20191208

La digitalización, la automa­tización, la robótica, la inteligencia artificial e lnternet están afectando a la sociedad y también al mundo industrial. El concepto de industria 4.0 es más que una moda o un con­cepto de marketing, señala Ana San­tiago, consejera delegada de una com­pañía vasca de consultoría e ingeniería como Sisteplant que celebra estos días su 35 aniversario. Santiago des­taca que pese a toda la tecnología "son las personas la clave en las organiza­ciones y para ello tienen que estar formándose continuamente: La industria 40 no es una idea de marketing sino el cambio obligado por la llegada de las nuevas tecnologías". 

El Instituto Vasco de Competitividad Orkestra ha presentado recientemente el Informe de Competitividad 2019 que ofrece una visión de la situación en la que se encuentra Euskadi para hacer frente a los retos económicos y sociales mundiales. Su directora, Mari Jose Aranguren, desgrana las principales conclusiones. "Si vemos cuánta gente sale ahora de la FP y de la Universidad, no tenemos cobertura. Nos plantea un gran reto que va a requerir todo tipo de iniciativas, tanto de atracción de talento de fuera como preparación de los perfiles profesionales que no tienen las capacidades que se van a ir exigiendo. También programas de formación ad hoc, formación de inmigrantes, políticas de inserción, alianzas o colaboraciones entre el mundo educativo y el mundo laboral… El reto es tener personas con capacidades para desarrollar nuestra economía y nuestra sociedad". 

La gran industria vuelve a cargar contra una nueva subasta eléctrica, que considera perjudica y dispara los costes en el sector. La patronal de las grandes firmas siderúrgicas, Unesid, cree que la nueva convocatoria de su basta de inte­rrumpibilidad para la primera mitad de 2020 es "una improvisación" y considera que el recorte en la potencia que se pondrá en juego perjudi­cará "a la competitividad del acero y la sostenibilidad del sistema eléctrico". 

Iñaki Arriola Consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda. El Gobierno vasco ultima la nueva Ley de Cambio Climático, que pondrá el acento en un transporte limpio y obligará a usar material reciclado en el 40% de la obra pública. «La actividad productiva deberá estar más cerca de la ciudad o un transporte público sostenible». El efecto invernadero es una realidad, y Euskadi no es ajena a sus consecuencias. Para el consejero de Medio Ambiente, asumir la gravedad del problema es el primer paso para ponerle remedio. Y asegura que el Gobierno está haciendo los deberes con nuevas leyes: de cambio climático, de administración ambiental y conservación del patrimonio natural. O con el desarrollo del plan Urban Klima, que incluye 40 acciones hasta 2025... Eso sí, remarca que la responsabilidad es «de todos», gobiernos y ciudadanos, «en todo el planeta».

La Fiscalía de Medio Ambiente ha abierto diligencias, en el marco de la ‘operación Kigali’, en las que la Guardia Civil ha investigado a 68 personas vinculadas con 30 empresas por la emisión a la atmósfera de gas refrigerante en la inadecuada gestión de vehículos al final de su vida útil. Varios de estos desguaces se encuentran en el País Vasco, según informó la Fiscalía General del Estado. De hecho, el operativo se ha centrado solo en Euskadi, Madrid y Cataluña. La investigación se ha enfocado en la monitorización de la actividad de los centros de tratamiento de vehículos al final de su vida útil, o desguaces, que en sus memorias habían declarado cantidades próximas a cero kilogramos de gas R 134A recuperado. Sin embargo, se han detectado emisiones equivalentes a más de 76 millones de kilogramos de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que supone una emisión estimada de 800 millones de kilómetros recorridos por un vehículo.

