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La rentabilidad de las microempresas vascas, con entre uno y nueve empleados, cayó un 33,3% entre los años 2008 y 2017, mientras las de más de 50 trabajadores se redujo un 8,9%, según el último informe de Confebask. La mayor parte de ese desplome de las compañías de menor tamaño se produjo durante la crisis. En el análisis de Confebask se detalla cómo, en 2017, último año para el que hay datos, la rentabilidad de empresas no financieras para las compañías de 1 a 9 empleados se situó de media en el 3,4%, muy por debajo de la rentabilidad económica de las empresas de 10 a 49 empleados (5,8%) y de las de 50 o más empleados, que se situó en el 5,1%. Ver más en Confebask aquí
 

Así se desprende de la encuesta de producción industrial del Instituto Nacional de Estadística, presentada ayer, que refleja un crecimiento de la actividad del 2,1% en las fábricas vascas entre enero y noviembre del año pasado. Un ritmo que contrasta con el 0,5% del conjunto del Estado y que es superior al que registró el índice vasco en ese periodo en 2018.El Gobierno Vasco destaca el “dinamismo” de las manufacturas este año frente al retroceso de construcción y servicios.

 

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, urgió este viernes a la clase política a que “empiece a hablar de las cosas que nos unen” y defendió que tiene que haber “un Gobierno para todos” y “una oposición fuerte, pero también leal”. De este modo, señaló que “se puede ser contundente en las cosas, pero la crispación nunca ha sido buena”, en referencia a la postura defendida por las tres formaciones de derecha, Partido Popular, Cs y Vox. Este último partido ha convocado este domingo manifestaciones en todo el país para exigir al Gobierno que respete la soberanía popular y la Constitución, “que es lo mismo que exigir respeto por la libertad, la convivencia y la igualdad”.

La central asegura que quiere que haya convenio y espera encontrar en Adegi «una postura similar» para renovar un pacto que decayó hace nueve años. Algo se está moviendo en la negociación colectiva en Euskadi. La lucha conjunta de los cuatro principales sindicatos vascos en el convenio del Metal de Bizkaia ha supuesto un antes y un después a pesar de que la unidad se rompió al final al desmarcarse ELA de la firma del acuerdo. Aquel pacto sirvió para que CC OO indicara pocas semanas después y justo antes de las Navidades que ahora les tocaba el turno a los convenios del Metal de Gipuzkoa y Álava.

ELA se movilizará hasta el 7 de febrero, aunque se abre al diálogo con una nueva reunión para el próximo viernes entre patronales y el resto de sindicatos del sector. La huelga en las residencias y centros de día de mayores en Gipuzkoa seguirá un mes más, hasta el 7 de febrero, pero la negociación del convenio del sector ha salido de la UCI después de tres años en estado prácticamente de coma. La medicina ha sido el diálogo, si bien todavía no se puede dar al paciente por curado. 

Los polideportivos y clubes deportivos de Bizkaia se enfrentan a otras diez jornadas de paro total. Los trabajadores afectados por el convenio de locales y campos deportivos están llamados a secundar 10 nuevos días de movilizaciones, del 20 al 26 de este mes y del 4 al 6 de febrero, «ante la falta de avances de la mesa negociadora». Todos los sindicatos (ELA, CCOO, UGT y LAB) han decidido retomar las protestas al no haber propuestas de mejora del convenio por parte de la patronal que satisfagan sus demandas. De los más de 2.000 empleados del sector, más de un millar desempeñan su labor en los polideportivos del territorio. 

La Autoridad Vasca de la Competencia (AVC), organismo autónomo adscrito al Departamento de Hacienda y Finanzas del Gobierno vasco y que tiene como finalidad promover, garantizar y mejorar las condiciones de libre competencia y transparencia en el mercado, ha reaccionado al masivo cierre de comercios protagonizado el pasado domingo –víspera de Reyes– por el sector en Bilbao con la aprobación de un informe jurídico que avala la actividad de los negocios minoristas en festivos y muestra su extrañeza por el «cierre masivo» del sector en la víspera de Reyes en Bilbao. Salvo algunas tiendas del Casco Viejo, la práctica totalidad de establecimientos no llegó a levantar la persiana el pasado 5. En las zonas más céntricas de la capital vizcaína, como El Ensanche e Indautxu, las aperturas fueron testimoniales.

