20200307

El Gobierno vasco hará un nuevo pronóstico a finales de marzo y aún carece de datos suficientes para definir el nuevo camino. La previsión inicial era que el aumento sería del 1,9%, pero en una semana todo ha cambiado. Los últimos acontecimientos y en especial la epidemia ligada al coronavirus han supuesto un auténtico mazazo en la actividad de corto plazo –caída brusca en el sector del turismo y problemas de abastecimiento en segmentos de la industria–, de tal forma que todos los organismos están revisando sus previsiones de crecimiento para este año. El Gobierno vasco lo hará a finales de marzo, en la revisión habitual de cifras que se hace en este mes, y no se descarta un retoque a la baja. «Aún no tenemos cifras concretas», aseguran fuentes del Gobierno vasco para advertir que el momento es especialmente complejo para hacer una valoración rigurosa del impacto real en la economía vasca en los próximos meses.

Las bolsas no parecen haber encontrado suelo. Esta semana el Ibex 35 ha perdido otro 3,98%, para cerrar en los 8.375 puntos, mínimos desde diciembre de 2018. Ello, tras caídas de un 12% en la semana anterior, la peor desde el primer rescate a Grecia, en mayo de 2010. En total, desde los máximos que marcaba el 19 de febrero pasado cerca de los 10.100 puntos, el índice pierde un 17%, o lo que es lo mismo 89.000 millones de euros de capitalización, según datos proporcionados por Bolsas y Mercados Españoles BME. Poco han ayudado a calmar a los mercados las medidas de choque anunciadas esta semana, desde la extraordinaria bajada de los tipos de interés en EE UU hasta la disposición mostrada por los países del G7 y de la UE para poner en marcha planes presupuestarios que ayuden a contrarrestar los efectos económicos del coronavirus. 

El Gobierno está revisando toda su política económica para hacer frente al coronavirus. Aunque la banca nada en liquidez, el Ejecutivo teme que empresas pequeñas y vulnerables del sector turístico se queden sin financiación al presentar un mayor riesgo por la epidemia. Así que trabaja en un plan de garantías estatales para que el crédito fluya a estas pymes. Además, los Presupuestos tendrán que hacer hueco al gasto por la Covid-19 con una recaudación que se resentirá. Y se levantará por ahora el pie en aquellas medidas que puedan presionar más a las empresas, como los cambios de la reforma laboral.

La patronal española volvió ayer a expresar su temor por medidas que las administraciones puedan adoptar para frenar la expansión del coronavirus. Así, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, avisó de que muchas, sobre todo las más pequeñas, no podrían asumir el coste de pagar a los trabajadores que se tengan que quedar en casa por aislamiento ante la epidemia. En este sentido, Garamendi recordó que durante los primeros 15 días de baja, 10 los paga la empresa. Y añadió que «nada tiene que ver que paguemos por una incapacidad temporal, una enfermedad, que porque alguien diga que se vaya a casa, aunque no esté enfermo». El líder de los empresarios lanzó una advertencia: «Cuidado, porque tendremos un problema muy importante de empresas que cerrarán» en caso de tener que «hacer frente a este tema».

El impacto inicial de la epidemia sobre la actividad económica se está cebando sobre todo en sectores como el turístico (aerolíneas, agencias de viaje, hoteles...) y en aquellos otros más dependientes de la cadena internacional de suministros (industria de la automoción, calzado y textil, alta tecnología y artículos del hogar), pero la preocupación por los efectos de la epidemia se extiende a todos los sectores y subsectores de la economía española.

Hasta la fecha, los actores españoles contienen la respiración y trasladan cautela. “Todavía hay tiempo hasta que comiencen Semana Santa y la Feria de abril”, confía Manuel Cornax, presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla, aunque reconoce que “ya hemos tenido algunas cancelaciones y se ha ralentizado el ritmo de reservas”. En las últimas semanas, las reservas de viajes para toda España acumulaban un descenso del 20%, según adelantó este diario por fuentes sectoriales el pasado lunes. Pero si se cumplen los peores augurios y la alerta sanitaria se prolonga hasta Semana Santa, es decir, en poco más de un mes, España podría perder 2,7 millones de turistas en el conjunto del año. Esto provocaría un descenso del 3,3% en la cifra de llegadas, respecto a los 83,7 millones de 2019. 

Las aerolíneas cancelan miles de vuelos y cortan las contrataciones ante una caída de ventas de hasta 100.000 millones de euros. Dentro del sector más castigado en la Bolsa, la acción de Norwegian cae en un día más del 20%. “El giro dado por el coronavirus no tiene precedentes”, dice el presidente de la IATA. La asociación calcula una caída de ingresos superior a los 100.000 millones de euros, el triple del pronóstico de hace unas semanas.

Más allá de las evidentes consecuencias sanitarias, la epidemia de coronavirus está provocando el afloramiento de un enorme número de dudas y cuestiones relativas a los derechos y obligaciones de empresas y trabajadores en relación a qué hacer o cómo actuar ante la expansión de un virus que ya está afectando de lleno a muchas empresas; esas dudas abarcan desde la prevención –qué medidas hay que tomar para evitar el virus– a cómo actuar en caso de que se confirme una infección en la empresa. Los expertos en Derecho Laboral de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) han elaborado una guía para aclarar qué dice la legislación española en relación a cuáles son los límites entre las demandas de las empresas y los derechos de los trabajadores, ante esta situación inédita.

