- Primera rueda de prensa del nuevo presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, tras el Consejo General en el que se ha materializado el relevo de Roberto Larrañaga
Roberto Larrañaga, a la izquierda de la imagen, y Eduardo Zubiaurre
2019-07-18
Confebask ha celebrado hoy su habitual Consejo General, en el que se ha oficializado el relevo del presidente durante sus últimos cuatro años Roberto Larrañaga. En su despedida, Larrañaga ha agradecido al Consejo General y a los equipos de Confebask y sus asociaciones miembro – Adegi, Cebek y Sea – “vuestra cercanía, amistad y compañía en mi labor al frente de Confebask”.
Roberto Larrañaga ha hecho un somero repaso por algunos de los momentos más destacados de su mandato. Y ha destacado que “si hay un momento de estos cuatro años que recodaré siempre es, sin duda, el acto de memoria y reconocimiento a las víctimas empresariales del terrorismo que organizamos en octubre de 2017. Fue un honor presidir un acto tan oportuno, merecido y emotivo. También ha sido especialmente emotivo, recoger como presidente de Confebask, y en representación del empresariado vasco, la distinción concedida por Cepyme a la resistencia empresarial frente al terrorismo”.
Coyuntura
Por lo demás, Larrañaga ha recordado que “cuando accedí a Confebask lo hice en un momento económico difícil… Hoy estamos en el sexto año de crecimiento”.
En ese sentido, en la rueda de prensa posterior, el ya nuevo presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, ha destacado que “la recuperación económica en Euskadi prosigue a buen ritmo, y de hecho mantenemos las previsiones tanto de crecimiento de PIB para este 2019, - en torno a un 2’5% - como de creación de empleo, unos 14.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social. Estamos en el mejor nivel de empleo desde octubre de 2008, prácticamente en los máximos previos a la crisis. A estas alturas del año tenemos ya más de 973.000 cotizantes a la Seguridad Social, a tan sólo 9.500 del récord histórico”.
Y, además, Zubiaurre recuerda que “estamos en cifras récord de contratación indefinida: hoy en día trabajan en Euskadi 537.000 personas con contrato indefinido, 13.000 más de las que lo hacían antes de la crisis”.
Riesgos y retos
Sin embargo, el presidente de Confebask advierte de riesgos a varios niveles. En el plano internacional, “los ya sabidos sobre las restricciones al comercio mundial”. A nivel estatal, “una inestabilidad política desde 2016 que no ayuda ni a la actividad económica ni a las decisiones de inversión”. Y en referencia a Euskadi, “está el hecho de que sectores tan importantes como el del automóvil, el acero o la Máquina Herramienta reconozcan que siguen con mucha atención lo que sucede a nivel global, algo que les afecta de lleno por su alto potencial exportador. De momento no hay alarma, …pero se mantienen expectantes”.
En cuanto a los retos, Eduardo Zubiaurre ha enfatizado algunos como “mantener la estabilidad institucional en Euskadi, una fiscalidad empresarial más competitiva, un coste de la energía equivalente al de nuestros competidores en Europa, la finalización de la Y vasca, o unas relaciones laborales modernas, adaptadas a los nuevos tiempos, que dejen atrás el modelo de confrontación”.
Además, Zubiaurre ha puesto el acento en la “necesaria plena incorporación de la mujer al mercado laboral en general y a las ramas industriales en particular: no podemos permitirnos prescindir de la mitad de nuestro talento”; así como en “la mejora continua de la Seguridad Laboral, sin duda- añade - una prioridad para la empresa vasca”.
Empresa y sociedad vasca
Por último, Eduardo Zubiaurre ha terminado su alocución frente a los medios de comunicación, recordando que “la empresa vasca es la garante de la creación de riqueza y del empleo. Y, con los impuestos que genera y paga, contribuye de manera decisiva a nuestro particular estado del bienestar. La empresa vasca es sociedad vasca: solidaria porque es competitiva; y competitiva para ser solidaria”.
El presidente de Confebask ha concluido enfatizando que “es necesario un mayor reconocimiento social a los hombres y mujeres de empresa como contribuyentes netos que son al desarrollo del país y sus personas. Ese ‘escudo social’ favorece el emprendimiento, la innovación y el bienestar común, los tres pilares de la sociedad vasca en la que vivimos y en la que queremos que vivan nuestros hijos”.
