20200703

En declaraciones a diferentes medios de comunicación, el responsable de Economía de Confebask, Pablo Martín, ha analizado los datos del mes de junio, en el que el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo en Euskadi aumentó en 2.733 personas con respecto al mes anterior (+1,93%), con lo que la cifra total de desempleados se situó en 144.448. Pablo Martín ha afirmado que la evolución del paro, "no por esperada, nos deja de preocupar porque estamos ante el peor junio de toda la serie histórica, un mes en el que el desempleo ha subido en casi 3.000 personas, cuando siempre suele ser un mes de descenso del paro”. En ese sentido, el responsable de Confebask asegura que “los datos son ciertamente negativos y consecuencia directa de todo lo que está sucediendo, de los efectos económicos que está teniendo la pandemia". 

El pasado junio fue especialmente negro para el mercado laboral vasco. Euskadi registró por primera vez en su historia un repunte del paro en ese mes, que tradicionalmente es muy positivo, al sumar 2.733 personas en Lanbide. Pero, además, su evolución fue mucho peor que la media nacional. El País Vasco registró el segundo mayor aumento del desempleo de toda España, solo por detrás de la Comunidad Valenciana, donde encima el incremento se debió a una oferta de trabajo que obligaba a registrarse como parado. En materia de afiliación, más de lo mismo. Aquí se perdieron 3.993 cotizantes mientras que en el conjunto del país se creó empleo. Confebask calificó los datos de «ciertamente negativos», aunque destacó que la caída de afiliación en el último año es superior en el conjunto de España (-4,6%) que en Euskadi (-3,1%).

Entrevista con Borja Belandia Director general de Lanbide. Achaca el peor comportamiento de Euskadi respecto a la media a una menor reactivación en la hostelería.  Antes de que estallara la pandemia, esperaban llegar a máximos históricos de afiliación en mayo. Pero se cierra el mandato con una pérdida de 30.000 cotizantes desde febrero, una cifra que «se tardará hasta dos años en recuperar». "Mi impresión es que la actividad hotelera y la hostelería se están recuperando a menor ritmo aquí que en el conjunto del Estado. No hay más que darse una vuelta para verlo. Muchos negocios siguen cerrados o con poco personal. Los datos de paro muestran que, una vez descontado el colectivo ‘sin empleo anterior’, el repunte se ha concentrado en servicios, con casi 1.000 parados más. Son, en gran medida, contratos temporales que no se han renovado". 

Parece una cifra modesta, pero es el peor dato en dicho mes desde 2008. Es decir, desde el segundo año de la crisis financiera. Es más, junio es uno de esos meses en los que el paro sigue bajando como consecuencia de la temporada estival. Por ejemplo, en 2013, 2014 y 2016 la cifra de desempleo en dicho mes descendió en más de 120.000 personas. Es verdad que la subida del paro en junio ha sido muy inferior a la de los tres meses anteriores. Sobre todo a las de marzo y abril, con el estallido de la crisis del coronavirus, cuando las subidas del desempleo fueron de 302.265 y 282.891, respectivamente. Sin embargo, que el desempleo aumente en junio significa que la reactivación económica es incapaz, todavía, de absorber la demanda de empleo. Esto es así, por mucho que el Ministerio de Trabajo explicase ayer que el incremento del paro en junio se debe a que el 48% de los demandantes de empleo, casi 15.000 personas, se registraron en la Comunidad Valenciana para optar a la oferta pública de empleo como “auxiliar de planes de contingencia en las playas, para tomar medidas de prevención del coronavirus”.

Este fondo se presentará hoy dentro de un nuevo impulso para la recuperación junto a una nueva línea de avales del ICO dotada con 40.000 millones y el Plan Renove del parque automovilístico, dotado con hasta 250 millones de euros. Los 10.000 millones de euros servirán para apoyar la solvencia de distintas compañías mediante la compra de acciones, deuda o cualquier otro instrumento convertible en capital y la concesión de préstamos participativos, pero siempre que antes las propias empresas lo soliciten y como opción de último recurso. Se apoyará a todo tipo de empresas que sean consideradas estratégicas para el tejido productivo. La entrada del Gobierno a través de SEPI en el accionariado será transitoria.

