20180225

Gobierno vasco, diputaciones y ayuntamientos tienen sobre la mesa el melón abierto, la elaboración de una nueva Ley de Aportaciones. Esto es, el instrumento que regula el reparto de los impuestos entre las diferentes instituciones pero también el esfuerzo que debe hacer Bizkaia, Álava y Gipuzkoa para sostener el Presupuesto del Gobierno vasco. Tiene, pese a todo, una virtud. Ha funcionado relativamente bien hasta ahora y, pese a algunas pequeñas rencillas –las habituales entre ‘vecinos’–, no hay grandes fracturas. La tarta es la que es, pero cada institución cree tener derecho a un trozo mayor. Nadie está dispuesto a ceder para que gane otro y casi se puede anticipar el final de este trance: cambiar alguna pequeña cosa sobre el esquema actual para que nada cambie. Cualquier otra opción es, materialmente, imposible.

Ciudadanos presentó ayer uno de sus proyectos estrella: una propuesta de ley, que registrará esta semana en el Congreso, para suprimir los contratos temporales en España. «Nosotros no planteamos una reforma laboral», se arrancó el presidente de la formación, Albert Rivera. «Queremos traer un nuevo marco laboral que cambie los derechos de los trabajadores y empresas, y que incentive a los que quieren generar empleo estable», subrayó el líder de la cuarta fuerza política. La iniciativa de Ciudadanos plantea eliminar todos los tipos de contratos actuales y sustituirlos por un solo modelo, con 20 días de indemnización por despido —33, si fuera improcedente— «como tienen ahora los indefinidos» y  añade la propuesta de crear, paralelamente, una «mochila de derechos» para cada asalariado.

La siniestralidad laboral sigue creciendo en Euskadi de la mano de la recuperación económica y la consiguiente mayor actividad productiva, y si el pasado año aumentó un 6%, el inicio del año ha sido aún peor, un 11%. Y el problema es que la tasa de incremento de los accidentes laborales con baja es mayor que la tasa de aumento de la actividad económica.

Mariano Rajoy evidenció ayer el abismo que le separa de Pedro Sánchez al calificar de «cheque sin fondos» la propuesta del líder socialista para que la revalorización de las pensiones esté ligada a la evolución de los precios. Tras ver cómo miles de jubilados se manifestaban el jueves para protestar ante la «insuficiente» subida del 0,25% para este año, el líder de los socialistas propuso un aumento del 1,6%. El presidente usó esa oferta para atacar a la oposición por «prometer lo que no se puede cumplir» y explicar la parálisis legislativa del Ejecutivo con la «mezcla letal» del socialismo del PSOE con el populismo de Podemos y el oportunismo de Ciudadanos.

Tras la profunda reordenación que supuso para la Red Vasca de Ciencia y Tecnología el Decreto de 2015 con el que el Gobierno reguló los criterios de acreditación y homologación –y también las condiciones para acceder a los fondos públicos– de los distintos agentes, llega ahora la segunda vuelta de tuerca al sector. Tocaba evaluar el sistema y el departamento de Desarrollo Económico ha detectado, por un lado, algunas ineficiencias y duplicidades a corregir y, por otro, la oportunidad de crear un gran ‘buque insignia’ de las capacidades científico-tecnológicas de Euskadi, al estilo del Fraunhofer alemán o el RISE sueco. Una ‘marca país’ con la que pelear por proyectos internacionales y que, como consecuencia, engrandezca la propia red vasca y beneficie al tejido empresarial local.

La conciliación de la vida profesional y familiar sigue siendo desigual en el País Vasco y no solo para las mujeres con respecto a los hombres, sino también entre estos últimos. El anuncio por parte del Gobierno Vasco de que aumentará a un mínimo de 16 semanas la baja paternal de los funcionarios, igualando así el permiso al de las madres que trabajan en la Administración, ha sido aplaudida por el avance hacia la corresponsabilidad en el hogar que representa. Pero en paralelo, la medida ensancha la brecha que existe, por comparación, con el sector privado.

A priori, la construcción no parece un sector muy permeable a las nuevas tecnologías, pero a éstas no se las resiste nada. A veces, también es cierto, un poco apoyadas por la legislación. A partir de diciembre en las licitaciones públicas de edificación – y desde julio de 2019, también para las de infraestructuras– se exigirá a los promotores el uso de la tecnología Building Information Modeling (BIM) en sus propuestas. Es la construcción 4.0. Cada edificio tendrá que contar obligatoriamente con una réplica virtual que lleve incorporada toda la información generada durante el proceso constructivo. Es, resumiendo mucho, unir al más detallado de los gráficos 3D una base de datos con cuanta información se genere desde que el primer boceto del proyecto hasta el último remate de inmueble.

