20200309

El Gobierno aísla a 16 millones de personas en Lombardía y provincias de alrededor para frenar el coronavirus Las hoteleras NH y Meliá, el grupo de aerolíneas IAG , o las textiles Mango e Inditex, entre las más afectadas. Las restricciones a la circulación perjudicarán al gestor de autopistas Abertis. La mitad de los holetes que tiene Meliá en Italia se ubican en Lombardía. Cellnex opera en más de 12.000 emplazamientos italianos a través de tres sociedades. Apple ofrece a sus empleados de todo el mudo trabajar desde casa esta semana. 

Dos tercios de las 100 principales multinacionales del mundo han advertido públicamente que el coronavirus afectará negativamente a su negocio, lo que se trasladará en menos capital disponible para reinvertir, según reseñó ayer el Organismo de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) en un informe. Como media, las compañías transfronterizas han revisado a la baja un 9 % sus previsiones de ingresos en 2020 a causa del Covid-19, un porcentaje mucho mayor en el caso de las empresas de automoción (-44%), las aerolíneas (-43%), la hostelería (-21%) y las firmas energéticas y de materiales básicos (-13%), según la Unctad.

Todavía es pronto para saber cuál será el impacto económico del Covid-19. La clave estará en si el virus puede controlarse a lo largo del segundo trimestre del año o si, por el contrario, sus efectos son más duraderos. En el primer caso estaríamos ante un impacto suave, en forma de V, que tan solo restaría alguna décima de crecimiento a la producción global. En el segundo, la situación podría ser mucho más complicada, como anticipaba la OCDE al plantear un recorte a la mitad (hasta el 1,5%) del crecimiento mundial en 2020 en el escenario más adverso. Hasta el momento, las noticias económicas en relación al virus se han centrado en la espectacular caída de las bolsas y en los apresurados análisis acerca de su impacto macroeconómico, que tienen un alto componente especulativo porque la situación actual es de incertidumbre radical. 

El sector teme una oleada de cancelaciones en unas fechas en las que el año pasado se ingresaron 13.000 millones de euros. Las noticias sobre la Semana Santa empiezan este año antes de lo normal. Oficialmente comienza el 5 de abril, pero la crisis del coronavirus amenaza con infectar estas fechas que tanta importancia tienen para el sector turístico español. Aunque aún no hay nada decidido, tampoco descartado. La epidemia ha hecho que se cancelen eventos por primera vez de la talla del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona o el Carnaval de Venecia.

El mercado petrolero se instala en la volatilidad extrema. El crudo se desplomaba más de un 20% en los primeros compases de la cotización de hoy tras la ruptura del viernes entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia en sus negociaciones para tratar de recortar la demanda y contener así el descalabro de precios por la epidemia del coronavirus. El desplome del 9% en la última sesión de la jornada pasada, sin embargo, palidece con el cosechado en la apertura de hoy, en la que tanto la cotización del Brent (el crudo de referencia en Europa) como la del Texas (en Estados Unidos) caían a doble dígito, hasta el entorno de los 35 dólares, y alimentaban la especulación de la banca de inversión durante el fin de semana sobre la posibilidad de que el barril se desplome hasta los 20 dólares, niveles de hace dos décadas.

China sigue acumulando datos para la esperanza en la epidemia de Covid-19, la enfermedad causada por el coronavirus, y sus autoridades se muestran cada vez más cautamente optimistas. Este domingo, la Comisión Nacional de Salud ha anunciado 44 nuevos contagios, la cifra oficial más baja desde que se reconociera la gravedad de la crisis en enero y la ciudad de Wuhan, el foco de la enfermedad, quedara bloqueada por cuarentena. Hace ya tres días que Hubei, la provincia donde se encuentra Wuhan, no detecta nuevos casos fuera de esa urbe, cuando hace un mes los contaba por miles. En el resto de China, si las infecciones recientes aún se registran por docenas es debido a casos importados del extranjero: las comunitarias se reducen a un puñado diario, o como este domingo, ninguno en absoluto.