La fiscalidad medioambiental aún no está madura del todo en Gipuzkoa. De hecho, está bastante verde. No porque la conciencia no exista en la calle. Ni tampoco en las instituciones ni en las empresas. Pero los datos, siempre tozudos, indican otra realidad. Y analizándolos al detalle, en plena celebración de la Cumbre del Clima, valga la paradoja, en Madrid, con los líderes mundiales discutiendo sobre qué rumbo debe tomar el planeta para ser sostenible, se extraen varias conclusiones. La más flagrante es que cuanto mayor es la preocupación por el cambio climático, menor es el acicate fiscal para evitarlo. Y es que, según los datos recogidos en la Hacienda foral, cae un 65% la cifra de empresas guipuzcoanas que ha realizado inversiones o gastos relacionados con actividades medioambientales incentivables. 

La encuesta elaborada para EL PAÍS por la empresa 40dB. entre el 29 de noviembre y el 4 de diciembre —ya con la Cumbre Climática de Madrid inaugurada— es una suerte de radiografía del sentir medioambiental de los españoles. Y el primer dato que destaca es que los ciudadanos creen de forma abrumadora en el cambio climático: el 93,6% de los 2.132 encuestados. El negacionismo tan solo seduce a un residual 6,4%. Lo son el 18,7% de los votantes de Vox y el 8,8% del PP, mientras que en el PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos la proporción baja a entre un 1% y un 3%. También creen, en su mayoría, que es necesario actuar. Un 59,5% considera que es “muy urgente” tomar medidas para combatir el cambio climático. Un 31% afirma que es “bastante urgente”. Es decir: nueve de cada diez españoles cree “urgente” dar un paso adelante.

Euskadi está a punto de recuperar su récord histórico de 983.000 cotizantes previo a la crisis y en ello han tenido mucho que ver los inmigrantes, que han ganado peso en el mercado laboral en los seis años de recuperación. Según los últimos datos de la Seguridad Social, correspondientes a octubre, los cotizantes de origen extranjero superan ya los 70.000, un 7% del total. Desde 2013, cuando se inició la remontada, el País Vasco ha sumado 103.000 trabajadores afiliados y un 20% de ellos son de fuera. Su papel es ya muy significativo y lo va a ser más puesto que son la principal respuesta al reto demográfico que supone el envejecimiento de la población. De ahí que sea tan necesario analizar su perfil, los puestos que ocupan y su formación para así mejorar su empleabilidad. Se calcula que la comunidad va a perder 95.000 personas en edad de trabajar para 2030.

El cofundador de Eutik explica que, «a pesar de que estamos creciendo, no tenemos que olvidarnos de nuestros valores de empresa pequeña». «Lo más complicado de llevar una empresa está en la gestión del equipo». «Siempre hemos apostado por tecnologías reconocidas internacionalmente, innovadoras y que ofrecen una solución completa a nuestros clientes». Mikel Lasa fundó Eutik junto a su socio Iker Ayerbe. La empresa donostiarra distribuye tres softwares: uno para la gestión de procesos de las compañías y los otros dos destinados al análisis de datos para ayudar a las organizaciones a tomar decisiones acertadas (Business Intelligence).

La ciudad vasca aspira a convertirse en un polo de atracción de investigadores y start-ups, así como recuperar su peso en el sector financiero. Ayuntamiento y Diputación invierten más de 12 millones de euros en captar talento. La urbe quiere transformarse en un centro mundial de emprendimiento. Bilbao envejece y pierde población. En 1981 alcanzó su máximo (433.000 habitantes) y pese a que en 2018 se apuntase un aumento de 711 personas, por primera vez en los últimos 10 años, su censo es de casi 346.000 habitantes. Las autoridades vascas se han propuesto revertir esa situación y, al mismo tiempo, generar riqueza. Hace unos días se presentaba en el Museo Guggenheim el primer índice de prosperidad inclusiva del mundo (PICSA) con el que el Ayuntamiento, regido por Juan Mari Aburto, y la Diputación Foral de Bizkaia pretenden dar un nuevo paso en su apertura internacional, sostiene Sergio Murillo, diputado de Acción Social, “porque la atracción de talento depende de nuestra apertura al mundo”.

