20200925

El bloque logístico ‘inteligente’ que Mercadona ha levantado al oeste del polígono industrial de Júndiz, en Vitoria, luce ya en toda su magnitud. La compañía valenciana ha culminado la edificación de este complejo en el entorno del pueblo de Margarita tras la inversión de más de 180 millones de euros. El ambicioso proyecto le ha permitido crear 480 empleos «estables, indefinidos y de calidad», subrayan desde la firma. Este equipamiento es estratégico para Álava desde el punto de vista logístico y supone un ejemplo de inversión en I+D como base para la creación de empleo y surte a sus supermercados de Euskadi, Navarra, La Rioja, Cantabria y Burgos. El polígono industrial de Júndiz –el más extenso de Euskadi con siete millones de metros cuadrados– refuerza así su posición en el panorama logístico.

Amenabar disputa el trono de ser la mayor promotora de España. La compañía vasca presumiblemente cerrará este año como la inmobiliaria que más entregas de viviendas va a realizar, por delante de las cotizadas Aedas, Neinor y Metrovacesa y de otra importante compañía como la madrileña Vía Célere. Construcciones Amenabar entregará a clientes 2.200 casas, una cifra que la sitúa por encima de sus competidores. “La tendencia de la actividad de la construcción de vivienda residencial para la sociedad sigue siendo al alza para el 2020, con una cartera de 5.000 viviendas en construcción y con previsión de duplicar el número de viviendas entregadas hasta las 2.200”, recoge la compañía en el informe de gestión de sus cuentas de 2019 recién presentadas en el Registro Mercantil.

Las negociaciones del Gobierno con la patronal y los sindicatos para definir el nuevo esquema de protección acabaron ayer sin acuerdo después de más de ocho horas de negociación. El epicentro del acuerdo pivota en torno a qué empresas seguirán cubiertas por este mecanismo. No serán todas, como ocurrió tras el decreto del estado de alarma de marzo. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, aclaraba ayer mismo que el Gobierno quiere «evitar el café para todos». Apuesta por «diferenciar» a los negocios que puedan acogerse a los ERTE, porque «no todo el mundo precisa el mismo nivel de apoyo». No coincide aparentemente con el análisis de su compañera de gabinete, Yolanda Díaz, ministra de Empleo. Casi a la misma hora, y en otro canal televisivo, la responsable de Trabajo apuntaba que «hay dinero suficiente». Porque, a su juicio, «por fin Europa ha entendido que esta salida a la crisis hay que hacerla con otra mirada». Sin embargo, la ministra reconoció que el punto relativo a las cotizaciones sociales es el que más controversias está generando en el seno del diálogo social.

La segunda ola del coronavirus y de las restricciones de movilidad en las próximas semanas han sembrado el temor entre los pequeños empresarios y autónomos, que viven estos días pendientes del resultado de las negociaciones para alargar los ERTE y otros esquemas de ayudas que el Gobierno ha prometido poner en marcha a partir del martes. En total, unos 370.000 autónomos mantienen sus actividades cerradas en estos momentos y más de 1,6 millones de trabajadores por cuenta propia afirman que han visto caer su actividad por encima del 60% en lo que va de año, según la última encuesta sobre la situación económica del colectivo realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). Unos 320.000 (un 10%) tendrán que cerrar sus negocios antes de Navidad y otros 500.000 preparan ya despidos de algunos de sus empleados «Estoy en zona de peligro: si la gente no sale de casa, tengo que cerrar». 

La mayoría de los fabricantes de vehículos se encuentran por encima de los límites de emisiones de dióxido de carbono (CO2) recogidos en la normativa europea CAFE (Corporate Average Fuel Emissions, en español Emisiones de Combustible Medias Corporativas). Este año, los objetivos fijados por Europa se aplicarán al 95% del total de vehículos matriculados por cada grupo, dejando fuera del cálculo al 5% de los automóviles más contaminantes, lo que se conoce como phase-in. Será ya a partir del año que viene cuando las emisiones de los coches vendidos por cada fabricante deban estar por debajo de los 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. Ninguno de los grandes fabricantes cumplía a finales del primer semestre con la normativa, exceptuando Geely. En concreto, entre enero y julio, los vehículos vendidos por el grupo chino en el mercado europeo registraron un promedio de 103,7 g/km de CO2, frente a un objetivo de 110,4. Al resto solo le queda este segundo semestre para reducir emisiones, ya que la multas empezarán a consignarse a partir del próximo enero.