El Gobierno prepara un gran mensaje de acuerdo con los agentes sociales para dar un impulso al empleo y la recuperación y, de paso, dejar un recado al resto de fuerzas políticas. Pedro Sánchez firmará hoy en La Moncloa con los líderes de las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos CC OO y UGT un “pacto de reactivación económica y por el empleo” que tiene un contenido muy genérico pero abre paso a una negociación de fondo para fijar cuestiones clave. Esa escenificación ofrece una señal política de primera magnitud en pleno debate sobre el fondo europeo de recuperación y, sobre todo, a las puertas de la negociación de presupuestos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer que la reforma fiscal que está diseñando su Ejecutivo contempla una subida de impuestos a las grandes corporaciones, a través del impuesto de Sociedades, y un incremento del IRPF a los tramos salariales más altos, como está recogido en el acuerdo presupuestario que firmó con Unidas Podemos en 2019. En una entrevista en la Sexta, Sánchez justificó la subida de impuestos en la necesidad de fortalecer el sistema de salud pública y que no se vuelva a colapsar, como sucedió en los peores momentos de la pandemia del Covid-19. El presidente no aclara si la reforma fiscal que prepara el Gobierno aumentará también la presión sobre las clases medias. 

La industria, el pivote del nuevo modelo productivo hacia el que quieren dirigir la economía española el Gobierno y los agentes sociales, no tiene tiempo para que Pedro Sánchez le explique sus planes. Tres grandes empresas como Alcoa, Nissan y Airbus han anunciado en el último mes despidos que afectarán de aquí a final de año a 4.000 trabajadores en Galicia, Cataluña, Madrid y Andalucía. Los esquemas de protección social a través de ERTE no han servido a estas empresas, acostumbradas a tomar decisiones para el largo plazo. Los despidos implican en el caso de Alcoa y Nissan el cierre de las plantas, con lo que eso supone para una segunda capa de tejido industrial que son los proveedores y parques empresariales que dependen de sus pedidos. En el caso de Airbus, aunque los despidos se repartan entre Getafe y Puerto Real (Cádiz), supondrán en la práctica el cierre de esta última planta en una provincia donde algunos ayuntamientos lideran las tasas de desempleo en España.

El fin del desconfinamiento y la progresiva vuelta a la normalidad se vieron reflejados en la actividad de la industria vasca en mayo, mes en el que la producción manufacturera registró una caída del 27,8% con respecto a mayo de 2019, en términos homogéneos de calendario laboral, un mal dato si se toma de forma aislada, pero que si se analiza desde la variación mensual se torna positivo ya que mayo ofrece un aumento del 16,7% en relación a abril. Los datos ofrecidos ayer por el Intituto vasco de Estadística (Eustat) reflejan una «reactivación gradual» de la industria durante el mes de mayo. De este modo, aunque la actividad industrial se ha situado ese 27,8% por debajo de la de mayo del pasado año, la caída interanual es «significativamente menor» que la del mes anterior, de abril, en el que la pérdida ascendió al 39%. 

La firma pilotada por José Miguel García repasó ayer su trayectoria, resaltando su posición de generador de empleo en el País Vasco y revelándose como uno de los grandes sostenes de las finanzas públicas, vía impuestos, pues ha aportado a las haciendas forales más de 1.300 millones. Del mismo modo, y con la ‘marea naranja’ ciclista en la mente de todos, la firma resaltó su compromiso y cercanía con la tiera que le vio nacer, en la que se ha convertido en un referente en cuanto a iniciativas solidarias, sociales y deportivas. En ese repaso vital, Euskaltel explicó que en sus 25 años ha realizado compras a proveedores de Euskadi por valor de 2.500 millones de euros. Junto a esto, la firma ha invertido 1.800 millones más en la red de fibra que recorrre el País Vasco (y que llega a los hogares), que le ha permitido auparse a una posición de liderazgo en el mercado local.

