20191110

Entrevista con Wolfgang Dold Embajador de Alemania en España. Se manifiesta impresionado de los fuertes lazos empresariales que unen su país con Euskadi. Consciente de que en la comunidad hay gran preocupación por la situación de Alemania, su modelo de referencia y segundo mercado, trae un mensaje de tranquilidad al descartar una recesión. - Falta de profesionales, ¿Sufre su país ese déficit?- : " Es un problema que sufren tanto Alemania como España. No obstante, en los últimos años ha bajado la demanda de quienes quieren aprender alemán. Y eso es porque la recuperación de la economía española ha mejorado las perspectivas laborales en el país. Profesionales que se fueron están regresando. Al margen de los factores coyunturales, la necesidad de formar a las personas es vital, la mejor manera de competir con Estados Unidos y China y de caminar hacia una Europa social. Alemania ha apostado en ese sentido por la FP Dual, en la que el País Vasco también es puntero". 

A partir de mañana la normalidad volverá a reinar en los centros de iniciativa social de enseñanza concertada de Euskadi. El viernes por la noche, ya sábado de madrugada, y después de varias jornadas maratonianas tratando de acercar posturas, sindicatos y patronal llegaron a un acuerdo para solucionar un conflicto que se arrastra desde hace más de dos años. Se ponía asimismo fin a la huelga de un mes que se inició el jueves. Todas las partes se felicitaron ayer por el consenso, aunque una de ellas, la que representa a los padres de los alumnos de los colegios, mantiene la preocupación de que las mejoras salariales acordadas repercutan en las cuotas y, por tanto, en sus bolsillos.

Sin entrar en ese debate de fondo, lo cierto es que el estudio del Servi­cio Público Vasco de Empleo al que se refiere Eduardo Zubiaurre sí fija un suel­do medio de algo más de 1.500 euros mensuales para estudiantes de la Universidad Pública Vasca, la Uni­versidad de Deusto y Mondragon Unibertsitatea, pero analiza los sala­rios de los estudiantes tres años después de su graduación. Es decir, un periodo de tiempo suficiente para que los jóvenes hayan podido con­solidar su puesto de trabajo tras pasar, en algunos casos, por contratos en prácticas y recorrer, en otros, las categorías que tienen sueldos más bajos hasta equipararse con los trabajadores más veteranos. 

El Departamento de Empleo liderado por Beatriz Artolazabal ha presentado los últimos meses los resultados del Estudio de Inserción Laboral de cada una de las universidad vascas. La UPV, Deusto y Mondragon tienen un alto nivel de empleabilidad, pero es el centro universitario del grupo cooperativo el que tiene un índice más elevado. Cabe extrapolarse de la encuesta que el 90% de los universitarios vascos encuentra empleo tres años después de graduarse y que la tasa de paro se sitúa por debajo del 6%, ya que muchos jóvenes continúan formándose. Se cierra así el ciclo negativo para el empleo iniciado en 2009 y se recupera en parte el terreno perdido durante la crisis.

Para muchos guipuzcoanos, el fin de semana ya no es sinónimo de descanso laboral. Más de 50.000 personas trabajan en el territorio en domingo, tradicionalmente jornada de respiro laboral por excelencia. En concreto son 53.600 –incluyendo autónomos–, según los últimos datos disponibles a cierre de 2018 recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que elabora esta estadística en base a la Encuesta de Población Activa. Este colectivo representa el 17,7% de la población ocupada de Gipuzkoa, casi cuatro puntos por debajo del año anterior –21,4%–, cuando más de 60.000 personas ‘fichaban’ en su puesto de trabajo el último día de la semana.

La sentencia del Constitucional que valida el despido de un empleado cuando acumule cierto número de bajas, aunque estén justificadas, deprime a los trabajadores, especialmente en el sector privado. El fallo enfrenta a quienes creen que «mete miedo» a los trabajadores y menoscaba sus derechos y los que piensan que será un freno al absentismo. En 2018 se alcanzaron cifras históricas. Según el cómputo del Estatuto y tomando 21 días como jornadas hábiles en un mes, las bajas durante dos meses consecutivos deberían ser como máximo de 8,6 días hábiles de un total de 42. A estas ausencias habría que añadir otras 11 jornadas en el último año, es decir, a partir de 20 días de bajas intermitentes y justificadas durante 14 meses estaría justificado el despido.

«Ayudar a las empresas a crear productos para el mercado». Con esta idea Ion Lizaso y Mikel Ayala dieron luz a Prosumerlab. Desde entonces, han sido fieles a ello y eso les ha funcionado. Su negocio «sigue creciendo», lo que ha llevado a la empresa donostiarra a contratar nuevo personal: "Lo principal es contar con unos valores y compartirlos con el equipo. Luego, hay que tenerlos presentes en el día a día y contratar a personas que se identifiquen con esos ideales. También tenemos que conseguir que todos los trabajadores estén alineados en la orientación al cliente". 