En su boletín económico, que analiza el impacto de la pandemia, sostiene que el mercado laboral seguirá resintiéndose. «Los indicadores apuntan a una continua pérdida de empleo en el tercer trimestre». En este sentido, refleja que la tasa de paro de la zona euro subió apenas dos décimas entre los meses de junio y julio (del 7,7% al 7,9%). Y el repunte también fue contenido ampliando el foco a seis meses (periodo febrero-julio). Apenas un 0,7% cuando, en un periodo similar durante la anterior recesión (septiembre de 2008-febrero de 2009) llegó a dispararse hasta un 1,3%. ¿Cuál es la diferencia? Las políticas laborales impulsadas por los gobiernos para incrementar el empleo pero, sobre todo, para evitar los despidos permanentes (léase los ERTE) son las que han conseguido «aliviar» el desplome.

El Gobierno británico, encabezado por el conservador Boris Johnson, va a poner en marcha un nuevo plan de choque multimillonario para hacer frente a los estragos económicos del coronavirus. Así lo anunció ayer al Parlamento el ministro de Economía británico (chancellor), Rishi Sunak. Lanza otro plan multimillonario para ayudar a las empresas, con menos IVA, más créditos y más ayudas laborales. El Gobierno británico pagará una parte de los salarios de los trabajadores durante un periodo de seis meses para mitigar el impacto de las nuevas restricciones por el Covid. Pero ahora lo limitará al pago de la tercera parte del salario por las horas no trabajadas de empleados a tiempo parcial y hasta un máximo de unos 750 euros al mes, para sustituir a la subvención del 80% del salario que cancelará en el final de octubre. El nuevo programa es similar al que ya se ha puesto en marcha en Alemania. «A medida que la economía se reabre, sería esencialmente equivocado sostener empleos que solo existen por el ‘furlough’ (el programa vigente de subvención, similar a los Ertes de España)», dijo el ministro de Hacienda, Rishi Sunak, en la presentación de sus ‘medidas para la economía invernal’ ante el Parlamento. «No puedo salvar a todas las empresas, no puedo salvar todos los empleos», añadió.

Tras la huelga del sector aeronáutico del martes pasado, en la que los sindicatos CC OO y UGT lograron un seguimiento relevante, pero desigual, toca sentarse en la mesa de negociación. Horas antes de aquel paro el Ministerio de Industria se comprometió a promover la constitución de la Mesa Sectorial Aeronáutica, foro de negociación a cuatro bandas entre el Ejecutivo, las grandes empresas, la patronal Tedae y las centrales mayoritarias. Así ha sido, porque el primer encuentro tiene lugar hoy. A esta cita, clave para la industria vasca, sus participantes no van en blanco, ya que se han sucedido una serie de reuniones previas a dos bandas entre todos ellos, como la del pasado lunes entre el secretario de Estado de Industria, Raúl Blanco, y UGT y CC OO; o el pasado jueves, entre la cúpula empresarial y ambas organizaciones sindicales.

Joaquín Tellería (Donostia, 1958) será el nuevo presidente del Puerto de Pasaia en sustitución de Félix Garciandia, quien presentó su dimisión en julio tras una gestión convulsa que le enfrentó con la mayor parte de su ‘staff’ directivo. El nombramiento será aprobado por el Gobierno Vasco en el Consejo del próximo martes. Telleria se enfrenta a un puerto con pérdida de tráficos desde hace años y en plena pandemia. La propuesta parte de la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, dado que esta infraestructura depende de ese departamento, aunque en última instancia es competencia del Puertos del Estado.

