20210912

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Domingo, 12 de septiembre de 2021
Núm 894/2021
Año XXXIV

Recuperación: Esperanza y obstáculos (por Eduardo Zubiaurre, Diario Vasco)

Artículo del presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre: "Los datos de la economía vasca indican que estamos recuperando terreno: la industria vuelve a tirar con fuerza, lo mismo que la construcción, mientras que algunas actividades relacionadas con los servicios necesitarán todavía más tiempo para remontar. Todavía se registran unas 2.000 empresas menos de las que teníamos en febrero de 2020, y en torno a 10.000 personas siguen en ERTE, pero la confianza de empresas y consumidores mejora de manera clara y los indicadores de actividad de todos los sectores apuntan a una parte final de año de clara mejoría...En todo caso, no podemos obviar algunos acontecimientos de las últimas semanas que insisten en no darnos un respiro. Por ejemplo, existe un factor claro y de creciente preocupación empresarial a medida que la recuperación económica se afianza: el rápido y elevado encarecimiento de los costes de la energía y de las materias primas, así como los problemas de abastecimiento de ciertos productos para sectores clave de nuestra economía, como el automóvil. La lógica indica que estamos ante problemas puntuales, pero la posibilidad de que se alarguen en el tiempo arroja una gran incertidumbre. A esto hay que añadirle otras cuestiones, más ‘locales’ si se quiere, pero que también tienen su efecto. De una parte, el alto índice de absentismo que sufren muchas de las empresas vascas y que hace que su nivel esté en Euskadi muy por encima del existente en el Estado y del resto de las economías de nuestro entorno, sin que haya un motivo aparente que lo explique. Y de otro, la conflictividad sindical y la judicialización de las relaciones laborales que sufren muchas empresas vascas en dificultades y que tampoco encuentra comparación en nuestro entorno..."

Salir bien de la crisis exige afinar las transiciones (Diario Vasco)

Para analizar la actualidad económica y los retos futuros, DV ha recabado la opinión de ocho primeros espadas de muy distintos sectores e instituciones. Ninguno duda de que la remontada es una realidad sólida e incontestable, aunque no uniforme. Las ganas por invertir y generar actividad y hasta la capacidad histórica de superar crisis conviven con algunas sombras que no son sencillas de disipar. Además de Eduardo Zubiaurre, en este reportaje participan más personas. Josu Jon Imaz: "Una transición justa, inclusiva y competitiva: Los signos de recuperación económica son evidentes. Sus motores van a ser fundamentalmente tres: el sector exterior vinculado a las exportaciones; el ahorro embalsado por la pandemia que debe empujar el consumo interno y el sector público, a través de la tracción de los Fondos Europeos. Hay motivos para la esperanza, modulada por el alza de las materias primas y los precios de la energía, que contribuye a alimentar los riesgos de inflación". Cristina Garmendia: "Manual para conducir con curvas: El precio de la luz, las cifras de la pandemia, las principales variables macroeconómicas, incluso la climatología, dibujan curvas de fuentes fiables y contrastadas, que estos días oscilan en rangos y velocidades a los que no estamos acostumbrados". Iñigo Ucin: "En la senda de la recuperación: Entre ola y ola, la economía avanza en la buena dirección y aunque siempre hay situaciones distintas según el sector y la casuística de cada empresa, se puede decir que, para el conjunto de nuestras cooperativas, nada tiene que ver la situación hoy con la del primer semestre del año. Pese a a las reiteradas paradas de plantas en la automoción por la falta de chips, las complicaciones en la cadena de suministro en diversos sectores y la problemática de incremento de precios por desequilibrios entre la oferta/demanda y la especulación que aparece en estas circunstancias, las cosas en general van bien"...

