Este año se formalizarán en Euskadi 75.000 contratos indefinidos, la cifra más alta desde 2007, y se espera que la industria sea el sector más pujante por cuarto año consecutivo
Susana Quiñones, Eduardo Aretxaga, Roberto Larrañaga, Iñaki Garcinuño y Pascal Gómez
(Argazkia Manu de Alba)
En rueda de prensa tras la reunión de su Consejo General, el presidente de Confebask Roberto Larrañaga, ha revelado que “una vez analizados los últimos datos de actividad, hemos decidido revisar al alza nuestra estimación oficial del crecimiento de la economía vasca para este 2017 hasta el 3%, cinco décimas por encima de la anterior previsión”. También se incrementa la creación de empleo, y añade que “cerraremos este 2017 con 20.000 nuevas afiliaciones a la Seguridad Social, 4.000 más de lo que dijimos en diciembre del año pasado”.
Tanto el presidente de Confebask como su director general Eduardo Aretxaga han insistido en que este crecimiento, tanto de la actividad en relación al PIB como en la creación de empleo, se está trasladando a la “economía real”, con mejoras evidentes en descenso del paro, aumento de la contratación indefinida e incremento de salarios.
En ese sentido, ambos recuerdan que para finales de este 2017 “prevemos que se formalicen en Euskadi en torno a 75.000 contratos indefinidos, esto es, la cifra más elevada desde 2007. Además - añaden - el índice de temporalidad es hoy menor incluso que antes de la crisis, de tal forma que en las empresas vascas casi 8 de cada 10 trabajadores tienen a día de hoy un contrato indefinido, un porcentaje 10 puntos por encima que el del sector público”.
En cuanto a los salarios, Roberto Larrañaga recuerda que “el incremento medio en los convenios de empresa previsto para este año supera en el sector privado el 1’6%. Los salarios ya están subiendo en función de la competitividad de las empresas y los sectores. Pretender una subida generalizada ‘por decreto’, sin atender su situación concreta, podría suponer para muchas una grave pérdida de competitividad que amenazaría su futuro’.
A pesar de casos concretos conocidos en las últimas semanas, lo cierto es que las previsiones apuntan a que la industria sea, por cuarto año consecutivo, el sector más dinámico de la economía vasca, con un crecimiento medio incluso superior al 3%. Y en cuanto a los retos, destaca el “estancamiento demográfico” en Euskadi que, según las proyecciones demográficas, provocará a corto plazo un importante descenso de la población activa: para cuando termine la legislatura en 2020, habrá 60.000 personas menos en edad de trabajar.