Un total de 748 jóvenes empresas de base tecnológica han presentado sus proyectos de innovación con vistas a poder ser seleccionadas y contratadas por las 57 grandes firmas con presencia en Euskadi que respaldan el programa BIND 4.0, promovido por la sociedad de promoción industria vasca SPRI. Este programa tiene un triple objetivo: acelerar y proporcionar un acceso al mercado de los grandes clientes a las ‘startups’; favorecer la atracción a Euskadi de talento emprendedor en tecnologías innovadoras; y acelerar los procesos de innovación en las grandes compañías vascas. En esta quinta edición, el programa Bind 4.0 ha logrado atraer los proyectos innovación de esas 748 ‘startups’, de las que 59 son vascas, otras 100 del resto de España y destaca el hecho que las restantes 589 son empresas procedentes de otros países.

La mitad de las trabajadoras vascas cobra menos de 20.900 euros año, mientras que en el caso de los hombres ese sueldo mediano que divide al colectivo en dos partes se sitúa en los 28.922 euros. Es decir, que el 50% ingresa menos de esa cantidad. Es otra forma de medir la brecha salarial, que en Euskadi se está reduciendo aunque sigue siendo muy significativa. La encuesta del INE ayuda a entender de dónde viene la brecha salarial por género, que nada tiene que ver con discriminación salarial. La razón principal es que la trabajadoras vascas ocupan el 68% de los empleos peor pagados (sectores servicios y limpieza) limpieza). Ellos dominan en la industria, con sueldos más altos. Euskadi se mantiene en la encuesta como la comunidad con salarios más elevados tanto para hombres como para mujeres.

«Momento decisivo», «última oportunidad» y «más decisión». Con ese serial de términos la Comisión Europea encendió ayer la luz roja de alerta. Si no se pone remedio «de inmediato», Europa se verá abocada a revivir los efectos más dañinos de la pandemia que la noquearon la pasada primavera. «Todos los Estados miembros deberían estar preparados para desplegar medidas de control inmediatamente y en el momento adecuado», advertía la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, en un llamamiento de urgencia ante la inquietante propagación de esta segunda ola del patógeno. El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades cuestiona a España, Francia y Bélgica por acortar la cuarentena. 

«Nada en la situación sanitaria justifica este anuncio. No acepto que los marselleses sean víctimas de decisiones políticas que no comprende nadie», denunció la alcaldesa de Marsella. Pulso entre el ministro francés de Sanidad y la ciudad de Marsella después de que el Gobierno decretara el cierre de bares y restaurantes en la segunda ciudad más poblada del país, a partir de mañana, para frenar el avance del Covid-19. Esta decisión ha provocado la incomprensión y la ira de los líderes locales y dueños de establecimientos de esta ciudad sureña. El Ayuntamiento de Marsella ha pedido al Gobierno francés un plazo de diez días antes de aplicar las nuevas restricciones. Argumentan que la ciudad ha tomado medidas para luchar contra el virus y empiezan a funcionar. París se rebela también por las limitaciones horarias en la hostelería. La Alcaldía de la capital critica que los bares bajen sus persianas a las 22.00 y la clausura de gimnasios. 

La rápida propagación de la segunda ola del coronavirus en Madrid llevó ayer al Gobierno a ofrecer al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso que utilice a 7.500 militares en labores de rastreo, desinfección y logística; más recursos sanitarios; y el asesoramiento del instituto Carlos III o del Centro de Alertas y Emergencias. “Vienen semanas duras en Madrid, y, por tanto, hay que actuar con determinación para tomar el control de la pandemia en esta comunidad”, advirtió el ministro de Sanidad, Salvador Illa, antes de que el Ejecutivo regional aclare hoy si finalmente amplía a más áreas las restricciones a la movilidad que afectan desde el lunes a la actividad de más de 850.000 personas.

El actor y nuevo premio Donostia Viggo Mortensen (Nueva York, 1958) entra en la sala de entrevistas y suelta un «gora Donostiako Zinemaldia» que parece un ensayo previo a la recogida anoche en el Kursaal del galardón del Festival de Cine. En realidad, Mortensen no oculta que ha venido mucho más interesado por promocionar su primera película como director que por recoger el Premio Donostia. Afable, locuaz y muy profesional, el actor afirma creer que «de lo que está pasando ahora en el mundo y que se refleja un poco en ‘Falling’, podemos salir un poco mejores». Sostiene que la pandemia «nos obliga a pensar seriamente en la sanidad y la educación públicas». Si van a leer del tirón sus respuestas, cojan aire primero.