Abrir una cuenta y depositar dinero en una entidad financiera en el extranjero no es delito. Es perfectamente legal y puede estar justificado por razones logísticas e incluso de rentabilidad. De entrada, ni siquiera puede considerarse un intento de elusión fiscal y de ocultar una parte del patrimonio al fisco. Pero la Hacienda de Bizkaia se lanza ya a comprobar si es así, porque por primera vez en la historia tiene todos los datos. O, aparentemente, casi todos. Desde el pasado verano dispone ya de la información entregada por 50 países, que ha permitido identificar a los 11.000 vizcaínos con cuentas corrientes y depósitos financieros en el extranjero. Unas cuentas que albergan un total de 1.500 millones de euros. 

Trabajar cuatro días a la semana, manteniendo el salario y también la productividad, ya es posible en España. Una empresa de Jaén, Software Delsol, ha empezado en enero a aplicar esta innovadora jornada laboral para sus 181 empleados. La mayoría trabajan ya de lunes a jueves, y el resto lo hacen en bloques de cuatro días continuados rotando de lunes a viernes. El debate sobre la jornada laboral de cuatro días apenas ha tenido recorrido en España y tampoco en el extranjero. Tan solo se intentó aplicar, sin éxito, en Finlandia y hubo algunas experiencias piloto en Nueva Zelanda. La única medida sólida es la de Microsoft en Japón, que asegura haber aumentado sus ventas un 40% tras introducir la jornada semanal de cuatro días.

El nuevo equipo económico del Gobierno tendrá un margen muy estrecho para elaborar sus cuentas. Sobre todo si se toma como referencia el acuerdo firmado por PSOE y Podemos. Este promete aumentos del gasto sustanciales. Sin embargo, las subidas de impuestos previstas son claramente insuficientes para financiar tales desembolsos y, además, rebajar el déficit público al ritmo que exige Bruselas. Todo ello en plena ralentización y sin que en 2019 se haya corregido el agujero presupuestario. Una década después del estallido de la crisis, aún se sitúa en el 2,2% del PIB según la Autoridad Fiscal o el 2,4% según el Banco de España. Esto es: unos 30.000 millones de desfase entre gastos e ingresos, de los que más de la mitad proceden de pensiones.

Sindicatos reformistas y Gobierno dieron signos ayer de estar próximos a un acuerdo tras más de cinco semanas de intenso pulso en torno a la reforma del sistema de pensiones que quiere sacar adelante Emmanuel Macron. Las dos partes han ido limando asperezas en los últimos días, y las centrales confiaban ayer en que el Ejecutivo acabará por ceder en el punto más espinoso de la reforma, el que retrasa de forma efectiva la edad de jubilación de los 62 a los 64 años.

Estados Unidos cerró 2019 con un total de 2,1 millones de puestos de trabajo no agrícolas más, al mismo tiempo que el número de personas desempleadas se redujo en 533.000, según los datos hechos públicos ayer por la oficina de estadísticas laborales del Departamento de Trabajo estadounidense. En diciembre pasado, la tasa de desempleo del país norteamericano se situó en el 3,5%, su nivel más bajo en los últimos 50 años. 

Tras varios accidentes sufridos por este tipo de avión, la compañía entrega a la Justicia de EE UU comprometedores mensajes internos. Empleados desconfiaban de los simuladores de vuelo utilizados para ensayar con estos aparatos. Entre los mensajes, destacan los que decían que el avión fue «diseñado por payasos, que a su vez son supervisados por monos». La compañía asegura en un comunicado que estos mensajes «contienen un lenguaje provocativo y, en ciertos casos, plantean preguntas sobre las interacciones de Boeing con la FAA en relación con el proceso de calificación de los simuladores».