20200504

Entrevista con Iñigo de la Peña Presidente del Colegio de Graduados Sociales de Gipuzkoa. «Se han resentido más actividades de las que en un principio pudiera parecer, como algunas ligadas a la Administración». «Las empresas están pensando ya a futuro, porque no va a ser una recuperación en V, va a durar más en el tiempo». El abogado y experto en temas laborales considera necesario que se flexibilicen los ERTE por fuerza mayor. Adelanta que el servicio de orientación jurídica, que es gratuito, se reactivará en mayo, y advierte, eso sí, de que tras el estado de alarma vendrá un ajuste importante de las empresas a la realidad en esa ‘nueva normalidad’, lo que conllevará un aumento de concursos de acreedores y otras casuísticas.

El coronavirus le ha pillado de lleno a Juan Luis Cañas, que hoy lunes cumple 65 años, ya recuperado de la enfermedad desde el punto de vista médico, pero todavía afectado en lo anímico. Fueron nueve días ingresado en Txagorritxu «con 39,5 de fiebre, unos dolores terribles, sin dormir por las noches y sabiendo que en las habitaciones de al lado estaba muriendo gente». Sin embargo, este bodeguero quiere mirar ya al frente porque está en juego el futuro del sector del vino y de toda la comarca de Rioja Alavesa. Cree que «no es el momento de vender el vino más barato. Luego bajaría también el precio de la uva y eso afectaría socialmente». «Nadie en la comarca se puede quedar en la cuneta, debemos ayudarnos más que nunca». «La Administración tiene que apoyarnos aunque no será fácil, también va a tener menos dinero». 

Al presidente de la patronal española CEOE, Antonio Garamendi, no le cuadran las cifras que el equipo económico del presidente Pedro Sánchez presentó la semana pasada a la Unión Europa dentro del Plan de Estabilidad y pone en duda sus previsiones. En especial ve «muy difícil» que la economía española vaya a crecer un 6,8% en 2021, tras la previsión de caer un 9,2% en 2020. «Nuestra experiencia en crisis como ésta, que afectan fuertemente al tejido empresarial, nos señalan que si bien las caídas suelen ser bruscas y rápidas, las recuperaciones son siempre más lentas y moderadas», indicó a Europa Press.

China, la segunda potencia económica del mundo, es la gran protagonista de la pandemia del coronavirus. Primero, por haber sido el epicentro de la enfermedad; pero también por su posición privilegiada como gran proveedor de productos de bajo valor añadido. Para el experto en Asia, el profesor alavés Iñigo González Inchaurraga, las empresas vascas ya se han dado cuenta de que es necesario buscar alternativas que, aunque resulten más caras, aseguren las cadenas de suministros. “China va a tener un problema de imagen. aunque su credibilidad no era muy alta en cuanto a la calidad de producto". “Comprar en Asia tiene problemas como el stock, los pagos y, ahora, la seguridad".

 El grupo Tubos Reunidos comunicó a sus trabajadores que esta semana se deja de aplicar el Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) por causa mayor que le fue autorizado en segunda instancia por la autoridad laboral. Por lo tanto desde hoy las plantillas de Tubos Reunidos de la factoría de Amurrio, como la vizcaína de Productos Tubulares trabajaran los turnos que les corresponden, aunque siguiendo las normas de seguridad sanitaria y laboral a que obliga el Covid-19. Puede decirse que se trata de una de las primeras noticias positivas que afectan a esta relevante empresa alavesa, que tiene una plantilla de unas 1.400 personas. Fuentes de la compañía indican que en la actualidad las plantas están a un nivel de actividad cercano al 70% de su capacidad.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se presentó ayer en la octava conferencia de presidentes, desde que estalló la pandemia, con el anuncio estrella de un nuevo fondo especial para la reconstrucción económica y social, creado como una inyección de liquidez no reembolsable para las Comunidades Autónomas. Este vehículo liberará 6.000 millones “a corto plazo”, de un total de 16.000 millones, según confirmó la ministra de Hacienda María Jesús Montero al término de la reunión. Las Comunidades recibirán 9.500 millones más al no tenerse en cuenta el derrumbe del PIB. 

Hosteleros y restauradores han acogido con agrado la rectificación del Gobierno central de ampliar del 30% al 50% el aforo de sus terrazas a partir del próximo lunes, cuando arranque la fase 1 de la desescalada y puedan reabrir sus establecimientos. Sin embargo, antes exigen otro gesto para tratar de apuntalar su «viabilidad económica», que pasaría por «flexibilizar los plazos de los ERTE», de manera que se puedan mantener «unos meses» más allá del final del estado de alarma –fecha en la que en principio expiran–, y también escalonarse a medida que los empresarios lo estimen necesario según la demanda de la clientela. Representantes de una veintena de asociaciones estatales del sector van a abordar esta petición en la reunión que hoy (16.00 horas) entablarán por videconferencia con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, con la esperanza de que sea aprobada en el consejo de ministros de mañana.

