20180123

La conversión de contratos laborales temporales en indefinidos creció un 19,2% en la Comunidad Autónoma Vasca en 2017 en comparación con el año anterior, por encima de la media española, donde se produjo un incremento del 17.9 %. En total se registraron más de 25.100 conversiones de empleos temporales a fijos en la CAV, según datos reflejados en un informe elaborado por la empresa de recursos humanos Randstad. Estas cifras avalan el relato de Confebask que indica que con la recuperación económica el número de trabajadores vascos con contratos fijos en sus empresas se mantiene en cifras similares en los últimos años y de hecho casi ocho de cada diez personas empleadas por las empresas vascas tienen un contrato fijo tras formalizarse en torno a los 75.000 contratos indefinidos en 2017.

La industria vasca vivió en 2017 un noviembre histórico. En las últimas semanas se ha hablado de altos crecimientos en producción, ventas generales y exportaciones. Y ayer se sumaron dos nuevos indicadores que confirman que el sector manufacturero está en un momento más que dulce. Es destacable, sobre todo por su espectacularidad, el aumento de la cartera de pedidos de las empresas industriales, que en dicho mes repuntaron un 31,6% en comparación con el mismo del ejercicio precedente. Un repunte extraordinario y sin parangón en toda la serie histórica que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). El aumento interanual vasco fue el más alto por comunidades autónomas del mes de noviembre y triplicó la media española, que se quedó en el 9,2%.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) echó ayer, en pleno Foro Mundial de Davos, un jarro de agua fría a España por culpa del desafío soberanista catalán. El FMI ha revisado una décima a la baja su pronóstico de crecimiento para España en 2018, que se sitúa ahora en el 2,4%, frente al 2,5% que preveía en noviembre. Así lo anunció el organismo en la actualización de su informe World Economic Outlook (Perspectivas Económicas Mundiales), al tiempo que apuntaba directamente como causa de la revisión al impacto que está teniendo el desafío independentista de Cataluña.  «El crecimiento en España, que ha estado muy por encima del potencial, se ha reducido ligeramente para 2018, reflejando los efectos de la mayor incertidumbre política sobre la confianza y la demanda», explicaron ayer los responsables del FMI en una presentación en Davos.

Ahora que la crisis queda atrás, resulta evidente que la recuperación no llega a todos. El Foro de Davos, consciente de los riesgos de la desigualdad, alerta de que en los últimos cinco años el crecimiento no ha servido para reducir la pobreza ni aumentar los ingresos de los hogares. Pero su única receta es una nueva forma de medir el desarrollo económico. «Si no lo mides, no lo puedes arreglar», justifica. En este índice, España aparece muy rezagada: ocupa el puesto 26º de los 29 países desarrollados.

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, considera que la economía española ha comenzado el ejercicio 2018 con una «importante inercia expansiva», pero alerta del riesgo que supone que no se normalice la situación en Cataluña. Así lo planteó ayer en un almuerzo-coloquio en el Club Siglo XXI, en el que indicó que si los acontecimientos políticos en Cataluña avanzan dentro del marco legal, el organismo revisará al alza las previsiones de crecimiento de la economía española y el impacto de la situación en Cataluña será «moderado». Sin embargo, auguró, si no se normaliza la situación, «el impacto negativo sobre la actividad en Cataluña y en el conjunto de la economía española será más elevado».

España mejora en el Índice de Competitividad por el Talento Global que elaboran Insead y Adecco y que se dio a conocer ayer en Davos. Pasa del puesto 35º de 2017 al 31º en una clasificación que analiza la capacidad de crear, retener y explotar profesionales en 119 países y que cada año lidera Suiza. En 2018, le siguen Singapur, EE UU, Noruega, Suecia y Finlandia. Delante de España figuran Estonia, Eslovenia, Emiratos Árabes, Malta o Catar. España logra su mejor nota en la retención de profesionales y su desarrollo en la empresa. El estilo de vida, su tolerancia a los inmigrantes y la protección social son ganchos. Sin embargo, entre los puntos negros se señala el marco normativo y competitivo que dificulta la contratación. Suspende por las pocas facilidades que se dan para fichar cerebros y la mala relación entre el salario y la productividad. Y hay dos suspensos más: la falta de oportunidades para que las mujeres lideren y la escasa colaboración dentro de la empresa. Tampoco en habilidades técnicas sale bien parada, dada la baja formación.