«Euskadi ha perdido atractivo para invertir respecto a otras regiones que se nos acercan» (El Correo)

Veinte días antes de dejar su cargo al frente del Círculo de Empresarios Vascos, Javier Ormazabal destila pesimismo sobre la capacidad de Euskadi para atraer nuevas inversiones como consecuencia de las deficiencias que detecta en infraestructuras y formación de las personas. «Hemos perdido atractivo, no cazamos a los líderes y se nos acercan otras regiones perseguidoras». Al presidente del grupo Velatia, le preocupa no sólo la coyuntura económica que tenemos en esta nueva fase de la pandemia, «llena de incertidumbres», sino una cierta pérdida de atractivo del País Vasco para invertir; los altos niveles de absentismo laboral sin que exista para ello una explicación razonable y unas buenas dosis de radicalidad sindical que nos distingue de otros territorios. "Las decisiones de inversión no responden sólo a las matemáticas, sino también a cuestiones emocionales. Sin duda hemos perdido inversiones por ello, me consta. En algunos proyectos, digamos, la receptividad sindical no era precisamente buena". "Creo que el del absentismo es un tema que no se ha analizado suficiente y que merecería la pena estudiar en profundidad para tener una buena radiografía de las causas. Hay algunos elementos preocupantes.– ¿Por ejemplo?– Que el diferencial de absentismo comparado con la media española, por ejemplo, no se registre sólo en aquellos trabajos de alta penosidad. También en eso que se pueden denominar empleos de calidad..."

«Un retroceso en la reforma laboral no va a hacernos más competitivos » (El Correo)

En este apartado de la misma entrevista, Javier Ormazabal habla de otros temas. Sobre el SMI: "La verdad es que no me parece que sea algo prioritario en este momento. Acabamos de pasar una crisis extraordinariamente dura. Como le decía estamos en una fase de recuperación, pero con enormes incertidumbres. Creo que no es el momento. Creo que se puede esperar hasta que exista mayor estabilidad en la economía". Reforma laboral: "sí tengo claras dos cosas: que el cambio legislativo no provocó la debacle que algunos anticipaban y que un retroceso no va a hacernos más competitivos". 

Aernnova anula días de ERTE y el comité pide readmitir a los despedidos (El Correo)

La dirección de la planta de Aernnova en Berantevilla ha trasladado esta semana a los representantes de la plantilla que «anula todos los días de ERTE» correspondientes a septiembre y octubre, según anunciaron ayer los sindicatos ELA, LAB, USO y CGT en una concentración en la plaza de Virgen Blanca. Con esta decisión de la compañía aeronáutica –para atender nuevas necesidades de producción, en concreto, pedidos de Embraer–, a juicio de las centrales sindicales todavía tiene menos justificación el ERE de extinción aplicado por la firma alavesa y que supuso el despido en febrero de 82 trabajadores. De hecho, volvieron a pedir su readmisión.

La recuperación no vuela (El País)

En el mejor de los escenarios, el sector aéreo terminará el año un 29% por debajo de los niveles prepandemia. Los ingresos globales para este año en el mundo de la aviación se espera que sean un 38% inferiores a los que tuvo la industria antes de la covid, para alcanzar en el mejor de los casos los 255.000 millones de dólares. Aunque hay pronósticos más o menos esperanzadores. El de IATA transita entre el optimismo puntual y la mirada a medio plazo: su último reporte de tráficos, publicado a principios de este mes, refleja que los ingresos de pasajeros por kilómetro de toda la industria durante julio todavía fueron un 53% más bajos que los niveles prepandemia en un mes de vacaciones tradicionalmente animado en el hemisferio norte. Ante ello, vaticina un cierre del año un 29% por debajo de los niveles previos. El tráfico internacional mejora en todos los continentes frente al terrible 2020, pero la debilidad del mercado chino, las restricciones en Australia y las desiguales recuperaciones dejan el escenario muy abierto.

«Bizkaia tiene potencial y atractivo para albergar un centro de datos mundial» (El Correo)

Arturo Azcorra, director Telecomunicaciones Gobierno central, habla con soltura de terabytes, 5G, capas core, complejos satélites de comunicación, gafas de realidad aumentada, fábricas con robots a distancia o protecciones contra ataques informáticos de escala planetaria. Todo suena a ciencia ficción, «pero muchas cosas ya están aquí y otras muchas van a llegar en el plazo de uno a cinco años», argumenta. «Date cuenta de que con el WhatsApp llevamos, por ejemplo, menos de una década y era algo impensable». El jueves regresó a su territorio natal para asistir en Sopela al inicio de las obras del cable de Google que unirá Europa y Estados Unidos. "Los cables submarinos son la médula especial del sistema de comunicaciones mundial. Por tanto tiene una importancia enorme. Que pase por Bizkaia nos convierte en un cruce de caminos. Como en su día fueron las calzadas romanas, pues ahora son los cables submarinos...Ahora mismo se está construyendo un centro de datos de Amazon en Huesca y tenemos otro enorme en Madrid, que es de Google, que ha generado lo que llaman una región ‘cloud’, y esta empresa va a ampliar sus necesidades. Por lo tanto, podría ser que se genere un centro de datos en Bizkaia". 

