20200530

El anuncio del cierre de la histórica factoría del grupo automovilístico japonés Nissan en Barcelona y los anuncios de ajustes laborales y despidos en otros fabricantes del sector como Renault, Ford o BMW, más los recortes de producción anunciados en las dos plantas de ensamblaje de coches de Euskal Herria, Mercedes Vitoria y Volkswagen Navarra, han disparado las alarmas en Euskadi y el lehendakari del Gobierno vasco, Iñigo Urkullu, hizo un llamamiento en pro de la industria, en especial la de automoción. El lehendakari aprovechó una visita a instalaciones del grupo Mondragon para reafirmar la vocación industrial del País Vasco, al tiempo que realizo un llamamiento a realizar "una apuesta valiente y decidida, una estrategia en todo el Estado español y Europa" para mantener los activos existentes en el sector de la automoción. Un segmento líder en Euskadi y pilar de la pujanza económica de la CAV y Nafarroa pues es el primer soporte del PIB vasco.

La compañía vasca invirtió 130 millones y aportó 771 en impuestos a las arcas públicas vascas. Pero, de un lado están unos buenos resultados cosechados en 2019, con un beneficio neto de 143 millones de euros, pese a que una parte de las instalaciones estuvieron paralizadas durante varios meses para acometer trabajos de mantenimiento y modernización. De otra, la situación generada en los últimos meses, ya que al hundimiento de la demanda de productos petrolíferos que ha generado la pandemia del Covid-19, se une también el derrumbe de los precios del petróleo. Con todo ello, y a expensas de lo que pueda ocurrir en el mercado en el curso de la segunda mitad del año, la compañía encara un ejercicio con tono rojo de pérdidas. La empresa mantiene parada una de las dos unidades de refino porque ya no puede almacenar más combustible. 

Renault ha salvado las cuatro fábricas españolas del plan de recortes que llevará a cabo los próximos tres años y que supondrán la destrucción de 14.600 empleos en todo el mundo, 4.600 dentro de Francia. La reestructuración obedece a la intención de rebajar los costes en 2.150 millones de euros de la mano de una disminución de la capacidad de producción. Esa será la situación con la que Luca de Meo, expresidente de Seat, deberá dirigir la empresa hacia la rentabilidad a partir del 1 de julio como nuevo consejero delegado.

BBVA, el segundo banco español por capitalización bursátil, ha declarado que va a recortar sus objetivos financieros para este año y ha pedido que se relajen las restricciones causadas por el coronavirus para ayudar a reactivar la economía. “Vamos a tener que revisar nuestros objetivos financieros, porque los niveles de rentabilidad se verán muy afectados por la pandemia este año y el siguiente”, declaró Carlos Torres, presidente ejecutivo del banco, en una entrevista realizada por videoconferencia desde su casa de Madrid. “La mejor manera de reconstruir es no destruir”, dice.

Iberdrola y Siemens Gamesa retornan a las buenas relaciones tras su divorcio accionarial del pasado mes de febrero, que permitió zanjar las diferencias que ambas compañías mantenían desde hacía tiempo. Prueba de que aquel apretón de manos de despedida –supuso la retirada de todos los litigios judiciales cruzados interpuestos y unos ingresos para la eléctrica vasca de 1.100 millones por la venta del 8% del capital de la eólica– se hizo de forma civilizada y preservando intactos los puentes comerciales, es el contrato que Iberdrola adjudicó ayer al fabricante de aerogeneradores. Le adjudica la dotación y mantenimiento de los 62 aerogeneradores para el parque marino de Saint-Brieuc, en la Bretaña francesa. El parque marino bretón implica una inversión global de 2.400 millones y estará operativo en 2023. 

Es el peor momento para plantear esto», advirtió ayer el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en un encuentro telemático organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). A su juicio, lo que toca ahora es recuperar la actividad y restaurar la confianza de los inversores, a lo que –a su juicio– no contribuyen estos anuncios. Dejó claro que la patronal «siempre estará presente» para debatir sobre la reforma laboral si se hace en el marco del diálogo social. «Las empresas privadas estamos como agente social y tenemos todo el derecho a estar sentados y opinar, y por eso es una obligación que sigamos trabajando en este sentido», aseguró.

