20180624

La llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa abre la puerta a cambios en la regulación laboral aunque está por ver de qué envergadura. La beligerancia del PSOE con la reforma de 2012 cuando estaba en la oposición le compromete, pero el nuevo Gobierno solo buscará mayorías parlamentarias para hacer «retoques». ¿Qué puntos son los que habría que cambiar? ¿Ha servido realmente la reforma laboral para crear empleo? La patronal vizcaína, el sindicato ELA y dos expertos analizan el impacto que han tenido las últimas reformas y los cambios necesarios para mejorar la calidad del empleo. Fran Azpiazu, secretario general de Cebek, cree que la mala fama que acompaña a la reforma de 2012 tiene poco que ver con sus efectos reales. «No es verdad que haya potenciado la temporalidad ni que deje desprotegido al trabajador. Esto tiene más que ver con la crisis y la caída de la actividad empresarial. Decir que la reforma fue catastrófica y que hay que volver a la situación anterior no es un argumento sostenible», dice.

Las empresas del territorio, al igual que los equipos de fútbol o de balonmano,  suscriben acuerdos con centros, en este caso formativos, tratan de hacer cantera y tan solo en última instancia, cuando no disponen de algunos perfiles concretos, tiran de chequera y fichan empleados cualificados  Eso sí, esta última modalidad está dejando de ser una rareza en un mercado en el que hay una fuerte demanda de trabajadores con estudios medios y superiores de carácter técnico y científico. Así lo puso en evidencia el Acuerdo Marco de Colaboración por el Empleo y Cualificación en Euskadi 2018-2020, sellado entre el Gobierno Vasco y Confebask. Un pacto que dejaba bien claro que las empresas vascas necesitaban este año contratar a 30.425 personas y para 2020 un total de 100.000. Los operarios cualificados supondrán el 31,8% de la demanda de este año, que sumado al personal técnico de producción (27,4%) supondrá el 59,2% del total, catorce puntos más que en 2016.

Una de las principales palancas económicas que tiene un Gobierno son los impuestos y el nuevo Ejecutivo socialista ya ha anunciado que los utilizará. Sin embargo, el abanico de opciones es muy amplio y podría ir desde simples subidas de tipos para aumentar los ingresos públicos, a la creación de nuevos tributos –ahí se encuadraría el gravamen a la banca– o incluso, en algunos casos, una rebaja fiscal en el IVA para algunos artículos de higiene femenina como ha desvelado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, esta semana. Y todo ello con el reto de no poner en riesgo los compromisos de estabilidad presupuestaria alcanzados con la Comisión Europea. Pero, ¿qué margen real tiene el Gobierno para llevar a cabo estas medidas?

Zanjar el debate de las pensiones y darle una solución no va a ser nada fácil. El problema es enorme. Por un lado, en el colectivo de los pensionistas hay grandes diferencias. Pero, por otro, el disparado crecimiento del gasto total debido al envejecimiento de la población obliga a tomar medidas, por la vía de los recortes o por el refuerzo de los ingresos. Todo ello respetando los principios de contributividad (el que más cotiza, más recibe) y solidaridad. Así que el reto que encara el Pacto de Toledo es inmenso. La radiografía de las pensiones de jubilación vascas en la última década revela, de forma clara, la profundidad del problema. Una de las primeras cosas que llaman la atención es la diferencia según la edad. Los nuevos jubilados que entran en el sistema –20.746 en el año 2017– cobran una media de 1.630 euros, muy superior a los 1.264 euros de los que causan baja. Pero el contraste es todavía mayor si la comparación se hace con los 968 euros que reciben los mayores de 85 años.

Lada, Guardo, Compostilla, Teruel, Anllares... La cuenta atrás para el cierre de estas centrales térmicas que queman carbón para generar electricidad ha comenzado. Las eléctricas se preparan ya para acometerlo. «No son económicamente viables», señala una de las compañías sobre las costosas obras que se deben hacer para cumplir a partir de 2020 con los exigentes estándares europeos contra la contaminación y el cambio climático. «Es más fácil ahora proceder al cierre», admiten en el sector, porque el nuevo Gobierno ha abandonado la idea de impedir por decreto el fin de las centrales de carbón que proyectaba el Ejecutivo del PP. Las 15 térmicas que funcionan en España son responsables del 14% de los gases de efecto invernadero del país.

Pese a su debilidad parlamentaria —85 diputados de 350—, Pedro Sánchez tiene en marcha reformas y planes de choque contra lo que considera algunos de los problemas más graves de España, entre ellos uno contra la explotación laboral. En esta  entrevista, el presidente admite que el plan aún está en estudio, pero promete aprobarlo y garantiza que saldrán adelante cambios clave como la ley de la eutanasia o el traslado de los restos de Franco del Valle de los Caídos. Sánchez deja clara su vocación europeísta, su intención de recuperar influencia en Europa y su decisión de normalizar las relaciones con la Generalitat de Cataluña.

Paz Robina, la directora de la planta de Michelin en Vitoria –la principal fábrica del grupo francés en España y, tras Mercedes, la segunda factoría más importante de Euskadi–, y Carmen Martínez Zabala –presidenta de Bodegas Faustino, de Oion, que exporta a más de un centenar de países–, dialogan sobre la cada vez mayor presencia de la mujer en puestos relevantes, la marcha de la economía y cuestiones candentes como las pensiones. No se conocían, pero conectan bien y el diálogo transcurre rodado.

Las exportaciones de las empresas vascas se encuentran en cifras récord. En los primeros cuatro meses se han alcanzado los 8.419 millones de euros, un !1.9% más que en igual periodo del año anterior y la presencia exterior de las compañías de Euskadi es la mayor en la historia. Al buen trabajo empresarial se le suma el apoyo de la Administración a través de la Agencia Vasca de Internacionalización Basque Trade & lnvestment, impulsada por el Gobierno vasco. La máxima responsable de esta agencia Ainhoa Ondarzabal resalta la labor efectuada.

El prestigioso periodista estadounidense Thomas Friedman desgrana en su último libro, ‘Gracias por llegar tarde’ (Deusto) el impacto que el rápido avance tecnológico tiene en la sociedad, tanto a nivel laboral, con pérdida de empleos o la desaparición de algunas profesiones y la aparición de otras nuevas, como a nivel político mediante nuevas amenazas como el uso de noticias en internet para tratar de influir en terceros países.  Friedman reconoce que la revolución tecnológica ya ha afectado anteriormente a los trabajadores. Sin embargo, admite que «ahora está ocurriendo más rápido y todo a la vez», en referencia a que también se están acelerando los otros dos elementos claves del mundo actual: la globalización y el cambio climático. «Los días en los que acababas la carrera y esperabas tener tu trabajo durante 30 años han acabado», señala Friedman.

Una manifestación en favor de un segundo referéndum europeo recorrió ayer Londres, agrupando a unas 100.000 personas, según los organizadores, tras banderas de la Unión Europea, pancartas similares a las de previas marchas –«Brexit es racista», «Tengo 16 años y me habéis robado el futuro»– y coreando «¡Voto del pueblo!». Había sido convocada por ‘People’s Vote’, coalición de varias asociaciones opuestas a la marcha británica de la UE, para airear su petición de una segunda consulta sobre el acuerdo que alcancen Londres y Bruselas respecto a su futura relación.

«La idea de obligar a cotizar por todo el salario, sin límites, encarece el empleo y amenaza la competitividad».