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El responsable de Economía de Confebask, Pablo Martín, ha participado en una mesa redonda en Radio Euskadi, que ha tratado sobre la recuperación económica y las perspectivas para las empresas de cara a las próximos meses. En esa tertulia, Pablo Martín ha afirmado que “la crisis ha hecho replantearse muchas cosas a las empresas, especialmente, la necesidad de acelerar en los procesos de digitalización, y también, la de diversificar sus cadenas de suministro”. “De hecho – continúa Pablo Martín- en las encuestas que realizamos a las empresas detectamos que la preocupación que más ha crecido en los últimos meses tiene que ver con las materias primas, tanto por el precio, como por los cuellos de botella que se están registrando en el abastecimiento”.

En declaraciones a los medios de comunicación, el responsable de Economía de Confebask, Pablo Martín, ha afirmado que, aunque agosto es un mes en el que tradicionalmente siempre se dan "malos datos" en Euskadi - con un aumento del paro y una caída de la afiliación-, “nada indica que se vaya a romper la tendencia de recuperación de los últimos meses que venía experimentando el mercado laboral”. De hecho, no ha sido un mes "más negativo que otros agostos", sino "al contrario". De hecho, en términos interanuales - comparando con agosto del año pasado- se ha dado un descenso del paro de 24.190 personas "y es la mayor caída del paro de toda la serie en términos interanuales". Esto indica que, pese a ese aumento "normal" en Euskadi, "no se rompe la tendencia de recuperación que venía teniendo el mercado laboral".

En un artículo para el quincenal ‘Estrategia Empresarial’ recién publicado, el director de Formación, Empleo y Talento de Confebask, Asier Aloria, sobre las crecientes dificultades que tienen las empresas vascas para encontrar personas con las cualificaciones necesarias para atender su demanda. No es un mensaje nuevo. Pero sí es cada vez más apremiante. No parece, sin embargo, - continúa - que este mensaje cale, ni entre los agentes sociales e institucionales, ni en la sociedad en general. Y, ojo, porque si no hacemos nada por corregir lo que indican las previsiones demográficas, la competitividad de nuestras empresas se resentirá y, consecuentemente, también nuestro actual estado del bienestar. La matriculación en los estudios que más demandan las empresas vascas no cumple las expectativas. Debemos revertir esa tendencia”.

En una entrevista realizada esta mañana para Euskadi Irratia, el presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, se ha mostrado esperanzado sobre la marcha de la economía a medio plazo, a pesar de que admite que esta quinta ola sigue teniendo consecuencias en materia laboral. "Aunque se haya vacunado a la población más vulnerable, hay muchos trabajadores en cuarentena, y eso se nota en la actividad empresarial, en el absentismo y en la economía". En todo caso, Zubiaurre ha vaticinado que, tras un "mal" 2020, el PIB crecerá un 7 % en 2021 y que todos los sectores avanzarán en la recuperación. Y, cuestionado por problemas más inmediatos para la empresa vasca, ha citado la falta de materia prima y suministros o los problemas en el transporte, y ha calificado de "desventaja" el elevado precio de la luz.

Es necesario que la respuesta al desafío demográfico pase a formar parte de la Agenda del país, tal y como ya lo están la transformación digital y climática. En los últimos 20 años, la población en edad laboral en Euskadi se ha reducido en 92.000 personas, mientras que la población dependiente – jubilados en su mayoría – ha aumentado en casi 200.000 personas. La previsión a 2050 es que la población laboral se reduzca en otras 220.000 personas más, y la dependiente supongan prácticamente la mitad del total. Además del relevo generacional, será imprescindible profundizar en un modelo propio de formación para el empleo, que facilite la necesaria cualificación y recualificación de la población trabajadora en las nuevas competencias productivas, si no queremos quedarnos atrás como País. Sobre coyuntura, Confebask considera que todavía queda camino para superar definitivamente la crisis, aunque lo peor parece haber pasado ya. Entre las principales preocupaciones de las empresas vascas a corto plazo, la todavía debilidad de la economía española e internacional, el descenso en la rentabilidad de las ventas, los elevados costes laborales, el rápido e intenso encarecimiento de la energía, las materias primas, el transporte, así como los problemas de abastecimiento de ciertos productos. También preocupa cómo van a llegar los fondos europeos a la empresa en general y a las pymes en particular.