"2019: prudentes, pero optimistas"

Artículo de Roberto Larrañaga para El Economista 

Roberto Larrañaga, presidente de Confebask

Roberto Larrañaga, presidente de Confebask

                “2019: prudentes, pero optimistas

2019-02-01

Es cierto que en el horizonte se atisban algunos nubarrones. Y que, por lo tanto, las previsiones a medio plazo tienen un alto grado de volatilidad. Pero también lo es que, de momento al menos, nada indica que nuestra economía sufra algo más allá de una desaceleración hasta cierto punto esperada y desde luego nada traumática. Es más, las previsiones que manejamos en Confebask – construidas también a partir de lo que nos dicen las empresas vascas – es que este 2019 será el sexto año consecutivo de un crecimiento robusto de la actividad y el empleo, que nos permitirá cerrar el año con una tasa de paro ‘europea’ y la práctica recuperación de todo el empleo perdido durante la crisis. La inversión empresarial, el consumo privado y público, la construcción y la industria se configuran como los principales motores de la economía vasca para este año que acaba de comenzar.

Sin duda, la guerra comercial entre China y Estados Unidos y el resultado del Brexit son dos de las variables que habrá que seguir con mucha atención durante los próximos meses. Lo que no quita para que, hoy en día, la práctica totalidad de las empresas vascas perciba este 2019 como un año en el que su mercado se mantendrá estable o en expansión, y buena parte de ellas prevea seguir elevando sus ventas con aumentos de plantilla a un ritmo similar al de 2018.

En todo caso, tampoco podemos desatender algunos retos importantes para que el crecimiento se consolide. El primero de ellos, asegurar la estabilidad política e institucional en Euskadi, clave para promover la actividad económica y generar confianza en las empresas, que, no hay que olvidar, son las que crean riqueza, empleo y permiten el mantenimiento de nuestro estado del bienestar. En segundo lugar, dar una respuesta eficaz a una de las mayores preocupaciones de las empresas vascas: disponer de personas en número suficiente y con la cualificación necesaria para atender clientes cada vez más ‘globalizados’ y exigentes. Y, por último, debemos ser capaces de construir unas relaciones laborales colaborativas que, de una vez por todas, sustituyan y arrinconen el tradicional modelo de confrontación dentro de la empresa en el que tan cómodos se sienten algunos. Sólo si todos entendemos a la empresa como un proyecto compartido podremos salir adelante.

En definitiva, durante este 2019 – y a pesar de incertidumbres internacionales que escapan a nuestro control – sí está en nuestras manos promover un sistema productivo potente, moderno y de alto valor añadido que asegure el presente y el futuro de nuestras empresas y, en consecuencia, la existencia de nuestro preciado estado del bienestar tal y como lo conocemos en la actualidad: uno de los mejores de Europa y de todo el mundo desarrollado. Pondremos todo de nuestra parte para que así sea.