«La fortaleza de la recuperación» de la economía española «está siendo notable», el PIB de la zona euro registró «ritmos de avance de alrededor del 2,5% en 2017» y las tasas de desempleo «se sitúan, en general, en los niveles previos a la crisis». Pero en Europa y, en consecuencia, también en España, sigue imperando una «moderación» generalizada «en los crecimientos salariales». Así lo advirtió ayer el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, durante su intervención en la conferencia organizada por el Club Siglo XXI, y en la que también apuntó que la «moderación salarial» se puede deber al «bajo crecimiento de la productividad de las economías europeas», «a la mayor relevancia que pueden haber cobrado las referencias a la inflación pasada a la hora de negociar los salarios en un contexto de persistencia de tasas de inflación muy reducidas en los últimos años», o a «la importancia que ha cobrado el empleo a tiempo parcial en la actual recuperación y la afluencia de inmigrantes».

El optimismo de los máximos directivos mundiales se ha disparado en relación con la evolución de la economía en 2018. Así lo refleja la XXI Encuesta Mundial de CEO que elabora anualmente PwC y que fue presentada ayer en el seno del Foro Económico Mundial de Davos. La encuesta, elaborada a partir de la opinión de 1.293 máximos ejecutivos de 85 países (incluido España), refleja porcentajes nunca vistos hasta la fecha: un 57% de los directivos espera una mejora de la coyuntura global este año, lo que supone un aumento de 28 puntos en relación con el dato registrado en el informe anterior. En España, esas buenas expectativas son todavía mejores, ya que un 63% de los máximo ejecutivos españoles confía en esa mejora económica.

El desempleo mundial descenderá en 2018 hasta el 5,5% de la población activa, desde el 5,6% del año pasado, según las estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), publicadas en su informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo. Tendencias 2018. Este descenso supone un cambio de tendencia, después de tres años de ascensos en las tasas de paro. España será uno de los dos países de Europa, junto a Grecia, en los que más se percibirá la reducción del desempleo. En ambos Estados, los más afectados de la región por la crisis económica y financiera, el desempleo descenderá dos puntos porcentuales, hasta el 15,4% en España y el 19,5% en Grecia.

Tras el descanso navideño en el que el Banco Central Europeo dejó de intervenir en los mercados comprando deuda pública y privada, la entidad dirigida por Mario Draghi ha regresado con un plan de compras de activos mucho más moderado, tal como se anunció el pasado mes de octubre. Este no es el primer recorte de la política monetaria expansiva del BCE, ya que en abril de 2017 se pasó de comprar activos por un valor de 80.000 millones de euros al mes a adquirir 60.000 millones mensuales. Ocho meses después se modera de nuevo una política monetaria jamás vista que durante un tiempo pareció que no tendría límites. Como el propio Draghi afirmó, se llevaría a cabo lo que hiciera falta para salvar el euro. Parece que la economía ha reaccionado de forma positiva a estas medidas y ya no son tan necesarias.

El consumo eléctrico de las grandes y medianas empresas españolas aumentó un 1,7% en 2017 respecto a 2016, una vez corregidos los efectos del calendario y la estacionalidad, según los datos del Índice Red Eléctrica (IRE) de Red Eléctrica de España (REE). Estas estadísticas reflejan que el año pasado en la industria la subida fue del 2% y en los servicios disminuyó un 0,4%. De las cinco actividades con mayor consumo eléctrico, la demanda de la metalurgia bajó un 2,1%, la de la industria química y la del papel cayó un 3%. Sin embargo, la fabricación de otros productos minerales no metálicos creció un 8,5%, y la industria de la alimentación un 2,7%. Solo en diciembre, el consumo subió el 2,1% respecto al mismo mes del año anterior, con un avance del 1% en la industria y del 2,6% en los servicios.

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, aseguró ayer que aumentará el sueldo de los funcionarios este año, incluso si finalmente no se aprobaran los Presupuestos Generales del Estado. En declaraciones a la prensa tras un acto organizado por SEPI, el responsable de la Administración Pública garantizó que estos salarios «van a subir de cualquier manera», renovando el compromiso del Gobierno con este incremento. Sin embargo, Montoro fue mucho menos explícito sobre la cuantía de esta subida, los plazos y la herramienta legislativa a través de la cual se aprobará. Únicamente aseguró que el incremento será superior al del año pasado –del 1%–, compromiso que ya asumió personalmente el presidente Mariano Rajoy.