40.000 trabajadores vascos cobran el salario mínimo de 950 euros (El Correo)

Empleadas de hogar, la hostelería y el sector primario concentran los sueldos más bajos. Se estima que millón y medio de asalariados percibe el SMI en España, en torno al 10% del total. Confebask, sin embargo, calcula que ese porcentaje se reduce a la mitad en el País Vasco, lo cual supone que lo cobran unos 40.000 trabajadores. Los sindicatos afirman que el impacto económico de elevar el SMI sería mínimo. Los empresarios, sin embargo, ven las cosas desde un prisma diferente y sí creen que una subida del SMI puede afectar a la creación de empleo. «No nos oponemos a ella. De hecho, las anteriores han sido pactadas con la CEOE. Otra cosa es que estemos de acuerdo en el momento y en la intensidad de esa subida», comenta Pablo Martín, responsable de Economía de Confebask.La patronal vasca señala que, a pesar de la menor incidencia del SMI en Euskadi, el alza afectaría sobre todo a sectores como el primario, la hostelería o el servicio doméstico, «cuya recuperación está rezagada». Martín incide en que también tendría impacto en los complementos de convenios que están ligados al SMI. «Creemos que, con las subidas de los últimos años, el salario ya se ha situado en un nivel más normal».

Por qué la factura eléctrica no ha dejado de engordar en los últimos 20 años (El Correo)

Con unos precios mayoristas exactamente iguales que en España, los consumidores en Portugal apenas han notado estas semanas la subida de la luz. El sistema ibérico (el que comparten ambos países para determinar los costes de la electricidad) es igual en toda la Península. Pero aquí los ciudadanos ven cómo sus recibos eléctricos se han incrementado notablemente. Y allí, desde Oporto hasta el Algarve, pasando por Lisboa, no. ¿Cómo es posible? La razón está en que la factura lusa, como las de otros muchos países europeos, no carga con miles de millones en costes extraordinarios que los diferentes gobiernos han ido cargando en el recibo sin que el ciudadano se haya dado cuenta, hasta que los precios explotan. Y cuando eso ocurre, todo se pone en cuestión. De todo el importe que pagan los ciudadanos en cada factura de la luz, casi tres cuartas partes son costes fijos en sus múltiples acepciones.

La inflación real y su percepción social (por Raymond Torres, El País)

La reciente decisión del banco central de prolongar la expansión monetaria (si bien con matices y precauciones retóricas), y así aligerar los costes de nuestra deuda pública, se fundamenta en una apuesta a un solo número: la inflación volverá a su cauce en los próximos meses. Según los expertos de Fráncfort, el IPC bajará del 3% actual al 1,7% en 2022 y al 1,5% en 2023 para el conjunto de la eurozona. Esta hipótesis justifica el mantenimiento de tipos de interés nulos, y promete una financiación del déficit público en condiciones de gran comodidad...Los vaticinios tranquilizadores del BCE contrastan con las anticipaciones alcistas de los hogares...En suma, la previsión de inflación está rodeada de gran incertidumbre: la brecha no para de crecer entre la observación objetiva del pasado, evidenciada por la moderación del núcleo central de precios y salarios, y las percepciones sociales cada vez más alcistas. La evolución del bucle precios-salarios en EE UU, donde las tensiones son más patentes, será un indicador adelantado a vigilar. Entre tanto, es imprescindible reducir nuestra propia vulnerabilidad ante un posible desanclaje, que abocaría a un endurecimiento inesperado de la política monetaria. De ahí la importancia de favorecer pactos con los interlocutores sociales y de quebrar la escalada de aquellos costes sobre los que incide directamente la política económica, como la electricidad.

