20200420

Entrevista con Zenón Vázquez Director general de Elkargi. El director general de la mayor SGR del Estado se encuentra enfrascado en dar cauce al programa de créditos blandos diseñado junto al Gobierno Vasco para evitar el desplome en masa de pymes y autónomos. Vázquez afirma que para satisfacer la «ingente» demanda el plan debería aumentar la partida hasta los 1.500 millones, es decir, triplicar el presupuesto inicial. "Nosotros propusimos en un primer momento 500 millones, entendiendo que era lo razonable. La realidad es que la demanda triplica la oferta, lo que da cuenta de las necesidades de un tejido empresarial al que tenemos que ayudar en estos momentos. Por tanto, confío en que se amplíe la cantidad inicial". 

Entrevista con José María Iruarrizaga Diputado de Hacienda de Bizkaia. La Diputación de Bizkaia fue la primera que reaccionó aprobando el 17 de marzo un decreto que permitía retrasar el pago de impuestos y solicitar aplazamientos a pymes y autónomos. Lo cierto es que detrás fueron el resto de ejecutivos forales vascos e incluso mucho más tarde la Agencia Tributaria del Estado, aunque con medidas más cicateras. "Sobre todo podemos tener un problema de recaudación por el descenso en el consumo de energía y por la caída del precio del petróleo.– ¿Se refiere a Petronor, Iberdrola o CLH? Son los grandes contribuyentes vizcaínos– No puedo hablar de contribuyentes concretos. Pero sí advertir que el problema no es únicamente de Bizkaia. El pasado año nosotros entregamos 1.100 millones a Álava y Gipuzkoa por los ajustes del IVA e Impuestos Especiales. Este año pueden ser muchos menos". 

Unas 600 empresas más se sumaron la pasada semana a la campaña #EstoNOtienequePARAR, promovida inicialmente por otras 2.000 compañías españolas de todos los tamaños y sectores, para reconocer públicamente la aportación del empresariado pese al coronavirus y crear juntas las condiciones para el despegue económico tras la pandemia. Los organizadores informaron que frente a las previsiones de recesión, la diversidad de firmas adheridas a la campaña «buscan la manera de transformarse o reinventarse para que, cuando esto acabe, el país despegue económica y socialmente más rápido». También están la Cámara de España y otras cámaras de todo el país, patronales como Foment del Treball y federaciones empresariales (provinciales, autonómicas o sectoriales), y uniones de consumidores.

Entrevista con Margaret Chen Fundadora del China Club Spain. La directiva cree que la crisis sanitaria frenará la globalización y hará que muchas naciones reimpulsen sus industrias nacionales. «Ha habido países más previsores que otros. Alemania compró en febrero 10.000 respiradores». «Se puede discutir sobre la falta de democracia, pero ante una pandemia funciona bien». "La gente piensa que China ha salido a conquistar el mundo, y no ha sido así. China ha sido invitada a participar en el mundo globalizado que ha diseñado Occidente". "En España algunas empresas se han movido bien, pero como país, no ha sabido utilizar la vía institucional. El Gobierno y la Administración española pueden hacer más...Hay que fijarse en el ejemplo de los dirigentes de Reino Unido, Alemania y Francia, que aunque mantienen diferencias políticas, visitan China con más frecuencia y firman acuerdos comerciales e industriales. España saldrá ganando si mejora sus relaciones con China". 

Europa saldrá con menos empuje de la crisis infligida por el coronavirus. Ha inyectado menos estímulos que Estados Unidos, depende más de las exportaciones, tiene menos espacio para fomentar la demanda con una población envejecida y ha presentado una respuesta política y fiscal menos intensa y más fragmentada por países. En ese escenario, los expertos coinciden en que España corre el riesgo de salir otra vez más rezagada respecto al resto de economías europeas, debido sobre todo a una estructura productiva más sensible a esta crisis y a una posición de deuda y déficit públicos mucho peor.

Las diferencias entre empresarios y sindicatos de la hotelería desaparecieron ayer ante el trato “discriminatorio” que aseguran que está sufriendo la actividad hotelera frente a la industria y la construcción. Las declaraciones de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, advirtiendo de que la recuperación de la actividad en restaurantes, bares u hoteles no llegaría hasta finales de año, o las manifestaciones del titular de Consumo, Alberto Garzón, desaconsejando la contratación de viajes para la temporada de verano ante lo incierto del futuro, han soliviantado por partes iguales a patronal y sindicatos.

