20200215

El año 2020 ha comenzado en Euskadi con caídas tanto del número de empresas como en el de autónomos, si bien a tenor de lo que es habitual siempre en los meses de enero, puede considerarse una «evolución normal», según señala la patronal vasca Confebask en su último boletín publicado ayer. Así, las firmas vascas inscritas en la Seguridad Social se situaron el pasado mes en 58.437, lo que supuso una caída de 521 sobre las que había en diciembre y 303 menos respecto a enero de 2019, un descenso interanual del 0,5%. Ver más en Confebask 

A quince días del cierre de Mutiloa, el único vertedero de Gipuzkoa para estos desperdicios, no se sabe qué hacer con las 200.000 toneladas que se tiran allí al año. Se trata de la única instalación operativa en Gipuzkoa para tratar este tipo de materiales, en teoría previo proceso de separación y reciclado, pero ya no recibirá más desperdicios. Empresas afectadas y gestores de residuos consultados por este periódico no tienen en estos momentos solución al escenario que se les presenta a partir del 1 de marzo. El cierre de Mutiloa ha coincidido con la tragedia de Zaldibar que deja un drama humana, con dos trabajadores sepultados bajo la escombrera que se vino abajo el pasado día 6, pero también inutiliza uno de los principales puntos de vertido de residuos industriales en Euskadi, que recibió 511.000 toneladas de escombro en 2019.

Nueve días después del desprendimiento en el vertedero de Zaldibar, Osakidetza se ha visto obligada a lanzar una alerta por contaminación en los municipios del entorno. Las primeras recomendaciones sanitarias para los cerca de 50.000 vecinos de Ermua, Eibar y Zaldibar invitan a mantener cerradas las ventanas de las casas y evitar las prácticas deportivas al aire libre. Las muestras tomadas hace cinco días, con grandes humaredas procedentes de los incendios que persisten en la escombrera, revelan que los niveles de dioxinas y furanos se han disparado «entre 40 y 50 veces más» de lo que se considera normal. Las recomendaciones del Ejecutivo afectan también al derbi programado para el domingo entre el Eibar y la Real Sociedad en Ipurua.

China, la fábrica del mundo, se ha parado y con ella las 37 plantas de las 32 empresas guipuzcoanas implantadas en el Dragón Rojo. La crisis del coronavirus les ha impactado de lleno y la producción ha sido casi inexistente durante dos semanas, un problema que afecta a todo el tejido industrial del país. A día de hoy, dependiendo de las zonas y del cumplimiento de los protocolos de seguridad impuestos por el Gobierno de Xi Jiping, la actividad comienza a arrancar, aunque con dificultades. Así lo explican a este periódico directivos de Hine, Lazpiur, Ibarmia y de la Corporación Mondragon. Confían en retomar la normalidad en breve, tras dos semanas paralizadas por el coronavirus, aunque tanto los proveedores como los clientes están al ralentí. 

La firma sufre el castigo común a la industria por el coronavirus, pero los analistas creen que se encuentra infravalorada en Bolsa y destacan su buena gestión y una diversificación de productos y países que le permiten crecer año tras año. La analista de Bankinter Esther Gutiérrez resume en una frase la situación de CIE Automotive: “Es una buena compañía en un sector del automóvil que vive una tormenta perfecta”. Menor crecimiento económico en el mundo, guerra comercial, cambio de modelo del automóvil y, como guinda de males, el coronavirus, que tiene paralizada buena parte de la industria china.

El encarecimiento de la electricidad, del vestido, el calzado y de los alimentos y bebidas no alcohólicas, especialmente del pescado y marisco, impulsaron la inflación en enero en el conjunto de España hasta el 1,1% en tasa interanual, tres décimas superior a la de diciembre. Sin embargo, en Euskadi esa tasa fue aún mayor al situarse el Índice de Precios de Consumo (IPC) en el 1,4%. En el País Vasco el sector más inflacionista fue el transporte, con un 3,9% de incremento sobre el mismo mes del año pasado; seguido de los alimentos y bebidas no alcohólicas, con un 2,9%; y hoteles, cafés y restaurantes, con un 2%. Vestido y calzado experimentaron un aumento del 1,1%, y ocio y cultura se anotaron un repunte interanual del 0,8%. Sólo el sector de los gastos de vivienda descendió en Euskadi al registrar una reducción interanual del 3,6%.