La economía paga el precio del descontento (El País)

Los políticos, las grandes empresas y la sociedad civil ignoran que la línea entre la injusticia y la ira es muy delgada, y que la rabia fermenta con facilidad. El malestar social (revueltas, protestas y otras formas de conflictos y desórdenes) semeja un globo terráqueo que gira un niño enfadado. Da vueltas, pero su dedo no se frena en ninguna geografía. Gira y gira. Colombia, Túnez, Francia, Myanmar, Chile, México, Estados Unidos, Sudáfrica, Tailandia, Hong Kong, Cuba, Uruguay, Bielorrusia, Brasil. El mapa del desencanto y la furia carece de fronteras. Barricadas, contenedores quemados, choques con la policía. Solo esta década, acorde con el Institute for Economics & Peace, un think tank con sede en Sídney (Australia), aumentaron el 251%. La pandemia produjo 5.000 enfrentamientos en 158 países. “No todos fueron violentos”, aclara Darren Lewis, responsable de marketing de la organización. Sin embargo, la violencia se ha vuelto más habitual a partir del hundimiento financiero de 2008.

Angela Merkel: la última estadista de Europa (El Correo)

Para ser 'estadista' es necesaria una amplia visión de futuro para lograr grandes acuerdos, nacionales o internacionales; sometimiento y control de las ambiciones personales; altruismo y generosidad con los antagonistas y clarividencia para asimilar y comprender cuándo es el momento de abandonar el poder. Este es el caso de la líder europea más relevante del presente siglo, Angela Merkel, quien abandona el poder después de 16 años, tras ganar todas las elecciones a las que se ha presentado y tras gobernar Alemania durante cuatro legislaturas. Con una popularidad siempre por encima del 50%, ninguno de los candidatos que aspiran a sucederla tras las elecciones del próximo día 26 se acerca siquiera a dicho porcentaje en estimación y prestigio. Aclamada por muchos y vilipendiada por otros tantos, nadie puede negar su arrojo para enfrentarse a numerosas y graves crisis, tanto en la primera economía europea y cuarta del mundo (Alemania) como en cuestiones relativas a la UE. Criticada hasta la saciedad por las inflexibles políticas de austeridad con las que lastró a los países del sur de la Unión (España, Grecia, Italia y Portugal) tras la crisis de 2008, ha sido capaz de dar vía libre al mayor plan de incentivos económicos de la historia para enfrentarse a la crisis del Covid-19 y salvaguardar las economías comunitarias.

Dolor y recuerdo en el 20 aniversario del 11-S en EE.UU (Diario Vasco, El País, El Mundo)

No era momento de discursos presidenciales en un cruce irónico de la historia que ha vuelto a poner Afganistán y el 11-S en la misma página. Joe Biden llegó en silencio junto al resto de los dignatarios y se marchó sin bajarse la mascarilla, antes incluso de que las campanas marcasen la caída de la segunda torre gemela. Tocaba dejar el micrófono a los familiares de las casi 3.000 personas que murieron hace veinte años en ese camposanto en que los terroristas convirtieron el World Trade Center. Muchos de los que subieron al escenario durante las cuatro horas que se tardaron en leer sus nombres nunca los conocieron. Eran sus nietos, sobrinos y hasta los hijos que aún se engendraban en el vientre de sus madres el día en que se quedaron viudas. Han nacido y crecido bajo la sombra de esas figuras congeladas que siempre les sonríen desde las fotografías. 

Euskadi encara la última semana con las actuales restricciones con el virus a la baja (Diario Vasco)

La quinta ola sigue remitiendo en Gipuzkoa y Euskadi en lo que se prevé que sea el último fin de semana con las actuales restricciones. El escenario de la pandemia dibuja un horizonte alentador que permita esta próxima semana al Gobierno Vasco abrir la mano y relajar las limitaciones en vigor, especialmente en lo referido a horarios y aforos. La evolución favorable de los principales indicadores epidemiológicos permitirán, salvo imprevisto, al lehendakari Iñigo Urkullu y a los expertos del LABI establecer medidas más laxas en la reunión adelantada para el viernes. La bajada se mantiene a un ritmo similar, sin grandes alteraciones. Cada día se van dando pequeños pasos que permiten pensar en poder respirar más tranquilos. Los principales indicadores del virus se han mantenido en verde los últimos días, es decir, continúan dibujando una curva descendente que ha permitido que la incidencia acumulada a 14 días de Euskadi descienda del umbral de los 200 casos por cada 100.000 habitantes. El departamento de Salud no actualiza este dato los fines de semana, pero es previsible que siga bajando, aunque aún queda un trecho hasta el objetivo que se ha marcado el ejecutivo vasco: situarse por debajo de los 60 casos.