Ayer sólo hubo un avión de llegada y otro de salida en Bilbao. Para hoy se espera lo mismo. Y de hecho, fuentes aeroportuarias explican que cada semana hay «entre dos y tres días» en los que no se llega ni a eso, en los que las pantallas luminosas del aeropuerto no señalan ningún vuelo programado. Desde una perspectiva más general, los datos son también abrumadores. En abril de 2019 se registraron 4.553 operaciones y pasaron por ‘La Paloma’ 526.000 pasajeros. En cambio, el pasado abril –el último mes del que hay registros completos–, apenas se alcanzaron 248 operaciones y 1.415 pasajeros. En este contexto, la previsión es que no se recupere cierta actividad en el aeropuerto de Bilbao hasta finales de junio o principios de julio. Una idea condicionada, en todo caso, a la evolución de la pandemia. De momento, varias compañías ya han anunciado que volverán a la capital vizcaína dentro de unas semanas. 

El ingreso mínimo vital ya es una realidad, tras su aprobación ayer en el Consejo de Ministros. La medida estrella del pacto de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos corrige uno de los déficits del sistema de protección social en España, una ‘rara avis’ hasta ahora en Europa por no contar con un instrumento estatal de garantía de rentas del que, no obstante, sí disponían comunidades autónomas como Euskadi. El Gobierno fija un suelo de renta de entre 5.538 y 12.184 euros para todo el territorio que las autonomías podrán complementar. Se espera que beneficie a 850.000 hogares y a 2,3 millones de personas con una inversión que se estima en 3.000 millones de euros anuales. Del total de perceptores, 100.000 hogares recibirán la renta de oficio, aquellos que en la actualidad perciben la ayuda por hijo o menor a cargo.

Las comunidades pueden complementar esta cifra y aquí entran en juego fuertes disparidades, ya que la renta mínima que actualmente pagan País Vasco, Navarra o Cataluña es casi el doble que la de Madrid. Y, además, el alcance en población de las dos primeras es mucho mayor que el del resto del país. En concreto, Navarra ofrece una renta mínima cuya cuantía máxima alcanza los 1.221,60 euros al mes, seguida de Cataluña (1.122 euros) y País Vasco (915,47 euros), aunque la cuantía de partida de esta última región es la mayor del país y está muy por encima de la establecida por el Ejecutivo, ya que se sitúa en 644,49 euros al mes. Esto es, un 39,7% más que lo establecido por el Gobierno central, de acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad. No sucede lo mismo, en cambio, con Madrid, Galicia o Andalucía, donde el umbral mínimo de la renta básica está muy por debajo del fijado por el Ejecutivo. 

Los privilegios en la renta mínima se suman a las pensiones y los acuerdos fiscales. «Hemos llegado a la conclusión de que en las comunidades autónomas con singularidad foral lo más sencillo es que ellas gestionen una parte del Ingreso Mínimo Vital». De esta manera trató de explicar el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, la razón por la que, a diferencia del resto de regiones, País Vasco y Navarra sí tendrán la capacidad de gestionar la medida que ayer aprobó el Consejo de Ministros. Una «singularidad», según la definió Escrivá, que supone un trato de favor por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez hacia País Vasco y Navarra que no es, ni mucho menos, la primera ocasión que se produce en este mismo año.

La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, restó ayer importancia al previsible ahorro que van a conseguir las arcas públicas vascas con la entrada en vigor del ingreso mínimo vital, que sustituirá en parte a la renta de garantía de ingresos que ya existía en Euskadi, la RGI. Artolazabal aseguró que ese ahorro, que eludió cuantificar, no ha sido en ningún momento una motivación para el gabinete de Iñigo Urkullu. También dio a entender que el Gobierno vasco podrá usar ese margen presupuestario que se abre para «extender» la eficacia de la RGI, aunque no concretó cómo. Casi 20.000 beneficiarios de la renta vasca no accederán a la del Estado, que excluye a jubilados y residentes irregulares. El ingreso mínimo del Estado será la primera opción para las personas sin ingresos y más desfavorecidas, y a partir de ahí entrará en funcionamiento la RGI como complemento.