Pedro Campo, presidente de la Confederación Empresarial de Comercio de Bizkaia (Cecobi), lamenta que el sector ofrezca «ofertas permanentes a lo largo de todo el año», ya que «luego no nos queda nada para las rebajas» y critica a las instituciones «No se pueden entregar cartas abiertas y levantar centros comerciales en todos los sitios». «Es muy triste que tiendas de 40, 50 y 60 años tengan que echar el cierre porque no pueden competir»

Cambio de ciclo. Bizkaia retorna poco a poco a la senda de las grandes infraestructuras con la segunda fase de la Variante Sur Metropolitana. La obra, presupuestada en 200 millones de euros, enlazará la Supersur, inaugurada en septiembre de 2011, con la AP68 mediante un vial de 4,2 kilómetros que discurrirá soterrado, excepto en el punto en el que un viaducto salvará el barranco del Bolintxu. En los dos últimos años el tráfico que confluye en Bilbao ha ganado 12.000 vehículos al día.

«El asunto del empleo sigue de total actualidad. Esta semana, pudimos leer en estas mismas páginas un titular impactante. Un estudio elaborado por PwC, titulado, ‘¿Robarán los robots nuestros empleos?’ alertaba de que un tercio de los actuales estarán en peligro en 2030 debido a la automatización de procesos. Supongamos que es cierto. ¿Es también, de verdad, alarmante? Pues a mí no me lo parece y ya sabe que soy un cenizo y un pusilánime. […] ¿Destruirán los robots muchos puestos de trabajo? seguro que sí. Pero destruirán algunos de los trabajos más penosos y a cambio crearán otros mucho más sofisticados, menos duros y con mejores salarios. […] en las oficinas de arriba y en las fábricas de al lado, alguien tendrá que fabricar, programar y vigilar a ese robot.

España es, sin duda, una potencia económica mundial. Evidentemente, el país presenta graves problemas, la recuperación está lejos de llegar a todos los niveles de la sociedad y las cifras de desempleo, deuda y jóvenes en riesgo de exclusión son alarmantes. Y así se ha reflejado en este suplemento durante sus más de 10 años de vida, tiempo en el que se han abordado y advertido de los peligrosos desequilibrios del país. Pero incluso así, resulta innegable que la economía española es una de las más importantes del mundo y lo es, además, por numerosos aspectos.  El propio Producto Interior Bruto (PIB), por ejemplo, así lo constata. La crisis provocó que se perdiesen 10 años de crecimiento, y España cedió su lugar entre las 10 economías más grandes del mundo. Pero gracias a la reacción que ha tenido en los últimos años, en los que ha liderado el crecimiento de la Eurozona y recuperado la confianza del mercado como evidencia la histórica emisión de deuda de esta semana, el país se mantiene dentro de las 15 mayores naciones del mundo.

China e India van a la cabeza de un crecimiento que, aunque es generalizado para el bloque de países emergentes, muestra mayores divergencias en la velocidad del progreso que antes de la última crisis.

Kutxabank presentó ayer sus cuentas de 2017, un ejercicio que se saldó con un aumento del 23,6% de su beneficio, que rozó los 302 millones de euros, a los que contribuyó la aportación positiva de la andaluza CajaSur con 15,9 millones de euros. Unas ganancias conseguidas, según destacó la entidad en un comunicado, gracias a, entre otros factores, las mejoras en todos su márgenes –incluido el de intereses por primera vez desde 2012– y en una «intensa actividad comercial», con incrementos del 17,3% en créditos hipotecarios y del 29% en financiación a empresas.

La batalla por conseguir contratos con Siemens Gamesa, producto de la fusión a finales de 2016 entre la empresa alemana y la española, se anticipa dura. El fabricante de aerogeneradores, el tercero del mundo con una facturación en 2017 de 10.964 millones, se está replanteando seriamente la relación que tendrá a partir de ahora con las empresas con las que trabaja para sacarle más partido. En su plan 2020 presentado la semana pasada estimaba ahorros en dos años de 2.000 millones de euros, y de ellos, el 65% procederá de un nuevo catálogo de productos y de cambiar su forma de operar con los proveedores. Iberdrola, que cuenta con el 8% de la compañía, ya ha pedido un «reparto equilibrado» del juego, para que la balanza no perjudique a los fabricantes de componentes de la antigua Gamesa.

La entrevista se realiza el viernes por la mañana. Todavía bajo el ‘shock’ de lo sucedido la noche anterior en las inmediaciones de San Mamés, donde ultras del Spartak y radicales del Athletic provocaron graves enfrentamientos. Andoni Ortuzar no oculta su «rabia» y califica de «impresentables» a todos los que participaron en los incidentes, «sean rusos o de Bilbao». Los altercados se colaron en una semana marcada por los homenajes a etarras y por la sensación de que la ponencia de Autogobierno vuelve a sufrir un parón después de que hace quince días los partidos presentaran sus propuestas. La del PNV bucea en los derechos históricos recogidos en el Estatuto y la Constitución como herramienta para solucionar el encaje de Euskadi en España.