Solo locales con menos de 400 metros cuadrados pueden activarse en la fase cero. Deben garantizar distancias y desinfección. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó este domingo las condiciones para la reapertura de ciertas actividades económicas a partir de este lunes en la denominada fase 0 de desescalada, que incluye a toda España salvo las islas de Formentera (Baleares), El Hierro, La Graciosa y La Gomera (Canarias). Hoy pueden reabrir parte del comercio minorista y ciertas actividades de servicios profesionales que pueden dar servicio con cita previa; hostelería y restauración aunque solo con servicio para recoger; y la práctica del deporte profesional y federado, además de la reapertura de archivos.

La alarma sanitaria obligó a priorizar el teletrabajo cuando fuera posible y eso mandó a millones de empleados de las oficinas a sus casas. Con el inicio del desconfinamiento, y todavía sin una normativa específica, las compañías ya hacen planes bajo una gran incertidumbre. Los expertos están convencidos de que se tardará mucho tiempo en la que oficina vuelva a ser como antes de la pandemia, si es que alguna vez se retoma el antiguo modelo. En su opinión, la vuelta será escalonada y las miras están puestas en septiembre como pronto, dependiendo de la crisis sanitaria. Los expertos prevén que se reducirá la capacidad entre un 30% y un 50% y el regreso de los empleados se compaginará durante meses con el teletrabajo. Los edificios se llenarán de carteles para explicar cómo usar espacio. Algunos analistas creen que la normalidad no llegará hasta 2021. 

Tras una caída del PIB del 5,2% en el primer trimestre del año, tras la destrucción de casi 900.000 puestos de trabajo en marzo (más la cifra similar que se espera para abril), casi cinco millones de trabajadores en ERTE y 120.000 empresas cerradas en marzo (tantas como a lo largo de los seis años de la anterior crisis), lo que resulta más preocupante es darse cuenta de que lo peor de la crisis del coronavirus está todavía por llegar. De hecho, el Gobierno prevé en el cuadro macroeconómico presentado a Bruselas el pasado viernes un recorte del PIB del 9,2%, mientras que el Banco de España anticipa una posible caída del PIB de hasta el 13,6% este año, lo que elevaría la tasa de paro a cifras similares a lo más duro de la crisis anterior. Por ello, EXPANSIÓN ha reunido a una veintena de expertos para diagnosticar las principales recetas que hay que poner en marcha. 

La factura de la pandemia. Los expertos reclaman reforzar el tejido empresarial, más inversión productiva, una reforma integral de la función pública y políticas que sostengan la competitividad, con un mercado laboral flexible. 

Las dos comunidades, muy dependientes del turismo extranjero, avisan de que lo peor para ellas vendrá tras la crisis sanitaria. El impacto en el sector turístico, que representa el 35% del PIB en las dos comunidades, puede ser monumental. El presidente canario, Ángel Víctor Torres, y la balear, Francina Armengol, ambos del PSOE, pidieron al Gobierno que el reparto del fondo de 16.000 millones no reembolsables tenga muy presente el daño económico del virus en cada territorio. El fondo destinará 10.000 millones a cubrir el gasto sanitario, otros 1.000 a gasto social según criterios de población y los 5.000 millones restantes a paliar la disminución de ingresos de las comunidades por la caída de la actividad económica. 

El lehendakari sorprendió el pasado miércoles al plantear el levantamiento del estado de alarma en España para afrontar la crisis del Covid-19 desde las leyes ordinarias de Salud Pública, y ayer demostró que su planteamiento va muy en serio. Iñigo Urkullu aprovechó un marco institucional como la conferencia de presidentes autonómicos, que un domingo más volvió a reunirse de forma telemática, para solicitar formalmente a Pedro Sánchez que termine con la «excepcionalidad» que representa el estado de alarma para dar paso a la «legislación ordinaria». Torra y los populares Díaz Ayuso, Feijóo y Moreno también rechazan que se prolongue la legislación de excepción y complican la aprobación de la prórroga. 

A la espera de ver cómo evoluciona la epidemia en las próximas semanas y si el inicio de la desescalada puede acarrear un nuevo repunte de los contagios y los hospitalizados, lo que es seguro es que la primera ola de la pandemia va perdiendo fuerza. Varios son los datos que así lo acreditan. Uno de los más significativos, el de personas que han superado la enfermedad. Tres de cada cuatro infectados por la Covid-19 en Euskadi se han curado o han recibido el alta médica. Se trata de una tasa que no para de aumentar en las últimas semanas. Son ya 12.024 los vascos que pueden contar que han vencido al coronavirus. Los últimos 219 durante las pasadas 24 horas, según los últimos datos oficiales facilitados por el Ministerio de Sanidad y el Departamento de Salud. Otro indicador positivo es el de los positivos. Permanece estabilizado.

No sólo vuelta al trabajo en la mayoría de los sectores de la economía y permiso para pasear o hacer deporte libremente. A partir de hoy los italianos también podrán retomar en parte sus relaciones sociales, pues estará permitido visitar a familiares, aunque utilizando siempre mascarillas y respetando las medidas de seguridad básicas aconsejadas para evitar los contagios. «No se permiten fiestas y aglomeraciones», insistió el primer ministro, Giuseppe Conte, cuando presentó el pasado domingo el calendario para el desconfinamiento. Los italianos, por tanto, pueden visitar ya a sus padres, hijos, abuelos, nietos, hermanos, tíos..., pero de momento no pueden quedar con sus amigos.