La epidemia de coronavirus supera ya la barrera psicológica del centenar de países afectados. Así lo anunció ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS), que hizo un llamamiento a la «calma» al tiempo que aplaudió la «valentía» de Italia para tomar medidas tan «drásticas» como el aislamiento de 16,7 millones de ciudadanos con el objetivo de frenar la expansión del Covid-19. «El Gobierno y la gente están tomando medidas audaces y valientes para proteger a su país y al mundo. Hacen verdaderos sacrificios», escribió en un mensaje el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El coronavirus divide Italia en dos mitades. En Lombardía y 14 provincias del norte, la zona más golpeada por la enfermedad y donde viven 16,7 millones de personas, el Gobierno impuso esta madrugada férreas restricciones de movilidad a la población hasta el 3 de abril para tratar de evitar que sigan los contagios. «No hay una prohibición absoluta de transferirse de estas áreas del norte a otras partes del territorio. Pero hay una necesidad de motivar los movimientos sobre la base de unas indicaciones específicas. Hay una movilidad reducida», comentó el primer ministro, Giuseppe Conte, insistiendo en que «no se para» toda la actividad en la zona afectada, aunque sus habitantes tendrán que explicar a la Policía el motivo por el que salen de sus viviendas. Sólo se podrá hacerlo por exigencias laborales, necesidad imperiosa o problemas de salud.

Madrid, Euskadi y La Rioja concentran la preocupación de las autoridades sanitarias. El número de fallecimientos creció ayer un 70%: de 10 a 17. Y los casos ya superan los 600, alrededor de un 20% más que el día anterior, algo “esperable”, en palabras de Fernando Simón, director de Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. El escenario para Sanidad, sin embargo, es el mismo. Para el ministerio escalar a otra fase no depende de la cantidad de muertes ni de infecciones, sino de su origen. Y es, en la mayoría de los casos, conocido y controlado.

El coronavirus sigue avanzando en Euskadi. Once días después de que el nuevo patógeno desembarcara en territorio vasco, los casos confirmados ya superan el centenar, un total de 102, según informó ayer el Departamento de Salud. Y lo que es peor, tres nuevas muertes –dos mujeres de 92 y 88 años en Álava y otra de 87 en Bizkaia– que se suman a las dos de la semana pasada y que convierten a Euskadi en la segunda comunidad con más víctimas mortales, solo por detrás de Madrid, con 8. Sanidad tomó ayer una medida excepcional al decretar la primera cuarentena en una residencia de ancianos de Euskadi.

En el sector privado, los datos del Boletín de Morosidad de Cepyme indican que el plazo medio en el que las empresas pagan sus facturas es de 82,3 días; en las compañías vascas es de 81,8 días, lo que implica superar en casi 22 el límite legal. En el ranking autonómico de buenos pagadores, las firmas de Euskadi se sitúan en el décimo lugar, a mucha distancia de las aragonesas –pagan en 72,6 días– o las de Castilla y León, que lo hacen en 73,5 días. El Ministerio de Industria analiza posibles sanciones a la morosidad y ya hay una proposición de ley que pide multas. La morosidad, el retraso en los pagos superando los planes legales permitidos –30 días para las administraciones públicas y 60 para las empresas privadas–, tiene costes directos que perjudican la competitividad y la viabilidad. Especialmente de pymes y autónomos, que componen la mayor parte del tejido empresarial español. 

El Gobierno de Sánchez ha anunciado una derogación por etapas de los cambios aprobados por el PP en 2012, aunque la futura regulación de cuestiones como el coste del despido o la inaplicación de la baja del convenio sigue sin aclararse. Entre los cambios prioritarios estarían la recuperación del sector como mínimo al fijar la condiciones o la ampliación de la prórroga del convenio.

 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado para el próximo jueves, a las patronales CEOE y Cepyme y a los sindicatos CCOO y UGT, y a una buena parte del Gobierno a una cumbre en el Palacio de la Moncloa. El presidente quiere hablar de una batería de materias económicas, laborales y sociales con los presidentes de CEOE, Antonio Garamendi, y Cepyme, Gerardo Cuerva, y los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y de CCOO, Unai Sordo.  El presidente quiere tratar de la reforma laboral, las pensiones, un acuerdo por la industria, la digitalización y la España desierta. También quiere abordar los efectos del coronavirus.

Gure Amets. Una asociación donostiarra crea sesiones de apoyo para desempleados mayores de 45 años que se reúnen cada semana en busca de una nueva oportunidad en el mercado laboral. Los asistentes a estas sesiones de apoyo subrayan que al sentirse arropados el problema «se reduce a la mitad». Allí charlan, intercambian impresiones y conocimiento, y se animan en busca de una oportunidad laboral. Son sesiones coordinadas por un grupo de psicólogos que les orientan en esa labor para personas que se quedaron fuera del mercado laboral cuando la crisis azotó Gipuzkoa. «Somos los grandes olvidados. Tenemos experiencia y ganas de trabajar, pero nadie se acuerda de nosotros».