¿Se acuerda, aunque sea vagamente, del lío que se creó a finales de 2001 y principios de 2002 como consecuencia de la implantación del euro? Más allá de la mera impresión de los billetes, hubo que adaptar programas informáticos –los antiguos ni siquiera tenían el símbolo de la nueva moneda europea–; modificar las cajas registradoras de todos los comercios; establecer criterios para el redondeo; e incluso todas las empresas tuvieron que volver a identificar su capital social en la divisa que entraba en vigor. Pues aquel jaleo –visto hoy con perspectiva histórica, una nimiedad–, no es nada comparado con el que tiene la banca para adaptarse a la nueva normativa de control y transparencia, denominada Mifid II. Un conjunto de obligaciones que ocupan miles de folios, que han entrado en vigor el pasado 3 de enero y que pretenden ofrecer mayor protección a los ahorradores.

El grupo de distribución Uvesco –propietario de las enseñas BM y Super Amara– dio ayer cuenta en San Sebastián de su balance de 2017, un año en el que la firma irundarra creó 502 nuevos empleos, de los que 174 surgieron en la zona norte, lo que se considera su cuartel general, y el resto en Madrid, donde desembarcó con la compra de la cadena Gigante. La facturación se elevó hasta 703 millones de euros, lo que supuso un repunte del 8%; en realidad, la mitad de ese crecimiento se puede atribuir a su área de influencia (sobre todo, Euskadi y Cantabria). Comparando con el avance del 2,3% que la firma especializada Nielsen asigna al sector del gran consumo en nuestro entorno o al 3,7% estimado para el conjunto de España, se puede decir que Uvesco creció el doble.

Siemens Gamesa remonta el vuelo con la reciente adjudicación de contratos en India para el suministro de 326 megavatios (MW) a distintos operadores independientes y clientes industriales. La compañía confirma así el cambio de rumbo en un mercado cuyo paralización el año pasado castigó al grupo con una fuerte bajada en bolsa y una regulación de empleo. El fabricante se encargará de la infraestructura necesaria para la operación de los proyectos, así como del suministro, instalación y puesta en marcha de 163 turbinas a instalar en 26 parques eólicos con una capacidad de entre 2 MW y 60 MW.

La catalana CNA, que ha llevado a un nuevo concurso de acreedores a Edesa Industrial (antigua Fagor Electrodomésticos), salió ayer al paso de las declaraciones que el viernes lanzaron los comités de empresa del fabricante de Arrasate –para el que han anunciado un despido general– y de Gesyser Gastech, firma para la que ya han advertido que pedirán en breve la liquidación. En un de nuevo sorprendente planteamiento, CNA relató que «la compañía no ha recibido por parte de los trabajadores, cooperativas o instituciones, ni de ningún inversor, ningún plan o propuesta relacionada con el mantenimiento de la actividad y la preservación del empleo». Llama la atención este lamento cuando es ella la que está obligada a buscar soluciones para su filial. De hecho, hace bien poco planteó una alternativa basada en un supuesto apoyo por parte de la polaca Amica que, finalmente, se bajó del barco.

Parece que los terrenos de la Babcock Wilcox en Trapagaran (Bizkaia) podrían cambiar de manos en las próximas semanas. Tras varios años de abandono y de expolios, los administradores concursales de la empresa norteamericana estarían muy cerca de cerrar un acuerdo de venta con Amazon, el líder de las compras ‘on line’ a nivel mundial y que ya cuenta con una decena de centros logísticos en España. Este año inaugurará en Illescas (Toledo) el más grande de todos, con más de 100.000 metros cuadrados.

Amazon abre en Estados Unidos una nueva tienda física. Esta vez no es una librería, sino un establecimiento de proximidad, con productos frescos, quesos, vinos, bocadillos… Amazon Go es su visión del futuro del comercio de barrio. Basta con tomar un producto y salir con él de la tienda. No hay que pasar por caja: todo el cobro es automático, a través de una aplicación que hace la cuenta de los productos que se cogen en las estanterías y cobra a la salida a través de la cuenta asociada de Amazon.