Formación: la importancia de las tres 'ces'

Artículo de Asier Aloria en el periódico quincenal Estrategia Empresarial 

Asier Aloria director Formación Confebask

La sociedad vasca se enfrenta a un enorme reto: cómo hacer frente a una demografía cada vez más envejecida y no perder el tren del progreso. No olvidemos que son las empresas las que generan riqueza, empleo y, consecuentemente, contribuyen de manera decisiva a sostener nuestro modelo de bienestar social. Sin iniciativa privada, nada de eso es posible. Pues bien, la empresa vasca muestra su preocupación por que en plena recuperación económica detecta que cada vez tiene más problemas para contratar a las personas que necesita: no hay ni el número suficiente ni en muchas ocasiones con la formación que necesitan. Ante esta señal de alerta, ¿qué podemos hacer?

En Confebask llevamos trabajando muchos años – junto con el Gobierno Vasco y el sistema educativo - en la mejora de la Formación de nuestros jóvenes precisamente porque somos conscientes del problema. Y lo cierto es que hemos avanzado mucho, hasta convertir nuestro sistema de Formación Profesional en un referente, tanto dentro como fuera del Estado.

A todos aquellos que se acercan hasta nosotros para conocer las claves del éxito de nuestro modelo les decimos lo mismo: trabajamos un sistema formativo flexible, adaptado a las necesidades concretas de nuestro tejido productivo y que incluso trata de anticiparse a los perfiles y competencias que van a requerir nuestras empresas.

Y eso, ¿cómo se consigue? Es aquí donde entra en juego lo que llamo la importancia de las 3 ‘ces’. Primero, colaboración. Y a tres niveles: entre empresa y centro de enseñanza; entre los propios centros educativos; y por último, entre instituciones, empresas y asociaciones empresariales. Esa conexión fluida y permanente permite adaptar de forma ágil el sistema de enseñanza a los cambios que demandan las empresas para mantener su actividad y mejorar su competitividad.

Segundo, compromiso con la formación, que, desde el punto de vista de la administración pública, se traduce en la inversión pública necesaria para implantar nuevos y mejores métodos de aprendizaje; así como en la promulgación de leyes que den cobertura al sistema. En ese sentido, la reciente aprobación de la ley vasca de FP es sin duda una buena noticia.

Por parte de la empresa, el compromiso con la formación se traduce en una remuneración y en unas expectativas de empleabilidad y desarrollo profesional acordes con la formación recibida. En ese sentido, me gustaría recordar que Euskadi es la única comunidad de todo el estado en donde está regulado que la FP dual sea remunerada en el 100% de los casos. Sin duda, un buen ejemplo de ese compromiso empresarial.

Y tercero, consenso: que la formación sea un reto colectivo entendido así por la sociedad en general y sus responsables institucionales en particular. En los últimos 30 años en Euskadi todos los gobiernos – de muy diferentes siglas - han avanzado sobre lo construido por los anteriores en Formación Profesional.

Ahora estamos aplicando la fórmula de las 3 ‘ces’ en la implantación de un modelo dual universitario. Las prácticas universitarias han existido siempre, pero no de forma generalizada ni sistematizada. Y en eso estamos empeñados. Este curso, que empieza en pocos días, tendremos en Euskadi una oferta de 22 titulaciones universitarias duales ofrecidas en conjunto por nuestras universidades.

Queda una importante ‘asignatura pendiente’: que el ministerio de Empleo de carta de naturaleza legal a la figura del contrato de Formación y Aprendizaje para las titulaciones universitarias y que ya existe en la FP. Mientras eso no llegue – y se lo hemos pedido oficialmente por carta hace ya más de un año – la extensión del modelo universitario dual se retrasará y se hará más difícil. Aun así todo, comenzamos a funcionar.

El camino no es corto ni será fácil, pero incluso la caminata más larga empieza con el primer paso. Una vez más volvemos a ser pioneros en todo el estado. Será porque somos conscientes de la importancia de las 3 ‘ces’ para no perder el tren del futuro.