Mientras los ingresos se desploman, el gasto crece un 48,7%. Caen todas las figuras impositivas. El resultado, un déficit del Estado que al cierre de abril ascendió al 1,78% del PIB en términos de contabilidad nacional, casi el triple que en el mismo periodo del año anterior y un desfase de 19.929 millones de euros, apenas un punto porcentual inferior a la desviación registrada durante todo el ejercicio pasado, reflejando en toda su crudeza el efecto catastrófico de la pandemia. Así lo revelan los datos de ejecución presupuestaria hechos públicos ayer por el Ministerio de Hacienda, justo el día en que el Consejo de Ministros aprobaba a bombo y platillo la nueva renta mínima, otra medida de fuerte gasto (al menos 3.000 millones anuales) en un contexto de galopante (y creciente) anemia recaudatoria.

La crisis de la Covid-19 ha sido un varapalo para la FP dual, la que combina los estudios en el aula con la empresa, porque los alumnos, ante el cierre de la industria y los servicios, se han quedado en tierra de nadie. La escuela y la empresa deben flexibilizar y automatizar esta enseñanza para etapas que impidan el presentismo. 

El producto interior bruto (PIB) de Italia, la tercera mayor economía de la eurozona, registró en el primer trimestre de 2020 una contracción récord del 5,3%, la mayor de la actual serie histórica, que se remonta a 1995, según la agencia estadística italiana Istat, que ha empeorado en seis décimas su primera estimación del dato. De este modo, confirmó su entrada en recesión técnica, después de que su PIB hubiera caído un 0,2% en los últimos tres meses de 2019. Durante los meses de bloqueo, desde principios de marzo, Roma aprobó dos planes de ayudas de hasta 75.000 millones para familias y empresas y un esquema de garantías públicas que favorecen hasta 400.000 millones de euros en créditos para empresas.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se lanzó ayer contra China por partida doble. Anunció que retira a su país de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su supuesta cercanía a Pekín, a la que acusa de haber ocultado la verdad sobre la pandemia, y también arremetió contra el Gobierno chino por la aprobación de una nueva ley de Seguridad Nacional para imponer su control sobre el territorio autónomo de Hong Kong. El mandatario ha ordenado que se inicie el proceso para cortar la relación especial con el enclave, lo que supondrá un golpe para la plaza financiera internacional y para Pekín.

El Ministerio de Sanidad registró sólo dos fallecidos por coronavirus el pasado jueves en España, un dato que podría situar la mortalidad de la pandemia a niveles de principios de marzo. Sin embargo, la cifra podría ser superior, según matizó ayer el director del Centro de Alertas Sanitarias, Fernando Simón, que tras dar la información recordó que las notificaciones de defunción «pueden tardar en llegar». En el informe –el número 120 de la serie histórica– se notificaron 39 nuevas muertes con fecha de defunción en los últimos siete días, como se vienen registrando desde el pasado lunes. La última actualización oficial del total de víctimas se sitúa actualmente en 27.121.

«A medida que aumenta el número de personas contagiadas, el coronavirus pierde su capacidad de infectar y matar». El médico y presentador televisivo ruso Alexánder Miasnikov explicó ayer a través de la red Telegram que «el virus tiene que vérselas con el sistema inmunológico y en esa lucha va perdiendo su potencia (...), cada vez que infecta un nuevo organismo se debilita un poco más». Miasnikov, que dirige el Hospital Clínico Zhadkévich de Moscú, sostiene que «la ola epidémica en Rusia está disminuyendo, la gran mayoría de los casos son asintomáticos o con síntomas mínimos». «No seremos nosotros quienes en definitiva lo derrotemos sino que él mismo se ha quedado sin aliento; lo importante ahora es esperar un poco más y salir de esto con las mínimas pérdidas», señaló Miasnikov mientras proponía no bajar la guardia y mantener las restricciones. Cree además que «en ausencia de mutaciones, no hará demasiado daño en el futuro». Las buenas perspectivas que ofrecen las palabras de Miasnikov siguen la línea de lo expresado ya por varios especialistas. Italia ha conseguido esta semana dar con la prueba que certifica esta realidad. El presidente de los virólogos italianos, Arnaldo Caruso, anunció que han aislado una variante del virus «extremadamente menos potente».