Repsol ha recibido un duro golpe en la batalla arbitral que le enfrenta, desde hace cinco años, al gigante chino Sinopec por un pleito heredado de la canadiense Talisman, propiedad del grupo español desde 2014, cuando desembolsó 10.400 millones de euros. En juego hay reclamaciones por parte de la corporación asiática de 5.500 millones de dólares (más de 5.060 millones de euros al cambio actual). Aunque Repsol seguirá batallando, y hay otros frentes abiertos derivados de la misma pelea, la petrolera ha decidido provisionar 837 millones de euros para el conjunto del litigio. Esta provisión repercutirá negativamente en las cuentas. Se cargará a las de 2019, un ejercicio en el que la compañía va a aprovechar para hacer un ajuste multimillonario a la baja del valor de sus activos petrolíferos ante el deterioro del precio del barril, lo que le llevará a pérdidas históricas, que previsiblemente superarán los 3.000 millones de euros. 

El grupo automovilístico Renault registró en 2019 sus primeras pérdidas en una década. El año pasado, el conglomerado francés perdió 141 millones de euros, después de haber ganado 3.302 millones en 2018. En Bolsa, la primera reacción de las acciones de la automovilística fue muy bajista, pero a media sesión se dio la vuelta y entró en positivo, aunque cerró con una caída del 0,90%. Si pasó, aunque fugazmente, de los números rojos a los verdes fue porque en su comparecencia ante la prensa, Clotilde Delbos, al mando del grupo como consejera delegada interina, deslizó la posibilidad de recortes de costes, ventas de activos o cierres de fábricas. Delbos afirmó que no excluye ninguna posibilidad, que afronta la situación sin ningún tabú, «ya sea en el mundo o en Francia». El objetivo de la compañía es reducir sus costes estructurales en al menos 2.000 millones de euros en los tres próximos años.

La economía de la eurozona crece al ritmo más lento desde la crisis de deuda de hace siete años, según datos publicados el viernes. El dato supone un duro golpe a las expectativas, que comenzaban a mejorar. La zona euro registró un crecimiento del 0,1% en el cuarto trimestre, el ritmo más lento desde principios de 2013. El dato coincide con el consenso de los analistas. Sin embargo, el mercado laboral siguió mejorando y la población activa aumentó un 0,3% en los últimos tres meses de 2019. Alemania se estancó en el cuarto trimestre, con un crecimiento plano, un rendimiento inferior a las expectativas de los analistas y un descenso con respecto al 0,2% del tercer trimestre. Las cifras han disipado el optimismo con el que la eurozona arrancó el año.

El Gobierno del diálogo social montó ayer una buena bronca con los empresarios agrarios en el Ministerio de Trabajo y Economía Social. El vicepresidente de Asuntos Sociales, Pablo Iglesias, y la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, dejaron plantados a los empresarios agrarios, después de convocarles a una reunión con los sindicatos CCOO y UGT del campo andaluz y extremeño. El Ejecutivo quería tratar en el encuentro la grave situación que atraviesa el campo por diversos motivos: la caída de la rentabilidad de la producción agrícola por el descenso de los precios y el aumento de los costes. Sin embargo, en este contexto, en la noche del jueves, y después de que se apuntara Iglesias a la reunión, el Gobierno desconvocó a las organizaciones más representativas de los empresarios del campo: Asaja, que está en la CEOE; COAG y UPA, muy influyentes en las pequeñas explotaciónes. El 85% del campo español son negocios familiares. Incluso, UPA forma parte de la confederación de UGT.

La patronal abandona una reunión con los sindicatos por la ausencia repentina de un alto cargo que negociaba en dos salas a la vez. La exclusión de parte de las organizaciones agrarias «no sentó muy bien» a la patronal, admiten fuentes cercanas a los empresarios. Aunque aclaran que no fue ese el detonante de lo que sucedió ayer. Mientras Iglesias y Díaz negociaban medidas con los sindicatos agrarios en una sala, en otra cercana hacían lo propio representantes de la CEOE y de Cepyme, así como de CC OO y de UGT, para abordar, en un encuentro la modificación de la reforma laboral. En esa reunión también se encontraba el Secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, quien, apuntan fuentes presentes en la sala, «se ausentó» de la mesa para sentarse en la de los sindicatos agrícolas de Andalucía y Extremadura. Ante esa circunstancia, los representantes de las organizaciones patronales decidieron dar por suspendido ese encuentro del diálogo social para abordar una de las cuestiones clave y más controvertidas de la recién iniciada legislatura, la reforma laboral. «No se daban las condiciones para continuar hablando», indican esas fuentes. «Ni son formas».

La gran batalla por el primer presupuesto de la UE sin el Reino Unido amenaza con agravar la crisis del campo español. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, puso ayer sobre la mesa una propuesta para que la UE disponga en los próximos siete años de 1,094 billones de euros, el equivalente al 1,074% del PIB de los Veintisiete. Pese a suavizar los recortes de la propuesta de diciembre, la nueva oferta rebaja un 12% los fondos de cohesión y un 14% los agrícolas. De confirmarse, este recorte presupuestario supondría un nuevo mazazo para el sector agrícola español, que desde enero ha multiplicado sus protestas por toda España.