2020 será un año de crecimiento económico y creación de empleo moderado en el que se configuran una serie de RETOS y DESAFÍOS a superar, si pretendemos prolongar la actual etapa de crecimiento económica y del empleo.
Estos RETOS son los siguientes:
Favorecer una estabilidad sociopolítica, institucional, y legislativa que contribuya a generar confianza para la inversión y el consumo, de tal forma que se facilite el mantenimiento de la recuperación económica y del empleo.
Impulsar políticas y reformas acordes a la actual coyuntura de desaceleración económica, las cuales deberían estar orientadas con carácter prioritario a reforzar y no lastrar la competitividad internacional de las empresas, a dinamizar la actividad económica y a sentar las bases para un crecimiento económico y del empleo sostenible en el tiempo.
Asegurar que las empresas puedan contar con personas suficientes y con la formación demandada.
Avanzar en unas relaciones laborales colaborativas, que contribuyan a la competitividad y viabilidad empresarial y poder así, asentar la recuperación económica sobre un empleo estable y adecuadamente retribuido.
Mantener y reforzar el actual sistema productivo para que sea potente, moderno y de alto valor añadido, si queremos asegurar la sostenibilidad y vialidad del actual estado del bienestar.
Avanzar en el reconocimiento social del empresario/a y de la empresa como generadores de riqueza, empleo y bienestar social, para con ello estimular nuevas vocaciones empresariales y la creación de nuevas empresas, con las que reponer las que se perdieron durante los años de crisis.
Afrontar los retos industriales y tecnológicos que hoy día tiene el tejido productivo, como son , la digitalización e Industria 4.0, la dimensión, la formación dual de la juventud y la continua de los/as trabajadores/as, la innovación, la internacionalización, etc.