La llegada de la ‘tasa Google’ está generando oposición y no sólo en el mundo empresarial. Es preocupante la reacción del Gobierno de EE UU, donde Trump tras enterarse de que Francia ha aprobado su impuesto a las tecnológicas ha decidido imponer nuevos aranceles a productos que importa del país galo por el 100% de su valor. El presidente teme que las grandes empresas estadounidenses (Amazon, Facebook o Google, entre otras) pierdan su actual fuerza.

El 'procés' ha desatado la pérdida de competitividad, salida de empresas, deterioro del PIB y el empleo ... y todo ello seguirá azotando a Cataluña en los próximos años. Los empresarios exigen estabilidad a los políticos para revertirlo. Según los datos del Consejo de Economistas, Cataluña ocupa ya la cuarta plaza en competitividad en España, muy por detrás de la Comunidad de Madrid, y lejos también de Navarra y Euskadi. 

La petrolera se convierte en la compañía más valiosa del mundo en medio de la mayor crisis climática. El primer intento de cotizar se saldó con un sonoro portazo de los inversores. La joya de la corona tiene en el Asia emergente a su principal cliente. Declaró un beneficio de 111.000 millones por bombear 10 millones de barriles. Con los gigantes del sector en el punto de mira y tratando de emprender una reconversión —y un lavado de cara— inclinándose hacia las renovables, y con aseguradoras como la francesa Axa tratando de desligar su nombre de los combustibles fósiles, Aramco, la empresa que más ha contribuido a las emisiones de gases de efecto invernadero en las cinco últimas décadas, busca el favor de los inversores.

Cada vez más dispositivos y máquinas en todos los órde­nes de la vida, desde las cosas que hacemos sin pen­sar a diario hasta los gran­des procesos industriales, van a estar conectados entre sí a través de internet. Ahora bien, ¿quién va a construir las redes que controlen todo, desde el termostato de casa hasta una siderurgia? ¿ Van a ser empresas estadouniden­ses, europeas, japonesas o coreanas? ¿O van a ser empresas chinas?  Las grandes potencias luchan por el control de la 'quinta generación', el llamado Internet de las Cosas. El dominio de esta tecnología implica hacerse con el poder político, estratégico y económico mundial. Pekín va por delante, lo que preocupa tanto a Washington como a Bruselas y la mismísima OTAN. 

Si nadie lo remedia de aquí al martes, el tribunal de resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) llegará de facto a su fin. Ante la negativa de EE UU a renovar las vacantes, el órgano que durante 25 años ha hecho de árbitro en las disputas comerciales entre los países dejará de funcionar ante la insuficiencia de miembros. Es un ataque más de la Administración de Donald Trump a las organizaciones multilaterales y sus consecuencias se pueden dejar sentir de forma creciente en los próximos años. Los expertos alertan del riesgo que eso supone para el sistema de comercio global. “El sistema de resolución de disputas de la OMC está en crisis, poniendo con ello en peligro el futuro de la organización”. 

El deterioro de la economía mundial iniciado desde mediados de 2018 se está suavizando. Los índices de actividad, como los indicadores de confianza y de gestores de compra, disponibles hasta noviembre apuntan a un leve repunte para el cierre del año. Una tendencia avalada por el dato de crecimiento del tercer trimestre para la eurozona, sin cambios con respecto al segundo, quebrando un declive que no parecía tocar fin. Esta es una buena noticia para una economía española que venía perdiendo ritmo por la adversidad de los vientos externos. Las exportaciones parecen haber recuperado un cierto brillo pese al desplome de los mercados mundiales. En septiembre, las ventas en el exterior se incrementaron a un ritmo anual del 6,8%. Incluso el sector del automóvil parece haber detenido su declive. Por otra parte, como ya se venía advirtiendo, el empleo sigue creciendo, sosteniendo el consumo.