Euskadi encadenó en 2019 seis años consecutivos de crecimiento económico y del empleo con protagonismo de la construcción y recuperación final de la industria. El Instituto Vasco de Estadística, Eustat, confirmó ayer que el Producto Interior Bruto vasco repuntó un 2.2% el año pasado en comparación con 2018 y completó la fotografía con el dato de creación de empleo. Con un ritmo de crecimiento algo inferior al del PIB, en concreto un 1,6%, el mercado laboral aumentó en 15.335 empleos netos. Aun siendo el menor crecimiento del empleo desde 2015, la fuerza laboral vasca dio en 2019 un importante paso para recuperar los niveles previos a la crisis y las previsiones para este año también son positivas.

La bajada de los tipos impositivos y la fuerte reducción de los beneficios de las empresas, principales causas del retroceso. El número de sociedades anónimas guipuzcoanas ha disminuido un 33,8% entre 2005 y 2017. En el último ejercicio hubo 26.093 empresas que tributaron por Sociedades frente a las 22.961 de 2007. La base liquidable media de las compañías alcanzó los 140.472 euros en 2007 y cayó a 30.000 en diez años. 

Moscú echó ayer por tierra el ambicioso tijeretazo a la producción de crudo propuesto por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), hundiendo aún más el precio del crudo, que ya estaba en caída libre por los riesgos económicos asociados al coronavirus. Tras la fumata negra, el barril de brent (el de referencia en Europa) se desplomó el 9%, la mayor caída en cinco años, hasta quedarse en el entorno de los 45 dólares.

La brecha salarial de género en Euskadi se redujo sólo un 0,4% en el periodo comprendido entre los años 2017 y 2018, por lo que con ese lento ritmo de aproximación entre lo que cobran, de media general, hombres y mujeres, aún supone una diferencia del 23,57% menos para las asalariadas vascas en relación a sus compañeros. Esa es al menos una de las conclusiones recogidas en el informe anual que sobre esta cuestión realiza UGT-Euskadi y que fue presentado ayer por su secretario general, Raúl Arza, y la secretaria de Políticas Sociales, Esperanza Morales. En euros contantes y sonantes, ese porcentaje de diferencia se traduce en 7.453 euros anuales más para los hombres que para las mujeres. 

Desde mañana todas las empresas que tengan más de 150 trabajadores están obligadas a tener implementado un plan de igualdad o, de lo contrario, podrían tener que pagar una multa de hasta 187.000 euros. Así lo recogió el Real Decreto Ley con medidas urgentes para la igualdad de hombres y mujeres que fue aprobado en marzo del pasado año. Si hasta ahora esta obligación solo era para las compañías de más de 250 empleados, desde este 8 de marzo se amplía también a este grupo de pymes medianas, ya que el Gobierno estableció un periodo de gracia de un año para que lo pudieran ir desarrollando. Además, en marzo de 2021 también habrán de tener un plan de igualdad las que tengan entre 100 y 150 trabajadores, y un año después, ya en marzo de 2022, también las más pequeñas, las que cuenten con una plantilla a partir de 50 personas.

El secretario general de UGT de Euskadi, Raúl Arza, reclamó ayer "una apuesta clara" por mejorar la fiscalidad a las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) de empresa, eso sí "siempre vinculadas a la negociación colectiva". En rueda de prensa en Bilbao, Arza se refirió a la intención del Gobierno español de desplazar la fiscalidad favorable" de los planes individuales de pensiones hacia los planes de empleo que puedan acordar empresarios y sindicatos en el marco de la negociación colectiva.

Nueva Sibol, la única fábrica española de mascarillas autofiltrantes capaces de frenar el coronavirus, tanto de los tipos FFP2 como FFP3, –más gruesas y avanzadas– está en el polígono Torrelarragoiti de Zamudio. Es una de la media docena de fábricas de Europa que producen estos productos. Fue fundada hace 35 años. En sus 3.000 metros cuadrados de superficie fabrican equipos de protección individual, tanto respiratoria como ocular o auditiva. También cascos y trajes especiales.

La presencia del coronavirus en Euskadi ha dado un salto importante en apenas 24 horas. Según confirmó ayer el Departamento de Salud, se detectaron 18 nuevos casos de Covid-19 en solo un día, por lo que el País Vasco suma, hasta el cierre de esta edición, 45 personas infectadas frente a las 27 de la jornada anterior. Por el momento, no hay ningún menor afectado. Se trata de una cifra que sigue la tendencia del número de contagios a nivel nacional –que también creció de manera considerable, con 82– y que se ha cuadruplicado con respecto a la de hace una semana.

El PNV volvería a ganar las elecciones vascas el 5 de abril logrando incluso subir un escaño respecto a los comicios de 2016 al pasar de 28 a 29. EH Bildu repetiría en segunda posición, mejorando también su resultado al pasar de 18 a 19 escaños. Lo mismo que el PSE, el partido que registra una mayor subida hasta alcanzar los 12. Un incremento de tres parlamentarios que se cimenta, sobre todo, en la caída de Elkarrekin Podemos, que pasaría de 11 a 8, y de la coalición PP-Cs, que baja de 9 a 7. Vox, por su parte, seguiría fuera del Parlamento, aunque en Álava alcanzaría el 2,8% de los votos. Está, por lo tanto, a muy pocas décimas de acariciarlo.