20200620

El encuentro celebrado el jueves de la semana pasada Gasteiz por parte de las diputaciones y el Ejecutivo liderado por Urkullu ha gestado un acuerdo por el empleo y la reactivación económica al que ha tenido acceso DEIA. Se trata de un protocolo de coordinación para enfocar los esfuerzos económicos y las actuaciones hacia un horizonte común, una base de actuación que está abierta a la incorporación de los ayuntamientos, los sindicatos y los empresarios. Las administraciones de Euskadi comparten la necesidad de "coordinar" una "respuesta global a medio plazo" para avivar la economía y dinamizar la contratación de personal. Y sin olvidar en ningún caso que hay que mantener la apuesta por las tres transiciones globales que afrontan todos los países: la tecnológica-digital, la energética-medioambiental y sanitaria-social. De cara a buscar recursos financieros para esas actuaciones en un contexto marcado por la caída de la recaudación, las administraciones se comprometen a combinar los ingresos fiscales propios, los nuevos márgenes de endeudamiento y los fondos europeos y estatales.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la jefa del BCE, Christine Lagarde, apremiaron a los países porque, advirtieron, lo peor de la crisis está por llegar, con un fuerte aumento del desempleo en las próximas semanas. “No estamos al final del desastre económico, sino al principio”, advirtió Von der Leyen. El sentido de la urgencia parece haber calado en la mayoría de las delegaciones, sobre todo en Alemania, Francia, Italia y España. “Se percibe un consenso emergente”, constató el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Ni un paso adelante, pero tampoco para atrás. La cumbre europea por videoconferencia de ayer, una de las más breves en la historia de la UE, se saldó sin avances. 

Se ha constatado un consenso emergente, positivo, pero no podemos infravalorar las dificultades». La reflexión de Charles Michel, el presidente del Consejo Europeo, la institución que coordina a los líderes, refleja lo sucedido en las algo más de cuatro horas de la cumbre virtual celebrada ayer. Nada sorprendente. La cita era necesaria porque por primera vez los jefes de Estado y Gobierno de la UE cruzaban impresiones sobre el plan de recuperación de la Comisión Europea; los 750.000 millones anclados a un presupuesto plurianual de 1,1 billones. Útil para la política de tanteo. Pero poco más. Angela Merkel, Canciller alemana: «Queremos un pacto rápido, pero los puentes que hay que tender aún son grandes» Sebastian Kurz, Canciller austriaco: «El fondo debe estar anclado firmemente en reformas y apoyar la transición verde y digital». 

Nueva carta dirigida a la ministra de Industria por Euskadi y las otras ocho comunidades autónomas con fábricas de coches y de componentes. Ya le remitieron una primera el domingo 7 de junio para exigirle una mesa en la que debatir una «estrategia común» en automoción con medidas a corto, medio y largo plazo. Ayer, después de que el lunes el Gobierno de Pedro Sánchez presentara con gran solemnidad su plan de 3.750 millones de euros para el sector, volvieron a escribirle a Reyes Maroto para advertirle de las carencias de ese programa, especialmente por el lado industrial, e insistirle en la necesidad de convocar una reunión conjunta.

Las perspectivas de las empresas guipuzcoanas mejoran «levemente» con el avance de las medidas de desconfinamiento, aunque siguen sumidas en un mar de preocupaciones. Así se desprende de la encuesta realizada por la Cámara de Gipuzkoa a 300 compañías. La preocupación empresarial ha descendido con respecto a abril. El nivel máximo se ha reducido en un tercio, pasando del 48% hace tres meses al 31% en la actualidad. Por tanto, paralelamente al desconfinamiento, se produce una mejora de las expectativas, aunque se mantiene en posiciones pesimistas. Las perspectivas de negocio también han mejorado. Si en abril un 75% de las compañías registraba expectativas malas o muy malas, hoy las previsiones negativas se han reducido hasta el 55%.

Entrevista con Peio Pagola, Director general de Indar. El CEO de la empresa del Goierri, referente mundial en varios sectores, asume el impacto de la pandemia pero anima a aprovechar las oportunidades. «Las grandes empresas y las pymes nos tendremos que adaptar. ¡No nos queda otro remedio, pero lo haremos!» «La industria guipuzcoana, manteniendo su esencia, debe posicionarse también en los países donde está nuestra competencia». 

El Gobierno Vasco acordó ayer con CC OO y UGT extender el teletrabajo hasta el 7 de septiembre para que sus funcionarios con hijos menores o personas dependientes a su cargo, además de los grupos especialmente en riesgo por el Covid-19, puedan realizar sus tareas laborales desde casa. Una medida de la que se beneficiarán unas 1.400 personas del total de la plantilla de la Administración general y de sus organismos autónomos, que asciende a 7.200 empleados. El acuerdo se alcanzó en la mesa sectorial de la Administración General de Euskadi, que se reunió ayer por la mañana para tratar de consensuar las medidas de conciliación laboral y familiar así como el cuidado de la salud tras finalizar el estado de alarma. Un encuentro en el que también participó ELA, aunque no suscribió el pacto, y al que rehusó acudir LAB. 

