecimiento, restando 0,4 puntos, al notar al acusado aumento del precio del petróleo, si bien las exportaciones han seguido creciendo, aunque a menor ritmo que en 2017.
Se constata una ligera desaceleración a lo largo del año, pero manteniendo un tono bastante dinámico.
La producción industrial ha crecido un 1,4% acumulado hasta octubre y la construcción tendrá un crecimiento elevado, cercano al 7%, el mayor desde antes de la crisis, si bien parte de niveles de actividad muy bajos.
El sector servicios crecerá en torno al 2,5%, impulsado por los servicios a empresas, y el alto nivel de actividad turística.