Entrevista con Erik Fernández, Director general de Ineustar. Ineustar es la Asociación Española de Industria de la Ciencia, que agrupa a una veintena de empresas, el 70% vascas, cuya actividad está relacionada con las instalaciones y equipamientos científicos. En un momento crucial para el sistema sanitario, el director general de la agrupación, Erik Fernández, advierte de la oportunidad de transferir tecnología al ámbito médico. De hecho, durante esta crisis, el sector está difundiendo todas las iniciativas de colaboración que surgen a diario en el ámbito tecnológico. "Hay que saber que la l+D es una visión de futuro y nos permite afrontar crisis como ésta de manera más sólida". “Sería un error dejar de lado proyectos en marcha por poner el foco en este problema., tiene que ser un añadido". “Esta crisis ha demostrado que tenemos una dependencia alta de materiales críticos de terceros".

Entrevista con Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo. Maroto reconoce que “va a haber pérdida de tejido empresarial”, pero trabaja por que las peticiones de los diferentes sectores no caigan en saco roto, y adelanta que el Ejecutivo está trabajando en extender la flexibilidad de los ERTE más allá del estado de alarma, lanzar ayudas al alquiler de locales o más medidas fiscales. “La voz de los empresarios va a estar presente, tenemos que reforzarla”, afirma. "No me quiero adelantar, pero tenemos en la cartera algunas inversiones que muy pronto se sustanciarán.– ¿Qué tipo de inversiones?- Son inversiones en plantas de producción. Vamos a crear plantas productivas, capacidades industriales, tanto en el ámbito farmacéutico como en el de equipos de protección individual. El objetivo es tener líneas de producción con empleos de calidad y poder producir desde España lo que ahora estamos comprando en China, India o Marruecos"

Las industrias más contaminantes —las vinculadas a los combustibles fósiles— están presionando a los Gobiernos para que rebajen o suspendan políticas climáticas y controles medioambientales. En EE UU ya se han anulado controles federales y China ha dejado entrever que está dispuesta a suavizar sus políticas ambientales para favorecer la recuperación. Europa no está libre de esas presiones y hay países, como República Checa y Polonia, que defienden que se suspendan las políticas climáticas. Pero en la última semana ha ganado mucho peso en la UE la vía opuesta, la de una reconstrucción verde para salir de la crisis de la covid-19. La Comisión y el Parlamento europeos han reiterado que el Pacto Verde —la ruta que se había marcado Bruselas para erradicar los gases de efecto invernadero— debe estar en el centro del plan de recuperación que se prepara.

La complejidad para poner en marcha el Ingreso Mínimo Vital (IMV) está encontrando más trabas técnicas que económicas o presupuestarias en el largo proceso de diseño y negociación que el Gobierno desarrolla desde hace semanas para tener lista la ayuda anunciada públicamente esta semana por el vicepresidente, Pablo Iglesias, pero congelada por el resto del Ejecutivo hasta su definitiva presentación. En principio, será en mayo. Salvo nuevas sorpresas. Porque el escollo se encuentra ahora en las comunidades autónomas, muchas de las cuales ya cuentan con su propia renta mínima, programas de ayudas, subvenciones y todo un abanico de opciones que condicionan su encaje con el ingreso vital que prepara el Estado. Es el caso de Euskadi, cuya RGI ha servido de inspiración para el modelo que se pretende implantar.

El presidente del Gobierno mantiene su hoja de ruta en el proceso de desescalada y descompresión social y económica. Tras considerar «insuficientes y frágiles» los logros alcanzados hasta la fecha en la contención de la pandemia y mostrar su rechazo a poner en riesgo la salud de la población con medidas «precipitadas», Pedro Sánchez volvió a desoír ayer a los diferentes presidentes autonómicos, incluido Iñigo Urkullu. Sánchez descarta, por ahora, permitir hacer deporte en solitario al aire libre, que las personas mayores puedan pasear por alrededor de sus hogares y la apertura limitada y escalonada de comercios y pequeños negocios. El lehendakari justificó sus propuestas en que Euskadi «está cumpliendo los indicadores de la OMS». 

El Gobierno español estudia ya nuevas medidas para avanzar en la tan esperada vuelta escalonada a la normalidad. Sobre la mesa baraja permitir hacer deporte a los adultos y dejar pasear a los mayores, siempre de forma controlada, probablemente a partir del 10 de mayo. Al menos, eso es lo que se desprende de las palabras del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, que ayer en rueda de prensa señaló que «hay cosas que se pueden ir permitiendo progresivamente», en alusión a la práctica de hacer deporte o que los mayores paseen, «medidas que están sobre la mesa y que tienen que venir progresivamente a través de nuevas medidas, siempre que su implementación se pueda garantizar».

El jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, general José Manuel Santiago, desató ayer una tormenta política al afirmar, en la rueda de prensa de los técnicos que dirigen la lucha contra el coronavirus, que el instituto armado combate los bulos en Internet para, entre otras cosas, “minimizar el clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno”. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, asegura que fue un “lapsus”. PP y Cs piden su comparecencia. El mando de la Guardia Civil afirmó que el cuerpo trabaja en este campo en dos direcciones: “Por un lado, evitar el estrés social que producen estos bulos, y por otro, minimizar el clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno”.

Un día más, todos los indicadores apuntan a que la primera oleada de la pandemia remite. El informe diario difundido ayer por el Gobierno vasco apunta que el 95% de las pruebas de detección del virus realizadas la jornada anterior resultaron negativas. El día en que más test se practicaron de toda la crisis, un total de 3.481, fue también en el que porcentualmente menos nuevos diagnósticos se contabilizaron, apenas un 5%, lo que demuestra la eficacia de las medidas de contención. Pero una de las tragedias de la actual pandemia de coronavirus es tener que reconocer que la situación mejora cuando, lamentablemente, más muertes se producen. Esta paradoja es consecuencia de la evolución natural de la enfermedad, que obliga a los pacientes más graves a permanecer ingresados hasta dos y tres semanas.

Hay que remontarse al 22 de marzo, también domingo, para encontrar una cifra inferior de fallecimientos por coronavirus en España a la de ayer. Entonces fueron 394 las personas que perdieron la vida por la covid-19, cuando los datos llevaban una semana centralizados en el Ministerio de Sanidad y las defunciones comenzaban a crecer día tras día a un ritmo de vértigo. Ayer, cuatro semanas después, fueron 410, una cifra condicionada por el efecto del fin de semana, que retrasa la notificación de casos en algunos centros, pero que no deja de ser una gran bajada con respecto a la tónica de las últimas jornadas, en las que se había producido un estancamiento. Cantabria, Murcia, Extremadura y Navarra, además de Ceuta y Melilla, no reportan ningún ingreso en las UCI. 

Bélgica superó a España el jueves como el país con más muertes por millón de habitantes (423 frente a 409). Oficialmente, ningún otro lugar del mundo ha sufrido el zarpazo de la pandemia con tanto vigor —San Marino está por encima con 39 muertos entre 33.000 habitantes, pero su población es demasiado reducida para ser representativa—.Pese a ello, en Bélgica la sensación de alarma no es evidente: un paseo por Bruselas basta para toparse con familias pedaleando, corredores en los parques y cafés sirviendo a clientes que hacen cola fuera calculando metro y medio de separación. El Gobierno cree que ejercitarse en el exterior es bueno para la salud.

Marruecos y Portugal registran niveles de contagio muy inferiores al de nuestro país, lo que sus gobiernos atribuyen a la rapidez en la toma de medidas radicales tras ver cómo avanzaba la pandemia. Sorprende a día de hoy la baja tasa de letalidad y contagios de ambos en comparación con las de España. Los positivos en Portugal son similares en número al de las muertes contabilizadas en nuestro país, donde casi se quintuplican los 10 millones de habitantes del censo luso. Pero la que sorprende más aún es Marruecos, donde tan solo se han registrado –oficialmente– 2.283 contagios en una población de 36 millones de personas. Han perdido la vida 130 personas infectadas.

Los datos más fiables manejan los 18 meses como el plazo de respuesta para encontrar un remedio. Los más optimistas esperan obtener resultados en doce. Aunque es difícil correr contra la ciencia, el Gobierno británico ha desvelado este fin de semana que podría tener datos esperanzadores de aquí a agosto. Junto con éste, dos proyectos chinos, uno estadounidense y un cuarto europeo figuran entre los más avanzados hasta el momento. Pero existen más. Las agencias sanitarias, encabezadas por la Organización Mundial de la Salud, acreditan la existencia de setenta ensayos en los que participa un millar de laboratorios y equipos de investigación. El remdesivir, un antiviral formulado contra el ébola, es uno de los que han despertado expectativas, siempre dentro de la cautela en un terreno donde nada es seguro hasta que se confirma repetidamente que es seguro. Sin embargo, un estudio conjunto entre hospitales de EE UU, Europa, Canadá y Japón revela ya una mejoría en más de la mitad de enfermos graves tratados con el fármaco.