Tax Lease: un daño injusto

Tax lease

La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea da la razón al sector naval, y desdeConfebask no me queda sino, en primer lugar, alegrarme por las empresas que tanto han padecido durante estos años, y que tanto clamaron por la legalidad de su actuación.

Pero, una vez celebrada esa decisión, tengo que añadir que llega demasiado tarde cuando buena parte del daño ya está hecho.

La Comisión Europea  abrió el expediente  en 2011 y sacudió al sector de lleno  cuando más arreciaba la crisis.  Supuso la paralización inmediata de la cartera de pedidos, cuando no la pérdida directa de proyectos concretos. Las consecuencias fueron muy graves. Lainseguridad jurídica que se generó en torno a la viabilidad de las empresas del sector se extendió como una mancha de aceite.

En Euskadi sufrió especialmente La Naval de Sestao, … pero es que además, según cálculos preliminares del Foro Marítimo Vasco, una treintena de empresas auxiliares de los astilleros tuvo que cerrar a consecuencia de la declaración de ilegalidad por parte de la Comisión Europea.

El sector naval en Euskadi es un sector muy potente, que se ha visto afectado por unadecisión injusta, que se corrige 4 años después. Sólo los 5 astilleros vascos emplean a unas 2.000 personas. Pero es que además, las empresas auxiliares que trabajan para este sector, dan trabajo a otros 12 mil más. En total cerca de 15.000 familias han vivido muy cerca todo este conflicto suscitado en su día al anular la Comisión Europea el tax lease, y plantear la devolución de ayudas que , para las empresas vascas, se calculó hubieran podido llegar a los 1.000 millones de euros. Y todo eso, insisto, cuando la crisis más nos estaba golpeando.

En Confebask ya dijimos en su día que se castigaba a empresas y empresarios que no eran culpables de nada,  que sólo se limitaron a acogerse a una ley entonces en vigor, y que ahora se ha demostrado además que era perfectamente legal en el seno de la Unión Europea.

De la misma forma que la decisión de la Comisión Europea supuso entonces  importantes pérdidas, ojalá que la sentencia conocida ayer sirva para recuperar inversiones y atraer aún más proyectos que contribuyan a reactivar el sector. Y eso, en relación a una industria naval que,especialmente en Euskadi y a pesar de todo, ha sido capaz de mostrar su competitividad gracias a  inversiones en I+D+I y a su buen hacer.

Habrá que ver qué decisiones toman ahora las empresas afectadas y la propia Comisión Europea, que todavía tiene tiempo para recurrir. Pero más allá de todo eso la seguridad y la serenidad jurídica deben restaurarse definitivamente en el sector. Para el bien de la industria naval y de nuestro país.