El pasado lunes se abrió el plazo para la solicitud del Ingreso Mínimo Vital (IMV) para aquellas personas que tengan derecho a la nueva ayuda estatal y que no estén percibiendo la RGI vasca, ya que los actuales perceptores de la renta autonómica que tengan derecho al IMV verán reconocida su prestación directamente por parte de Lanbide sin tener que realizar ningún trámite. La consejería que dirige la jeltzale Beatriz Artolazabal trasladó que por el momento no van a hacer públicos los datos de los demandantes, pero dejaron claro que en esta primera semana de andadura la cifra no llega al centenar, con lo que añadieron que se confirma lo apuntado por dicho departamento; es decir, que la nueva ayuda tendrá un impacto limitado de nuevos demandantes en Euskadi, ya que la RGI ofrece una amplia cobertura a las distintas realidades de pobreza o de vulnerabilidad económica.

Los líderes de las dos centrales, Mitxel Lakuntza y Garbiñe Aranburu, respectivamente, asistieron a la manifestación de Bilbao, entre el Ayuntamiento y la sede del Gobierno vasco. Ambos coincidieron en sus críticas al Gobierno vasco, en especial al PNV, y a la patronal por sus «políticas neoliberales», dijeron, para salir de la crisis provocada por el coronavirus. El objetivo de la movilización era, precisamente, reclamar unos servicios públicos de calidad y empleo digno, con medidas como una reforma fiscal para que «la crisis la pague el capital». 

El Corte Inglés entró en la crisis del Covid-19 tras lograr sus mayores beneficios en casi una década. El grupo disparó su beneficio neto un 20%, hasta los 310 millones de euros, en su ejercicio 2019, finalizado en febrero de este año. Es el mejor resultado de la compañía desde 2010, cuando ganó 319 millones, y supone encadenar cinco años consecutivos con beneficio al alza, desde el mínimo de 118 millones de 2014. Desde entonces, ha crecido un 162%. En todo caso, para este año, reconoce un “fuerte impacto” por la pandemia aunque subraya que tiene colchón suficiente para afrontarla. 

Con más de 450.000 fallecidos y alrededor de 8,5 millones de contagiados en el mundo, según la Universidad Johns Hopkins, el foco del virus está ahora en Latinoamérica. No obstante, los países que ya parecen haber superado la ola de la pandemia se enfrentan a los temidos rebrotes, que han puesto esta semana en alerta a China, con un foco en Pekín; Alemania, con brotes en dos ciudades, y EE UU, con récords de contagios en Arizona, Florida y Oklahoma. La pandemia deja también una fuerte huella económica y la OCDE ya ha anunciado las peores previsiones de su historia. Por delante queda una dura tarea de reconstrucción pese a que los repuntes económicos de 2021 serán un “espejismo” al compararse con los desplomes de 2020, según advierte Gonzalo García Andrés, director de economía del área de análisis económico y de mercados de Afi.

Un muerto y catorce contagios engrosaron el jueves las cifras de la pandemia en Euskadi, donde el coronavirus ha matado ya a 1.603 personas e infectado a 20.597. Después de dos semanas de incertidumbre tras la detección de sendos brotes en los hospitales de Txagorritxu y Basurto, el Departamento de Salud ha dado por controlados ambos. «Han tenido su importancia, pero han demostrado la fortaleza del sistema en la capacidad de identificación y de detección precoz», aseguró ayer Nekane Murga. Para controlar esos dos focos, se han hecho más de 6.000 PCR. 

Juan Luis Ibarra finalizó ayer su mandato como presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), cargo al que accedió en 2010. El magistrado deja el puesto al jubilarse. Este próximo lunes cumplirá 72 años. Ese mismo día tomará posesión como nueva responsable Garbiñe Biurrun, aunque lo hará de forma provisional a la espera de que en los próximos meses se elija un sustituto definitivo. Los magistrados interesados en sucederle de forma definitiva tendrán que presentar su candidatura en 20 días. 

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha abierto la sesión cediendo la palabra al primer ponente del panel dedicado a la RSC, Fátima Báñez, coordinadora del proyecto ‘Empresas que Ayudan’ de la Fundación CEOE, quien ha definido la Responsabilidad Social Corporativa como “el compromiso” y “un modelo de gestión responsable”, y ha añadido que las empresas deben “contar con la RSC como un elemento de competitividad, de sostenibilidad y también de cohesión social”. Después, Isidro Fainé, presidente de Fundación La Caixa, ha comenzado su intervención asegurando que “en las empresas hay cuatro grupos de interés: empleados, clientes, accionistas y sociedad”. Fainé ha repasado distintas iniciativas que tiene en marcha la Fundación para luchar contra la pobreza infantil y promover el empleo, la educación, la investigación, así como la asistencia a las personas mayores o con enfermedades avanzadas. Ha añadido la necesidad de luchar contra la desigualdad, ya que “con la globalización las diferencias se han hecho quizá mayores”.

Fainé destacó el compromiso social y educativo de la Fundación La Caixa y la necesidad de potenciar la colaboración público-privada. El expresidente de CaixaBank, tercera entidad financiera española, valoró la función de la obra social de las antiguas cajas. “La obra social empieza cuando se atiende bien al cliente”, destacó. Pero para hacer esa labor hay que ganar dinero, dijo, y se mostró “en contra de esa moda de no repartir dividendo”. “Puede afectar al presupuesto de entidades como la nuestra y a colectivos que lo tienen como un complemento necesario en los ingresos de muchas personas”, añadió. El exbanquero se refería claramente al cuestionamiento del reparto de beneficios entre los accionistas.