Confebask prevé para 2021 un crecimiento intenso de la economía vasca del 7’2% aunque sin recuperar todo lo perdido este año, para lo que habrá que esperar hasta 2022

  • En 2020, la economía vasca ha sufrido una recesión sin precedentes con una caída estimada del -9’2% del PIB, menor a la sufrida por la economía española, pero mayor que la europea.

 

  • Para 2021, Confebask prevé un crecimiento del 7'2%, aunque el elevado grado de incertidumbre hace que, en función de cómo evolucione la pandemia, la horquilla de crecimiento en Euskadi pueda variar entre el 5% y el 8’5%.

 

  • Las perspectivas de las empresas vascas apuntan a una progresiva mejoría, aunque con un nivel de actividad todavía menor que antes de la pandemia.

 

  • La economía vasca empezará a recuperar el empleo perdido, aunque a ritmos todavía bajos, con lo que la tasa de paro no variará con respecto a la de este año y rondará el 11%.

 

  • Las medidas adoptadas durante la pandemia han mitigado los efectos sobre la economía vasca.
Confebask

Eduardo Zubiaurre, presidente de Confebask, en el centro, acompañado de su director general Eduardo Aretxaga y del responsable de Economía Pablo Martín, en un momento de la rueda de prensa (Argazkia, Manu de Alba para Confebask)

2020-12-28

 

                            2021: PIB y empleo

Tras una recesión sin precedentes, Confebask estima para este próximo año que la economía vasca crezca un intenso 7’2%, lo que, sin embargo, aun siendo relevante, no servirá para recuperar todo lo perdido este año. Para eso, habrá que esperar hasta el 2022, en consonancia con lo que sucederá en los países de la zona euro, y un año antes que lo previsto para la economía española.

En todo caso, hay que tener en cuenta que la alta incertidumbre sobre el futuro de la pandemia condiciona ese ‘escenario central’. De tal forma que, en función de cuál sea su evolución definitiva, la horquilla de crecimiento para este 2021 en Euskadi puede oscilar entre el 5% y el 8’5%.

Por sectores, en 2021 todos experimentarán una clara mejoría en Euskadi, encabezada por el sector privado de servicios, aunque las actividades ligadas al ocio y al turismo lo harán más tarde. También crecerán con intensidad, la construcción y la industria, aunque en este último caso, alguna de sus ramas de actividad – como el Oil&Gas o el aeronáutico – la recuperación llegará asimismo con más retraso.

Por lo que respecta al empleo, la previsión es que en 2021 las empresas empiecen a recuperar parte del que se ha perdido hasta ahora, aunque todavía a ritmos bajos. En ese sentido, tal y como ha explicado el presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, “buena parte de las necesidades de empleo se cubrirán con la vuelta al trabajo de las personas que siguen en ERTE (en Euskadi, todavía unas 30.000). Lo que explica que la variación prevista de nuevos afiliados sea muy contenida (apenas unos 5.000 más). Y que la tasa de paro de 2021 apenas se modifique; y se quede en ese entorno del 11% previsto para el cierre de este año”.

 

                Perspectivas, preocupaciones y demandas de la empresa vasca

En cuanto a lo que esperan las empresas vascas para este próximo año, apuntan a una ligera mejoría, con un nivel de actividad superior al de este 2020, si bien en niveles todavía inferiores a los de la pandemia.

Según las conclusiones de las encuestas realizadas por nuestras organizaciones territoriales – Adegi, Cebek y Sea- durante el próximo semestre, 6 de cada 10 empresas vascas ven su mercado en situación estable o en reactivación.  Además, 7 de cada 10, prevé mantener el empleo, y 1 de cada 10, incluso aumentarlo. Por último, 2 de cada 10 estima que tendrá que reducirlo.

Esta ligera mejoría en la percepción de las empresas se da en todos los sectores y en todos los tamaños. Y, aun así, todavía 4 de cada 10 ven que su mercado seguirá en recesión durante el próximo semestre.

Sus mayores preocupaciones pasan, entre otras, por la debilidad de la economía española e internacional y el descenso de la rentabilidad de las ventas. En ese sentido, entre sus principales demandas, se sitúan la flexibilidad laboral interna, la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social, y el mantenimiento de los ERTE así como de las líneas de avales y préstamos para su liquidez.

 

                     2020: PIB y empleo

Por lo que respecta a este 2020, terminamos un año en el que Euskadi ha sufrido la mayor recesión de su historia. Para este ejercicio, Confebask estima una caída del PIB del -9’2%, una cifra nunca alcanzada, con un efecto evidente en el empleo. Sin embargo, las medidas económicas adoptadas durante la pandemia han mitigado esos efectos.

En ese sentido, Eduardo Zubiaurre ha destacado que “en Confebask prevemos para el cierre de este año 22.000 mil afiliados menos a la Seguridad Social, 18.000 parados más en Lanbide y una tasa de paro del 11’3%. Pero los ERTE han evitado una mayor destrucción de empleo. Este año cerraremos con un 16% más de desempleados en Lanbide. Pero, en la crisis anterior, el paro registrado aumentó en Euskadi un +30/35%, esto es, el doble que en esta ocasión.  Y en cuanto al número empresas, hoy tenemos casi 1.500 empresas menos que en febrero. Se trata de una cifra similar a la sufrida en 2009 o 2012, …pero ahora con una recesión mucho mayor que entonces”.

En cuanto a los sectores, durante 2020 todos han experimentado en mayor o menor medida los efectos de la crisis provocada por el Covid-19. Los más afectados, los servicios ligados a la movilidad, cultura y ocio. Pero también, la construcción (en menor medida) y la industria, con actividades especialmente afectas – aeronáutica, refino de petróleo o bienes de equipo – y muy abierta al exterior.

Precisamente, las exportaciones se han visto muy afectadas. Hay que tener en cuenta que, del total de ventas al exterior de la economía vasca, el 73% se destinan al Estado y a Europa, dos de las zonas que más han sufrido el impacto del Covid.

 

                              Retos y desafíos

En resumen, tal y como han recordado durante la rueda de prensa el director general de Confebask, Eduardo Aretxaga y el responsable de economía Pablo Martín, “2021 será todavía un año complicado, en el que sobresalen factores como la aparición de posibles nuevas olas con sus consiguientes restricciones a la actividad, la evolución de la pandemia y del proceso de vacunación, la orientación de la nueva administración en EE.UU., el desenlace del Brexit, o el impacto de los Fondos Europeos Next Generation”.

Con ese escenario, Eduardo Aretxaga ha subrayado que “2021 va a plantear importantes retos y desafíos. Además del ineludible reto sanitario, habrá que abordar el reto económico y social, en el que lo primero será resistir, para después abordar una reactivación transformadora que nos haga salir reforzados de esta crisis”.

En definitiva, concluye, “proponemos una mirada realista, pero sin caer en el pesimismo ni el desánimo. Tenemos la experiencia y los instrumentos necesarios para salir de esta crisis, para lo que estamos seguro será necesario compromiso, responsabilidad y esfuerzo individual y colectivo”.