Las gestoras de fondos de Kutxabank y de BBVA se han convertido en las grandes protagonistas del semestre en el sector de fondos de inversión. Aunque por razones bien distintas. Kutxabank Gestión ha sorteado la crisis sanitaria vendiendo más fondos que sus competidores más directos y creciendo en cuota de mercado, mientras que BBVA AM no ha conseguido reponerse del golpe inicial que tuvo la crisis sobre sus fondos en marzo.

La necesidad de reducir gastos en la planta de Mercedes Benz en Vitoria que el pasado martes trasladó el director general de la fábrica a su plantilla se vio ayer refrendada por las más altas instancias de la multinacional Daimler, a la que pertenece la factoría alavesa. El consejero delegado de este grupo automovilístico, Ola Källenius, alertó de que el sector tendrá que reestructurarse y hacer «drásticos» recortes con motivo de la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus.  En el caso de Daimler, los ajustes ya estaban anunciados porque en febrero, cuando se presentaron los resultados de 2019 con una caída en los beneficios del 67%, el primer ejecutivo aseguró que «son necesarias medidas como la reducción de costes y el incremento del flujo de caja» para «mejorar de manera significativa la rentabilidad».

Estados Unidos logró crear 4,8 millones de empleos en junio, muy por encima de los tres millones que se preveían, en plena oleada de contagios, que asola a estados como California, Florida y Texas. “El 80 % de los negocios está ahora abierto”, dijo ayer el presidente Donald Trump. “Las solicitudes para la apertura de nuevos negocios han aumentado al doble desde marzo”, agregó. Pese al avance récord, aún queda un largo camino por delante hasta que se recuperen los índices anteriores a la irrupción de la pandemia del coronavirus, cuando Estados Unidos disfrutaba de una tasa de paro que no llegaba al 4%, lo que implica de lleno pleno empleo.

Alemania, que asume la presidencia rotatoria, insiste en la urgencia de cerrar un acuerdo sobre el plan de recuperación en la cumbre de este mes. «Europa vive el peor momento de su historia, un momento que está poniendo a prueba» su capacidad para mantener «la cohesión», sentenciaba ayer desde Berlín. La canciller comparecía con la sobriedad de siempre. El acto, una rueda de prensa en formato dual y telemático con Ursula von der Leyen, la que fuera su mano derecha antes de catapultarla a Bruselas. Von der Leyen, a 800 kilómetros de distancia, en el edificio Berlaymont, sede de la Comisión Europea.

Las fiestas de Irun, la celebración del título del Baskonia en Vitoria, botellones en Bilbao o Sopelana... Las aglomeraciones de gente que no guarda la distancia de seguridad entre sí y que no portan mascarilla están empezando a ser habituales en la nueva normalidad, y con varios focos activos en Euskadi, el departamento de Salud se muestra «preocupado». Porque la clave para contener un brote está en detectar precozmente la cadena de contagio, y en este tipo de concentraciones eso resulta prácticamente imposible.

La España de la ‘nueva normalidad’ sigue azotada por un continuo goteo de nuevos focos del coronavirus, que ayer alcanzaron los 58 «brotes abiertos», 40 de ellos activos, tras haberse confirmado tres nuevos en Andalucía y Baleares. Pero la pandemia sigue remitiendo. «A nivel nacional la situación es realmente buena porque la transmisión local se está controlando», aseguró ayer tajante el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien destacó que «la transmisión comunitaria es muy residual y es mucho menor que hace unas semanas». «Estamos más tranquilos que la pasada semana», confesó. «En los últimos días más del 60% de los casos detectados son asintomáticos, lo que supone un avance en el seguimiento y control de los brotes», se felicitó.