Tras algo más de dos años de cierto parón, -quizás por haberse centrado más en la actividad avalista en un escenario de tipos bajos y liquidez monetaria y que tuvo su reflejo incluso en un decrecimiento en los resultados-, y la digestión de la fusión con Oinarri, Elkargi SGR parece que ha vuelto a tomar vuelo, de la mano de su nuevo director general, Zenón Vázquez, y cual ave fénix quiere volver a hacer realidad en toda su amplitud el slogan que de una manera gráfica simplifica lo que es y quiere seguir siendo: “Tu aliado financiero”...Cuatro décadas que le han convertido a Elkargi no solo en la SGR más importante del Estado, duplicando en actividad a la segunda entidad, sino en un factor determinante en el desarrollo del tejido productivo vasco. Todo un referente.

Estancamiento, conflictos comerciales a diestro y siniestro, frenazo en el mercado laboral y precarización del empleo, Brexit, retroceso de la globalización, curvas de tipos invertidas. Las malas noticias son la nueva normalidad en las páginas salmón de los periódicos: el lector de prensa especializada —y no solo— desayuna un día cualquiera con un mal dato de paro y se acuesta con una inquietante mala nueva sobre la evolución del sector industrial alemán, el gran gigante europeo inmerso en una recesión técnica que ha despertado las dudas en toda la eurozona. ¿Hasta qué punto estamos realmente expuestos a esta cascada de pesimismo? Cuando ciudadanos y empresas temen un horizonte más sombrío gastan e invierten menos y ahorran más. Todo ello acaba por lastrar el crecimiento. 

Todos los ingredientes deberían conducir, si no al pesimismo, al menos a una cierta cautela por parte de los empresarios. Sin embargo, la realidad parece ser otra bien distinta, según los datos de HSBC Navigator, la mayor encuesta corporativa que se hace en el mundo —participan 9.131 compañías de 35 países— y cuyas conclusiones adelanta EL PAÍS en exclusiva. El optimismo es la tónica dominante en este informe y las empresas españolas —hay respuestas de 350 corporaciones— están entre las que con mayor esperanza contemplan el panorama de los negocios en 2020. En concreto, el 47% de las firmas nacionales se declara más optimista que hace un año y el 85% asegura que sus ventas crecerán el próximo ejercicio (seis puntos porcentuales más que el dato global de la encuesta).

La adquisición de Air Europa por Iberia confirma la reactivación de las fusiones y transacciones tras meses de letargo. Estas operaciones han tocado techo y el éxito de las últimas dependerá de cuestiones de competencia. El mercado de M&A (Mergers & Acquisitions), que es como se de­nomina a la actividad de fusiones y adquisiciones, parece haber reco­brado fuerza en la última parte del año tras unos meses aletargado. Hay mucha liquidez disponible en el mercado y empresas que aprovecharon la crisis para reforzarse y reposicionarse en el escaparate, al­go que no pasa desapercibido para compradores, vendedores y todo el universo de bancos, consultoras, abogados y expertos que participan en las transacciones. 

La seguridad económica global está amenazada, apunta Emilio Ontiveros, y con ella la estabilidad política del mundo. Países ricos como el Reino Unido y EE UU torpedean la fluidez de las relaciones internacionales. Más de una década después del estallido de la crisis de 2008, la vulnerabilidad sigue dominando los estados de ánimo: "El mundo vuelve a complicarnos la existencia. La inseguridad global está ocupando un espacio cada día mayor en la vida de la gente. Influye en la actividad económica al sembrar la incertidumbre sobre las condiciones que determinan nuestro bienestar. La sensación de que vivir mejor no depende solo de lo que hagamos nosotros encuentra cada día más respaldo en un entorno internacional que transmite más inquietud que tranquilidad. Más fracturas que cohesión". 

La candidatura de la senadora sube a lomos de un plan que refundaría el capitalismo de EE UU y despierta recelos entre los demócratas moderados ante la batalla de 2020. La política utiliza su experiencia vital para conectar con el público. El plan estrella de su campaña es un sistema público y universal de salud. Michael Bloomberg representa justo lo que Warren quiere combatir. Cuando tenía 12 años, su padre sufrió un grave ataque al corazón que le retiró del mercado laboral y estuvieron a punto de perder la casa. La madre, que nunca había tenido un empleo, se puso a trabajar a los 50 años como operadora de teléfono, con el sueldo mínimo, pero salieron adelante. “La historia de mi madre“, dice la senadora, “es también una historia de gobierno, porque cuando yo era niña, un trabajo a tiempo completo con sueldo mínimo pagaba la hipoteca y ponía comida en la mesa. Hoy un trabajo así no es capaz de sacar a una mujer y a un bebé de la pobreza… ¡Eso está mal! ¡Y por eso estoy en esta lucha!”.

La vergonzosa escena tenía lugar el mes pasado: una madre y su hijo abandonaban llorando una sesión del consejo regional de Dijon después de que un representante de la ultraderecha exigiera que la mujer, que acompañaba una excursión del colegio del niño, se quitara el hiyab o saliera de la sala. El momento, capturado en vídeo, se hizo viral, y volvió a arrastrar a Francia a la enésima polémica sobre el velo islámico, un debate tradicional de los manuales de la extrema derecha, pero que cada vez es abrazado por sectores más amplios de la sociedad, como pone de manifiesto hoy una marcha contra la islamofobia organizada en París que, lejos de unir a los franceses, ha sembrado una profunda división.